Recorte de medicamentos en ASSE

En mayo de 2022, legisladores del Frente Amplio realizaron un pedido de acceso a información pública sobre compras, consumo y stock de medicamentos en ASSE para los años 2018, 2019, 2020 y 2021, con el objetivo de analizar el impacto del recorte presupuestal en el rubro medicamentos, que alcanzó un 37% en los dos últimos años, de acuerdo a la información remitida al Parlamento, en Rendición de Cuentas.

En el pedido de información pública se priorizaron 32 medicamentos básicos, que incluyen tratamientos para la enorme mayoría de enfermedades       prevalentes, destinados a la mayoría de los usuarios de ASSE. Por ejemplo, medicamentos para el tratamiento de la hipertensión arterial (prevalencia 36%), diabetes mellitus y prediabetes (prevalencia 6% – 9%), dislipemia (prevalencia 18%), dolor (agudo intenso – incidencia en emergencia de 30% y crónico – prevalencia de 20%), salud mental (depresión y ansiedad prevalencia 8% – 10%), enfermedades respiratorias (EPOC y asma prevalencia aproximada de 10% – 12%), medicamentes prevención cardiovasculares (primera causa de muerte en Uruguay), hipotiroidismo (prevalencia de 2.2%), antiepilépticos (prevalencia epilepsia de 1%), corticoterapia (tratamiento autoinmune, antialérgico, asma, enfermedades intestinales, etcéteras), alergia (prevalencia de 21%), entre otras.

Dado que ASSE no brindó la información en tiempo y forma, en junio de este año fue necesario concurrir a la Justicia al amparo del derecho a la información pública, velando por la transparencia necesaria en la gestión pública en temas de interés general y de alta sensibilidad humana. Luego de que ASSE entregara información insuficiente —evadiendo la solicitud general en una primera instancia— la Justicia condenó a ASSE a brindar la

información total, con las variables solicitadas. Una vez recibida la información, fue analizada por profesionales vinculados al área de salud y de presupuesto púbico.

Principales hallazgos del análisis de la información

Según el análisis en unidades y ajustado por el incremento de usuarios de ASSE en los años 2020 y 2021, las compras de los medicamentos analizados se redujeron en un 50%, es decir, 5 de cada 10 fármacos analizados fueron comprados en menor cantidad, en promedio, en los dos últimos años, respecto del promedio 2018- 2019. A su vez, hay estabilidad de compras (+/- 2% de variación en las compras) en 22% y aumento en 28%.En cuanto a subgrupos de fármacos, se verifican las siguientes disminuciones de las compras en unidades en el promedio 2020- 2021 respecto del promedio 2018-2019:

  • Medicamentos para control de la presión arterial de 11%
  • Atorvastatina para colesterol de 8%
  • Medicamentos para tratamiento de diabetes 2%
  • Prevención cardiovascular con ácido acetilsalicílico 8%
  • Inhaladores para control y tratamientos de enfermedades respiratorias de 11%
  • Preventivo de dolor crónico y cefalea: amitriptilina (sarotex) de 16%
  • Tratamientos de múltiples patologías con prednisona de 17%
  • Fármacos antiepilépticos de 8%

Asimismo, hubo estabilidad de compras de medicamentos para hipotiroidismo y de loratadina para tratamiento de alergia en el promedio 2020-2021, comparado con promedio 2018-2019.

También se observaron algunos incrementos de las unidades compradas de medicamentos para atender salud mental y analgésicos, en el promedio 2020-2021 de 15% y 5% respectivamente, comparado con el promedio 2018- 2019. Si embargo, si desglosamos el análisis de los analgésicos, observamos un incremento del 32% de paracetamol, probablemente vinculados al tratamiento sintomático de COVID 19 y una reducción de los analgésicos con perfil antinflamatorio de 25% (Diclofenac, Ibuprofeno y Meloxican).

En lo que corresponde a los stocks, se observa una reducción de los mismos al final del 2020 y del 2021 respecto de los stocks mantenidos en 2019Si bien la caída en 2020 fue más profunda que en 2021, en ambos casos fue muy significativa. A diciembre de 2020 se vieron reducidos los stocks del 75% de los medicamentos analizados, mientras que en 2021 la caída fue de casi 60%.

