Tulsi Gabbard nueva Directora del Servicio de Inteligencia Nacional de Estados Unidos

Finalmente y tras sortear las resistencias de demócratas y republicanos el pasado miércoles el Senado de Estados Unidos confirmó a Tulsi Gabbard como directora del Servicio de Inteligencia Nacional.

La votación de la confirmación de Gabbard tuvo 52 votos a favor a 48 en contra.

Su nombre, impulsado por el presidente Donald Trump, provocó intensos debates en el Congreso estadounidense debido “a la trayectoria y posturas de Gabbard en política exterior”.

Las resistencias al nombramiento de Gabbard no solo se expresaron al interior de los Estados Unidos, en ese sentido los servicios de Inteligencia del Reino Unido también expresaron sus dudas sobre la conveniencia de su nombramiento.

Los británicos, que expresaron su rechazo al nombramiento, argumentaron que dicho recelo obedecía a las supuestas posiciones prorusas de Gabbard por lo que esperaban que su postulación fuera bloqueada por los legisladores estadounidenses.

Tras conocerse la aprobación primaria de Gabbard por el Comité de Inteligencia del Senado fuentes cercanas a los servicios de inteligencia británicos declararon a The Telegraph que Gabbard “está completamente incapacitada para el cargo”.

“Las principales preocupaciones” sobre la nominada por Trump, dijeron dichas fuentes, “son sobre Rusia. Parece una apologista y lo que necesitamos en este momento es un frente unido”.

Tulsi Gabbard, de 43 años, fue miembro de la Guardia Nacional del Ejército y excongresista demócrata por Hawái.

En 2020, participó en las primeras primarias presidenciales del Partido Demócrata, abandonando el mismo en 2022 para declararse independiente políticamente.

Su ingreso al Partido Republicano es reciente y desde entonces ha sido una destacada aliada de Trump.

Según reseña la revista Escenario Mundial, en su paso por el Congreso, “Gabbard se destacó por sus posiciones no intervencionistas y críticas hacia ciertas políticas exteriores de Estados Unidos”.

Mantuvo, en el año 2017, una reunión con el presidente sirio Bashar al-Assad, hecho este que generó polémicas y críticas entre demócratas y republicanos.

En la sesión de confirmación el único senador republicano que votó en contra de Gabbard fue Mitch McConnell, quien expresó sus preocupaciones sobre la preparación de Gabbard “para liderar la comunidad de inteligencia”.

Los restantes senadores republicanos, reconocieron que tras mantener varias reuniones privadas, acordaron su respaldo, “confiando en sus promesas de despolitizar y refocalizar las agencias de inteligencia”.

Al asumir como Directora de Inteligencia Nacional, Gabbard será la encargada de supervisar 18 agencias y departamentos dedicados a la actividad de Inteligencia, incluyendo la CIA y la NSA y tendrá como uno de sus más relevantes desafíos la restauración de la confianza en la comunidad de inteligencia, así como “garantizar que las evaluaciones” de Inteligencia “se realicen sin influencias políticas”.

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