Dejando un saldo primario de 11 muertes, decenas de heridos y destrucciones varias, el ejército de ocupación israeli dio por concluida la operación “Casa y jardin” que desplegó en Jenin, territorio de la Cisjordania ocupada.
La operación militar realizada con supuestos fines de neutralizar “grupos terroristas”, fue duramente criticada por el Secretario General de Naciones Unidas, Antonio Guterres.
Por intermedio de su portavoz, el máximi dirigente del organismo internacional expresó “su profunda preocupación por la evolución de la situación (…) donde los ataques aéreos israelíes han afectado al campo de refugiados densamente poblado”.
En la declaración, Guterres recordó “que todas las operaciones militares deben llevarse a cabo respetando plenamente el derecho internacional humanitario”.
Según la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU (OCHA),como consecuencia de las operaciones aéreas y terrestres realizadas por Israel murieron “diez palestinos, entre ellos tres niños” y se reportaron que al menos otros 100 resultaron heridos, estando 20 de ellos en estado crítico.
Los ataques, señala el portal de noticias de la ONU, provocaron que miles de palestinos abandonaran el lugar.
Además de las pérdidas de vidas humanas, los ataques aéreos «dañaron significativamente» las estructuras en las que vivía la población, tanto en el campamento como en los barrios circundantes”, agregó el portal noticioso, que alertó “que, debido a los daños en las infraestructuras, la mayor parte del campamento de Yenín” perdió “el acceso al agua potable y a la electricidad”.
Los ataques de las fuerzas sionistas fueron criticados, también por Organización Mundial de la Salud (OMS) que el martes afirmó “que el alcance de las lesiones sufridas por la población estaba poniendo a prueba el «frágil y escaso financiamiento» del sistema sanitario”
Como consecuencia de los bombardeos, denunciaron los trabajadores humanitarios de la ONU, “la destrucción de las carreteras del campo de refugiados estaba restringiendo el acceso de los equipos médicos y que las ambulancias” eran revisadas por las fuerzas israelíes a la entrada del campo.
Ello, señaló la agencia sanitaria del organismo internacional “ha impedido a las ambulancias con equipos médicos entrar en algunas partes del campo de refugiados y llegar hasta las personas que han resultado gravemente heridas”.
Los efectos de los bombardeos se verificaron en al menos dos hospitales, particular que fue denunciado por la OMS que afirmó que «los ataques contra la asistencia sanitaria, incluida la imposibilidad de acceder a las personas heridas, son extremadamente preocupantes», por lo que que “pidió respeto y protección de la asistencia sanitaria, incluido el paso seguro a los servicios de salud en Yenín y en toda Palestina”.
En lo que va de año, recordó la OMS se “ha producido un aumento significativo de los ataques contra la atención sanitaria en Cisjordania. En los cinco primeros meses de 2023 se produjeron al menos 124 ataques documentados por la OMS, que causaron 39 heridos entre los trabajadores sanitarios y afectaron a 117 ambulancias”.