Una mirada a fondo de las elecciones del 27

Por Gabriel Mazzarovich

En diálogo con EL POPULAR el politólogo Oscar Bottinelli, fundador de FACTUM, realizó un primer análisis de los resultados de las elecciones departamentales y municipales de este domingo 27 de setiembre.

Bottinelli destacó que desde el punto de vista de la territorialidad hay “un claro avance del Partido Nacional, que se queda con 15 intendencias y más de 80 municipios”, pero agregó que el Frente Amplio “no sigue cayendo” y mantiene Montevideo, Canelones y Salto. El politólogo indicó que con respecto a octubre el FA no cae, incluso recupera un punto porcentual y la coalición de gobierno no logra repetir el 54% de octubre y se queda en un 50%.
Bottinelli también resaltó el triunfo de Carolina Cosse en Montevideo, que muestra “una gran potencialidad como candidata y hacia el futuro” y afirmó que las intendencias de Montevideo y Canelones, de Cosse y Yamandú Orsi, adquieren una gran relevancia política en este período.
El politólogo también dijo que los resultados municipales muestran “una gran dificultad del Frente Amplio” en ese nivel y, a la vez, que el Partido Nacional ha logrado “gran eficiencia” en el despliegue territorial.

-Culminó un largo ciclo electoral, esta vez extendido en el tiempo aún más por la pandemia: ¿Cuáles son las lecturas políticas principales sobre el mismo?

La primera es que, si bien el ciclo electoral desde el punto de vista jurídico recién terminó y el análisis político macro también, si tuvimos, esta vez, que hubo un ciclo electoral que quedó cortado, en seguida de la elección nacional, concretamente el 13 de marzo, cuando empieza la Emergencia Sanitaria. Esta elección de setiembre de 2020, queda algo descolgada, se diferencia de las cuatro elecciones similares anteriores en que se llega por primera vez a una elección departamental con un gobierno nacional actuante por prácticamente seis meses. Con temas muy importantes en el medio como el Covid 19, la Ley de Urgente Consideración, el envío del proyecto de Presupuesto, es decir, no es como antes que prácticamente era la continuidad total de la elección nacional, con un gobierno que recién estaba ordenando las sillas.
Por eso nosotros consideramos que con todas las precauciones del caso, y todos los cuidados que hay que tener en la extrapolación de datos, tiende a ser más una elección de medio período, no porque este exactamente a mitad del período de un gobierno, pero si porque ya es interrumpiendo o incrustándose en un período de gobierno andante. Las clásicas elecciones de medio período son cuando se renueva a mitad del camino el parlamento, en forma total o parcial. Pero también se llaman elecciones de medio período cuando en un país vota la totalidad del país para otro tipo de cargos, sean nacionales, regionales, provinciales, departamentales, municipales o comunales.
Y eso permite lecturas, porque alguna influencia tiene el desempeño del gobierno cuando la elección ya queda tan desprendida de la anterior.
Dicho esto, digamos varias cosas.
Primero, desde el punto de vista territorial no hay ninguna duda que en la comparación con 2015 hay un claro avance del Partido Nacional, que llega a 15 intendencias, igual que en 1989, y quedan 3 del Frente Amplio y 1 del Partido Colorado. En 1989 era al revés, era 1 del Frente Amplio y 3 del Partido Colorado.
En el tema de los municipios también hay un claro avance del Partido Nacional, un retroceso del Partido Colorado y un muy fuerte retroceso del Frente Amplio.
Entonces, el análisis territorial es muy claro sobre un avance del Partido Nacional, lo cual puede analizarse después sobre las consecuencias que tiene sobre el manejo futuro del gobierno.
Segundo, mirando el panorama global del país, encontramos que el Frente Amplio no retrocede en relación a octubre, sino que el retroceso es el que tuvo respecto al ciclo electoral anterior. El Frente Amplio golpeado en octubre no se recupera de ese golpe pero no sigue cayendo. El efecto que si se produce es en pérdida de dominio territorial.