La merma en el mantenimiento de stocks debilita un plan de contingencia por un eventual déficit en compras de cualquier tipo y causa, lo que resta posibilidades de abastecimientos de emergencia. Situación de contingencia que lamentablemente sucedió con el incendio del laboratorio Fármaco Uruguayo en diciembre de 2021, que encontró a ASSE con un déficit de stock con respecto a años previos en casi 2/3 de los medicamentos básicos aquí analizados (antihipertensivos, ácido acetil-salicílico, amitriptilina, atorvastatina, antiepilépticos, levotiroxina, analgésicos, prednisona, entre otros).

Principales conclusiones del impacto en la salud de los usuarios y usuarias de ASSE:

  • Teniendo en cuenta la prevalencia de la hipertensión arterial de un 6% según la última encuesta nacional de factores de riesgo (2da ENFRENT), la reducción de compras de un 11% de fármacos básicos en su tratamiento resultan una conclusión dramática en términos sanitarios, más teniendo en cuenta el aumento de las muertes por enfermedad cardiovascular durante la pandemia
  • Si analizamos la prevalencia del hipercolesterolemia2 de un 18.4%, la reducción de compra de atorvastatina en 8% contribuye al aumento del riesgo de enfermedad cardio y cerebrocardiovascular
  • Según la encuesta antes indicada, la prevalencia de Diabetes Mellitus y prediabetes es de un 6% a un 9%, y si bien las compras disminuyeron 2% durante estos dos años, el consumo de fármacos para controlarla se redujo en un 6,7% en 2020 y en 5,2% en 2021, lo que contribuye aún más al aumento del riesgo cardiovascular durante el período. Las causas del descenso del consumo pueden ser múltiples, desde comunitarias, institucionales, logísticas o de acceso, el hecho es que se redujo para esta patología
  • Considerando la reducción de compras de antihipertensivos, de medicamentos para el colesterol, la menor compra de ácido acetilsalicílico y reducción de consumo de antidiabéticos, resulta muy probable asociar estos elementos de reducción de múltiples fármacos usados en prevención cardiovascular que concluye el análisis, con el aumento sustantivo del riesgo vascular de los usuarios de ASSE durante el período
  • Además de la reducción de las compras de fármacos para control de la epilepsia en un 8%, también se redujo su consumo entre un 6% y 8% para los años 2020 y 2021 respectivamente en relación al año 2019 en los pacientes de ASSE. La deprivación de medicación en personas con epilepsia es el principal factor para que presenten convulsiones o estados de mal epilépticos con la gravedad que estos cuadros pueden
  • El descenso en las compras de 17% de prednisona, en promedio en los años 2020 y 2021 respecto del promedio 2018- 2019, siendo un inmunomodulador y antinflamatorio, es de enorme preocupación por su necesidad para el tratamiento tanto de enfermedades autoinmunes, inflamatorias, respiratorias, entre otras. El mal control de enfermedades que requieren inmunomodulación y otras enfermedades como ser enfermedades inflamatorias intestinales, articulares, respiratorias, prevención de complicaciones de gravedad conocidos pueden generar una discapacidad irreversible. Para enfermedades respiratorios como Asma o EPOC, la prednisona es imprescindible para prevenir y tratar cuadros graves y/o moderados así como para controlar crisis respiratorias

Los principales hallazgos que nos permite este análisis de medicamentos básicos son:

1) confirmar el impacto en la atención sanitaria del recorte presupuestal en dicha área.

2) visualizar que en el área de prevención cardiovascular, dicho recorte es profundo y consistente, lo que empeora el cuidado sanitario en salud cardio vascular de usuarios de ASSE, que podría asociarse al aumento potencial de la mortalidad de tal causa en el período. 

3) verificar que hubo recorte en áreas de extrema sensibilidad como control de enfermedades respiratorias, epilepsia, analgésicos comunes, dolor crónico, de alta frecuencia en la población.

Asimismo, si analizamos las compras en pesos constantes, en la comparación del promedio de 2018-2019 respecto del promedio del 2020-2021, también se observan recortes importantes. Solamente en la compra del medicamento para tratar la gastritis y la protección gástrica se recortaron más de 12 millones de pesos. Lo mismo ocurre en los medicamentos para tratar la hipertensión arterial donde se reducen sus compras a valores contantes en un 15%, que representa un recorte de 13 millones de pesos y en analgésicos no utilizados para el tratamiento sintomáticos de COVID 19, con un recorte cercano al 30%, superando los nueve millones de pesos. También las compras de los fármacos para tratar enfermedades respiratorias fueron recortadas en más de 6 millones de pesos.

Dr. Charles Carrera Leal, Senador de la República / MPP – Espacio 609 – Frente Amplio

Compartí este artículo
Temas