Rodrigo Gorga y Yamila Maciel
Compartimos una parte de lo que dejaron las XVI Jornadas de Economía Crítica y V Jornadas de Economía Feminista, realizadas por primera vez en Uruguay.
En 1861, Carlos de Castro, con tan solo 26 años, fue el primer catedrático de Economía Política en la Universidad de la República, designado por el ministro del presidente de Berro, Eduardo Acevedo.
Pocos años después de comenzar la docencia, renuncia y da un salto a un importante cargo de gobierno, donde también dejó su sello en la historia. Como ministro de Relaciones Exteriores en 1865, participó en la elaboración del tratado con Argentina y Brasil para participar en la Guerra de la Triple Alianza. Su rol en el debate público dejó los artículos en el diario El Plata.
De sus clases se recopiló un libro publicado en 1865, en el que se deja ver su carácter de “ultraliberal”. La Economía Política como “maestra y protectora de la libertad”. El primer catedrático de Economía en nuestro país, liberal a ultranza, que luego pasó a ocupar importantes responsabilidades de gobierno, inaugurando el camino de la academia a la política en Economía.
Sobre Carlos de Castro trató la presentación de la Prof. María Inés Moraes en las XVI Jornadas de Economía Crítica y las V Jornadas de Economía Feminista, que se realizaron el 7, 8 y 9 de setiembre en la Facultad de Ciencias Económicas y de Administración (FCEA) de la Universidad de la República (UdelaR), en salones colmados de estudiantes, economistas y especialistas de otras ciencias sociales provenientes de Argentina, Brasil y Colombia.
La presentación de Moraes fue parte de una de las mesas centrales de las jornadas, titulada “Economistas y Política: ¿expertos, políticos o intelectuales?”. Allí se discutió sobre el rol de los y las economistas, su relación con la política, la academia, su participación en el debate público, su papel como tecnócratas, su trasvase entre los distintos lugares. Su rol para legitimar políticas económicas que ellos y ellas mismas luego aplican en los gobiernos. Las otras presentadoras de la mesa estuvieron a cargo de Mariana Heredia (miembro de Conicet y Universidad de San Martín, Argentina), María Eugenia Jung (Archivo General de la Universidad, UDELAR), y fue moderada por Pablo Messina (Cooperativa Comuna y FCEA, UdelaR).
Las Jornadas fueron organizadas por el Espacio de Economía Critica y el Espacio de Economía Feminista de Uruguay, que forman parte de la Sociedad de Economía Crítica de Argentina y Uruguay (SEC). La SEC es una red que busca potenciar la perspectiva crítica y feminista de la ciencia económica, crítica frente a las concepciones predominantes que se alejan de los problemas y las soluciones para las y los menos privilegiados.
Una economía para el afuera
Las JEC – JEF son un encuentro donde se promueve la pluralidad de pensamiento, y se busca potenciar una Facultad de Economía abierta a la sociedad. También potencia otras disciplinas, como la Historia, de la que emerge el trabajo de María Inés Moraes para ayudarnos a pensar el rol de los economistas y la política hoy, como así lo mostraron las preguntas que se dispararon desde el público para pensar el fenómeno del economista, mediático y libertario Javier Milei. Un fenómeno del que nuestro país tampoco es ajeno, donde tenemos una precandidata economista y liberal (Laura Raffo), que se dio a conocer a través de su rol en los medios de comunicación.
Para las jornadas es de vital importancia potenciar el vínculo de la Facultad con la sociedad, con el afuera, con el feminismo.
La economista Alma Espino (CIEDUR) fue la creadora de la cátedra de Economía y Género de la FCEA, junto con la economista Corina Rodríguez (UBA), expuso en la segunda mesa “Claves feministas para reinventar la Economía. Conversaciones desde el Sur”, que fue moderada por dos integrantes del Espacio de Economía Feminista de la SEC, Mariana García Grisoni (Cooperativa COMUNA) y Pato Laterra (CIEPP y UBA). Allí se preguntaban, “¿Cómo hacemos para que la agenda propuesta por la economía feminista y los cuidados vuelva a ser realmente transformadora y no sostenga el statu quo?”. La idea es colocar la vida en el centro, en todos los aspectos de la vida cotidiana, tanto en la geopolítica internacional como en el día a día.
La lluvia impidió que se cortara la calle para que sonará la banda la Kumbiaracha, en la espectacular bienvenida de las Jornadas de Economía Feminista, pero la rebelión en la bailanta se trasladó a un salón de clase.
En una de las tres sesiones sobre “Economía Feminista y experiencias colectivas: visibilizando las tramas que sostienen la vida”, que totalizó trece presentaciones, Andrea Graña presentó la experiencia del Colectivo Mujeres Tejiendo Oeste (del que es parte, además de pertenecer al Colectivo de Maternidades Feministas: Desmadre y al SUINAU). Aquí se intentó sacar a la economía de lo productivo como su único ámbito, y visibilizar tanto las tareas de cuidados como las experiencias colectivas y autogestionadas para indagar en su posibilidad de hacer política.
Una economía construida con los trabajadores
La última mesa de las jornadas se tituló “Nuevas tecnologías en el mundo del trabajo. Tensiones y desafíos para construir alternativas de futuro”, que moderó Estefanía Galván (FCEA), contó con la presentación, entre otras, de la economista Soledad Giudice, asesora económica de AEBU, que presentó un trabajo realizado en el sindicato para intentar comprender y analizar las medidas políticas relacionadas con las nuevas tecnologías en el sector bancario. En esa misma mesa, el filósofo Agustín Reyes (docente en la FCEA) discutió diferentes tipos de medidas, como los ingresos universales y el Empleo Garantizado por el Estado, para que las y los trabajadores puedan apropiarse de una porción de los beneficios de las transformaciones productivas.
Cuatro sesiones, con un total de quince ponencias, discutieron su relación con la división internacional del trabajo y la fuerza de trabajo. En particular las transformaciones sectoriales, nacionales y mundiales que esto genera.
También se habló sobre una Economía que articule con la economía ecológica, como el trabajo que presentó Martín Sanguinett (COMUNA y FCEA) sobre el agua y el saneamiento, en el que analiza la evolución de los servicios de agua potable, el efecto de la expansión de las fuerzas productivas basada en la explotación de los recursos naturales, los límites a las inversiones de la empresa pública. Además, recuerda que es necesario cumplir con el artículo 47 de la Constitución de la República, que establece la participación ciudadana para establecer las prioridades en torno a las cuencas hídricas.
Desde las jornadas se promueve la pluralidad de pensamiento y se busca disputar que concepción de ciencia y economía se considera legítima. Una Economía que oriente su generación de conocimiento y su divulgación a la transformación social. Un mundo en crisis que convoca a la necesidad de criticar profundamente lo establecido, a pensar la realidad y con ello involucrar también a la Facultad de Economía y la UdelaR, porque tampoco pueden mirar para el costado.
AEBU, fue uno de los nueve sindicatos que apoyaron esta actividad. También otra gran cantidad de instituciones académicas contribuyeron a la realización de las jornadas. Además de la FCEA, apoyó la UdelaR, su Comisión Sectorial de Investigación Científica (CSIC), la Yount Schoclar Initiative, el CONICET de Argentina y la Red Temática de Medio Ambiente (UdelaR), entre otros.
Foto de portada:
Feria Encuentro de Economía Solidaria en el año 2014 en la explanada de la Intendencia de Montevideo. Foto: Santiago Mazzarovich/adhocFotos.