La JDM realizó el domingo 22 de setiembre un homenaje a Óscar Tassino, detenido desaparecido por la dictadura civil-militar, con motivo de la designación de una plaza con su nombre en el parque de Carrasco Norte ubicado en Vázquez Acevedo y Edmundo Bianchi.
Autoridades departamentales, referentes sociales, allegados, amigos y familiares del homenajeado se acercaron a dicho espacio público para participar de un sentido homenaje, que se produjo a iniciativa de los vecinos de la zona.
En el evento hicieron uso de la palabra la presidenta de la Junta, edila Patricia Soria; el presidente de la Comisión de Nomenclatura, edil Diego Revetria; el edil Claudio Visillac, y el intendente interino de Montevideo, Federico Graña.
En su intervención de apertura la presidenta de la Junta se refirió al significado de la inauguración de este espacio público en tanto acto de resarcimiento por parte del Estado con Óscar Tassino, resarcimiento que calificó de nimio ya que “falta mucho en la lucha por verdad, memoria y justicia”. Soria agregó: “ese mismo Estado que no estuvo a la altura en un momento de la historia (…) porque secuestró, torturó e hizo desaparecer a Tassino y tantos otros compatriotas”.
“La unidad de nuestro pueblo, las conquistas y las luchas contra la dictadura no fueron gratis” señaló el edil Revetria en alusión a la cantidad de personas que entregaron su vida por la democracia. Al respecto, contó cómo el 19 de junio de 1977 militares vestidos de civil apresaron a Tassino y lo condujeron a La Tablada, donde lo torturaron, lo mataron y lo desaparecieron.
El edil Visillac, por su parte, describió a Tassino como una persona solidaria y trabajadora, destacando sus roles como dirigente sindical, como militante del Partido Comunista del Uruguay, y recordando sus candidaturas a edil y a diputado nacional. Visillac llamó a combatir, al igual que Tassino en dictadura, los discursos negacionistas que “hoy tienen bancas en el parlamento”. Sostuvo que hay que responder al odio con amor, a la mentira con verdad y a la impunidad con justicia. “Montevideo no olvida”, sentenció el edil, en alusión a la inauguración de esta plaza ubicada en el Municipio E.
“Aquí estamos quienes creemos que una sociedad puede ser mejor, con pan y rosas para todos”, enfatizó en su discurso el intendente interino Graña, quien además convocó a los vecinos de la zona a apropiarse de este espacio público para “generar sueños y cambiar el barrio” en honor al compromiso de Tassino de hacer de Montevideo y Uruguay un lugar mejor.
Finalizando el evento también hizo uso de la palabra Karina Tassino, quien subrayó la designación de la plaza con el nombre de su padre como una acción simbólica de reparación moral con el fin de reestablecer la dignidad de las víctimas de la dictadura. Se mostró conmovida y expectante para que se identifiquen los restos hallados recientemente en el Batallón 14, pero también lamentó que en este contexto, su primo, Darío Tassino, recibiera una amenaza de muerte que decía «Yo sé dónde están y vos podés terminar igual» a manos de una persona ya identificada y con una causa abierta en la Justicia. “Con impunidad y encubrimiento (…) bajo la amenaza de hacerte desaparecer” calificó Karina esta amenaza y lo que se vive hoy con relación a los crímenes de desaparición forzada.
Tassino fue dirigente de la Agrupación de Funcionarios de UTE (AUTE), e integró el Partido Comunista y el Frente Amplio. Según consta en la ficha personal que le hizo el Servicio de Información de Defensa (SID), fue vigilado por los servicios de inteligencia del Estado desde el año 1965, librándose su requisitoria en 1977, año en que fue violentamente secuestrado de una casa en la calle Máximo Tajes durante un operativo de las fuerzas Conjuntas a cargo del Coronel Eduardo Ferro.
Se sabe que tres hombres encapuchados lo secuestraron ese 19 de julio y, luego de golpearlo brutalmente, lo condujeron al centro clandestino de detención y torturas de La Tablada, conocido como “Base Roberto”, establecimiento perteneciente al Organismo Coordinador de Operaciones Antisubversivas (OCOA).
Por testimonios de otros presos secuestrados en La Tablada se sabe que Tassino fue cruelmente torturado, y que posiblemente murió a consecuencia de una golpiza que recibió alrededor del 21 de julio.
Estaba casado con Disnarda Flores, con quien tenía tres hijos pequeños. Tras su desaparición la familia reclamó la investigación del caso, que fue tomado por el Grupo de Trabajo sobre Desapariciones Forzadas o Involuntarias de las Naciones Unidas, quien a su vez elevó al Gobierno uruguayo el 14 de julio de 1980 la situación de su secuestro y desaparición. El gobierno dio respuesta a este Grupo el 15 de diciembre de 1980, afirmando que Tassino se encontraba requerido por las autoridades y que era acusado de participar en actividades subversivas.
El 15 de noviembre de 2021 la Corte Interamericana de Derechos Humanos emitió una sentencia condenatoria al Estado uruguayo por la falta de investigación sobre la desaparición de Óscar.
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Homenaje de Montevideo a Oscar Tassino. Foto: Junta Departamental de Montevideo.