La izquierda, unificada en el Pacto Histórico, gana las elecciones primarias en Colombia.
“Luego de 20 años vamos a una elección presidencial sin candidato del Uribismo”
El ex guerrillero del M-19, y ex alcalde de Bogotá, Gustavo Petro, obtuvo la nominación presidencial de la izquierda colombiana, con 4.487.000 votos y se perfiló como el próximo presidente de Colombia, tras las elecciones primarias y legislativas del domingo 13 de marzo en ese país.
Francia Márquez, la primera precandidata presidencial afrocolombiana, que se presentó también por el Pacto Histórico, obtuvo una excelente votación, con 783.160 votos, por lo que se especula que podría ser la compañera de fórmula de Gustavo Petro.
Espacio por Colombia, con Federico Gutiérrez, triunfó ampliamente en la derecha, pero quedó más de un millón y medio de votos debajo de Petro.
Sergio Fajardo, de la coalición Centro Esperanza, logro 700.000 votos, una muy mala votación para sus expectativas y la inversión realizada en la campaña, demostrando que en escenarios polarizados el “centro” no es opción política para los pueblos latinoamericanos y caribeños.
El Centro Democrático ,de Álvaro Uribe Vélez, es el gran perdedor de la jornada. El partido de gobierno del actual presidente Iván Duque, obtuvo 1.929.370 votos y su candidato presidencial Oscar Zuluaga renunció a disputar los comicios presidenciales.
La composición de las cámaras
Como decíamos en las elecciones que se realizaron en Colombia se elegía, además de los candidatos presidenciales, el Parlamento. La inédita votación convierte al Pacto Histórico en la principal fuerza política del país con 2.302.847 votos. En términos comparados, la izquierda duplicó su votación con respecto al 2018, pasando de 5 a 17 escaños en el Senado de la República y 27 asientos en la Cámara de Representantes.
El Uribismo pasó de 19 a 14 senadores y de 32 a 16 puestos en la cámara baja. Si bien Óscar Iván Zuluaga, renunció a su candidatura, es claro que esto no es más que una maniobra para intentar frenar al Pacto Histórico y apoyar a Federico Gutiérrez. Igualmente, lo cierto es que, luego de 20 años, vamos a una elección presidencial sin candidato del Uribismo en Colombia y eso es digno de festejo.
La Paz y la Unidad es el camino
La importante victoria del domingo pasado es una consecuencia directa de la movilización popular, de la unidad de la izquierda, del programa construido colectivamente con Gustavo Petro y también de la efectiva oratoria utilizada por él para socializar el contenido del programa y proyectarlo exitosamente por todo el país, apoyado eficazmente por Aída Avella, Francia Márquez, Camilo Romero y la militancia de la Unión Patriótica y el Partido Comunista de Colombia entre otras fuerzas.
El 29 de mayo se celebrará la elección presidencial en Colombia. Para ganar en primera vuelta se precisan la mitad más uno de los votos válidos. Si nadie alcanza esto el 19 de junio será la segunda vuelta, entre los dos candidatos más votados.
Las posibilidades reales de democratización y que por fin después de 80 años de hegemonía de los partidos tradicionales acceda al poder una coalición progresista, ha hecho que cunda el pánico en las huestes de la derecha y de la extrema derecha, por lo que están dispuestos a cualquier cosa para impedir el triunfo de Gustavo Petro.
La elección del camino de la paz y la unidad de las fuerzas de izquierda y progresistas dio la razón a los impulsores de esta estrategia. Además de la gran movilización del pueblo colombiano, donde decenas de miles, mayoritariamente jóvenes perdieron el miedo y dijeron basta. Promover la más amplia unidad hacia la elección presidencial sigue siendo la tarea principal. Con la defensa de la paz como bandera para derrotar al imperialismo norteamericano y a la OTAN en su cabeza de playa en América Latina y el Caribe.
A nosotros nos corresponde redoblar la solidaridad con el pueblo colombiano, porque su triunfo cambiaría el mapa político de América Latina y el Caribe, fortaleciendo la columna de los pueblos y gobiernos que transitan por la senda de la libertad y la autodeterminación como lo quiso Bolívar.
Rony Corbo