El Gobierno de Colombia y el Ejército de Liberación Nacional (ELN) dieron un paso más en la agenda de los Diálogos de Paz, tras firmar un nuevo acuerdo que ha sido calificado como un “hecho histórico”.
De acuerdo a Prensa Latina (PL), el representante especial del secretario general y jefe de la Misión de Verificación de la ONU en Colombia, Carlos Ruiz, consideró que solamente “una paz construida desde la sociedad puede ser sostenible y duradera”.
El acuerdo alcanzado, explica el medio de prensa, “no estuvo exenta de conflictos” durante las negociaciones.
En ese sentido se señala, que “uno de los momentos de tensión más recientes tuvo que ver con la decisión de congelar las pláticas previstas a celebrarse el pasado mes de abril en Venezuela por parte del ELN”, como señal de protesta “ante una supuesta operación de desmovilización llevada a cabo por parte del Gobierno en Nariño”.
A pesar de ello, se agrega una delegación de la organización política militar se hizo presente en la reunión extraordinaria celebrada del 12 al 22 de abril en Caracas, donde “anunciaron que volverían a reunirse con su contraparte en mayo”.
En el comunicado emitido tras la firma del acuerdo se explica “que para iniciar este camino de búsqueda de voces, acciones, saberes y métodos, se conformó el Comité Nacional de Participación (CNP), un espacio que desde una lógica colectiva diseñó e impulsó la realización de 78 pre encuentros y encuentros de orden nacional y regional”.
En dichos encuentros, se detalla en el documento, “participaron ocho mil 565 representantes de organizaciones sociales de 30 sectores; así como tres mil 217 asociaciones en todas las regiones del país, 19 cárceles y la diáspora en 14 países de América Latina, Norteamérica y Europa”.
Para las partes el principal objetivo es “involucrar a la ciudadanía” y avanzar hacia la construcción de “una agenda de trasformaciones para la paz, impulsada a partir de una alianza social y política que conlleve a un gran Acuerdo Nacional para la superación del conflicto político, social, económico y armado”.
En la declaración final los delegados de las partes manifestaron que la “la paz no se construye con olvido e impunidad, y que la voz de las víctimas es fundamental en este proceso y la legitimidad de los acuerdos”, la paz en el país, ratificaron los representantes en las conversaciones, “requiere de todas las voces, todos los pueblos, comunidades, personas, procesos y formas de construir nación”.