El Frente Amplio saca el 40% del voto en todo el país, más o menos va a quedar en eso, cuando termine el escrutinio definitivo, y la coalición de gobierno, y este es un dato realmente importante, va a quedar cuando termine el escrutinio definitivo, en torno al 50%. Luego tenemos, entre partidos chicos, que aquí fueron solamente dos y muy pequeños en su votación, Unida Popular y el Partido Verde Animalista, y los votos sin efecto, los votos residuales, que esta vez fueron muy altos, siempre ocurre en las elecciones departamentales, por el alto peso que tiene el voto solo a lo municipal, que es muy importante en muchos lados del interior del país. La suma del voto en blanco total, el voto en blanco en lo departamental pero no en lo municipal, está por encima del 9%.
La sociedad, desde el punto de vista electoral, queda en 5 partes para la coalición, 4 para el Frente y 1 en lo que podemos llamar al margen de esos dos bloques.
Esto es, en cuanto al Frente, lo mismo que en octubre del año pasado, es decir el Frente Amplio no retrocede. Si afinamos, crece un 1%.
Pero la coalición de gobierno retrocede, porque en octubre, los 5 partidos de la coalición, incluso sumando el PERI que acompañó a la coalición en Montevideo, daba el 55%, si se saca al PERI daba el 54%. Hoy tiene el 50%.
Esto coincide con que en noviembre en el balotaje la coalición tampoco revalidó ese 54%, sino que Lacalle Pou tuvo el 49%.
Esto quiere decir que el apoyo real del gobierno apoyado en una coalición, demostrado electoralmente, no es de 54% sino de 50%.
Este es un dato importante. Si se considera, que es otro tema a analizar, que hay una gran imagen del presidente, afirmación que hay que matizarla, daría un efecto neutro en el resultado global en todo el país.
Porque no se superan los votos del balotaje y no se llega a los que los partidos que integran la coalición tuvieron en octubre.
Estos son los dos puntos importantes.
Hay una tercera conclusión, que no es menor, cuidado con la comparación con 1989 porque el sistema electoral es radicalmente diferente. En 1989 estaba vinculado el voto nacional y departamental y los partidos votaban todos por separado. Quedaba muy unido querer votar a presidente y querer votar a intendente. Ahora está separado inclusive en el tiempo. La oferta electoral determina que haya muchos departamentos en los que las opciones son binarias y generalmente han sido entre el Frente Amplio y un partido del actual oficialismo, el Partido Nacional en casi todo el país, el Partido Colorado en Rivera, o la coalición multicolor en Montevideo. En el único lugar que hubo una elección triangular fue en Salto, Frente Amplio, Partido Nacional, Partido Colorado. En cambio, en 1989, todas las elecciones eran, por lo menos, entre tres, Frente Amplio, Partido Nacional, Partido Colorado.
En esta elección la alta votación del Partido Nacional es producto de que hubo muchos votantes de Cabildo y del Partido Colorado que en los departamentos votaron las candidaturas del Partido Nacional, o para definir entre candidatos blancos, como en Cerro Largo, Treinta y Tres, Tacuarembó y Lavalleja, o para definir entre el oficialismo, expresado por el Partido Nacional, y el Frente Amplio, como en Paysandú, Río Negro y Rocha.
Acá hay un detalle muy importante a los efectos del manejo de la coalición en el gobierno, en Rocha, el Partido Nacional, entendido como el partido de los blancos, pierde con el Frente Amplio por 3 mil votos. La alianza Partido Nacional y Cabildo Abierto gana la intendencia, porque Cabildo Abierto aporta 4 mil votos, con la candidatura de Martín Rodríguez. Es eso lo que le da la diferencia de mil votos que permite consagrar a Alejo Umpiérrez como intendente de Rocha. Fue decisivo el aporte de Cabildo Abierto para derrotar al Frente Amplio en Rocha.
En Salto fue al revés, el no funcionamiento de la coalición benefició al Frente Amplio, que tuvo que enfrentar un Partido Nacional y un Partido Colorado que estaban duramente enfrentados entre sí, por un lado, el presidente de la República va a apoyar al candidato más importante del Partido Nacional y el secretario general del Partido Colorado, el ex presidente Sanguinetti, saliendo a reclamar contra la intervención oficial en la campaña electoral, incluso cuestionando que se aliaron tres partidos contra el Partido Colorado, porque hubo una candidatura de Cabildo en el Partido Nacional y además el apoyo del Partido Independiente.

-Hay analistas que hablan de una división del país entre Montevideo y el interior, tomado como un todo: ¿Cómo quedó el país electoralmente desde tu punto de vista?

Me parece que claramente el interior es dominio de los partidos tradicionales, con la excepción de Salto, en intendencias y en votos, y la región metropolitana, compuesta por Montevideo y Canelones, es dominio del Frente Amplio. Se está volviendo no al término Montevideo-Interior como dos realidades distintas pero si a región metropolitana contra el resto del país, con predominancias políticas opuestas.
Esto, que lo clarifica mucho esta elección, ya lo habían apuntado, en parte, la elección de octubre y el balotaje.

-Esas serían entonces las conclusiones generales, llamémosles macro, ¿qué conclusiones primarias hay de las elecciones a nivel municipal?

El resultado de las elecciones municipales en Montevideo marca, que en la costa, es decir los municipios CH y E, desde Punta Carretas hasta Carrasco, más allá que el E va bastante al norte, hay un predominio tradicional, tanto en lo departamental como en lo municipal, de los partidos hoy de la coalición de gobierno, del Partido Nacional. Pero que en el noreste de Montevideo, en el municipio F, haya ganado el Frente Amplio en lo departamental y perdido en lo municipal, es un dato de que el Frente Amplio la elección municipal la manejó muy mal.
La coalición tuvo una proporción de votos municipales en relación a los departamentales mucho más alta en todo el departamento que el Frente Amplio. Esto está hablando de que el Frente Amplio tiene un problema en materia de territorio, tiene un problema en materia de organización, de militancia y de estructura, entre las tantas cosas de auto análisis que requiere el Frente Amplio de estas elecciones, tiene que agregar esto otro.
Es un Frente Amplio que tiene serios problemas en el anclaje territorial y esto lo demuestra la cantidad de pérdidas de municipios en el interior, muchos de ellos emblemáticos para el Frente Amplio, como Piriápolis, San Carlos, Chuy, Bella Unión, para marcar algunos. Eran símbolos del dominio en localidades del interior del Frente Amplio y los perdió.
Por otro lado esta elección marca que el Partido Nacional es un partido que maneja con mucha eficiencia el implante territorial, a nivel departamental y a nivel municipal. Claramente es un partido que ese tema lo maneja muy bien.
Por otra parte, se sabe, y hay cosas que vienen en el Presupuesto, que la intención de presidencia de la República, y del gobierno desde el punto de vista blanco, es darle mucha importancia a las intendencias del interior, a través de proyectos que hoy ejecuta la Oficina de Planeamiento y Presupuesto, financiados en general por organismos internacionales, y cuya ejecución, bajo control del gobierno central, se transferiría a las intendencias. Y el MIDES también transferiría mucho de la ejecución de los planes sociales a las intendencias.
Lo cual hace prever que las intendencias van a tener un poder de relacionamiento con la gente muy grande. Y van a contar, relativamente en función de la situación del país, con muchos recursos en el trato personal con los ciudadanos. Este va a ser un tema político muy importante, del desarrollo de la política, particularmente del Partido Nacional, pero de la coalición en general en los próximos cuatro años.

-Vayamos ahora a Montevideo: ¿Qué lecturas permite un nuevo triunfo del Frente Amplio y la elección de Carolina Cosse?

En Montevideo se cumplió lo que la encuesta de Factum previó, la diferencia que tuvimos con el resultado, más allá de que hay márgenes de error, pero permite suponer que el Frente Amplio tiene una expectativa de dos puntos por encima de lo que obtuvo y son los dos puntos que se estimó en más también a Daniel Martínez. Daría la impresión que los dos puntos que perdió Daniel Martínez se van del Frente Amplio. Lo cual es lógico, el Frente Amplio vota muy encima de lo que obtuvo en octubre, casi 5 puntos por encima. Por lo tanto está recogiendo votos de gente que votó a partidos de la coalición en octubre y que votan al Frente Amplio un año después. En general notabas que mucha de esta gente que votó a Cabildo o al Partido Colorado, y ahora iba a votar al Frente Amplio, prefería a Martínez porque lo veía como el más independiente del propio Frente Amplio, menos atado a los sectores y los liderazgos, no digo que lo fuera, digo que es lo que veían. Estas personas cuando vieron que, claramente, Daniel Martínez iba camino a no ganar, prefirieron votar en blanco o votar a Laura Raffo.
Efectivamente en la encuesta final teníamos 4% de indecisos entre los partidos, le sumamos dos que perdería el Frente Amplio, me refiero a expectativas, porque como dije el FA creció, y ya tenemos que todos los indecisos y los dos que pierde el Frente Amplio se distribuyen entre la coalición y el voto residual.
Dentro del Frente Amplio la diferencia entre Carolina Cosse y Alvaro Villar estuvo más o menos en la estimación de las tres encuestadoras principales.
Y este es un dato muy importante, Carolina Cosse tiene una fuerte diferencia con respecto a octubre. ¿A qué me refiero? Si se hace un análisis del voto de octubre, que no es fácil de hacer, sobre el apoyo con que arranca cada candidato a la intendencia, en base al voto de los sectores que los apoyaban. Digo que no es fácil de hacer porque hubo sectores que se dividieron, listas que se dividieron, entonces hay que hacer estimaciones. Pero esto daba que el apoyo sectorial a Carolina Cosse era un 13 o 14%, a Daniel Martínez igual y a Villar el 20%.
Villar votó por debajo de los apoyos que tenía, tuvo un 18.5 hablando grosso modo. Martínez quedó por debajo también. Pero Carolina Cosse es casi una vez y media los votos que saca comparados con el apoyo que partía. Es muy importante el crecimiento. Obviamente al crecer Carolina crecen los sectores que la apoyan.
Pero da la impresión que aquí se generó un voto “carolinisista”. Uno de cada tres votos que obtuvo Carolina Cosse es de gente que votó a la persona Carolina Cosse y dos son de los sectores que ya venían apoyando y mantuvieron esos votos.
Grosso modo por supuesto.
Esto habla de la enorme potencialidad que demostró Carolina Cosse como candidata y como figura política. Y la posiciona además en un lugar muy importante.
Pensemos una cosa, los gobiernos de Montevideo del Frente Amplio hay que dividirlos en dos tiempos. Un primer tiempo, que abarca tres períodos, el de Tabaré Vázquez y los dos de Arana, que son con gobiernos nacionales de partidos tradicionales, Lacalle, Sanguinetti y Batlle. El segundo tiempo son los otros tres períodos, que son con gobiernos nacionales del Frente Amplio. En ese tiempo la intendencia pierde importancia política, porque el Frente Amplio tiene el gobierno nacional, la presidencia de la República y varios ministerios con gran fuerza política, como Economía, Trabajo, Educación, Cancillería, Interior, Transporte y Obras Públicas, Salud, el MIDES.
Ahora las intendencias de Montevideo y Canelones pasan a ser los cargos más importantes de ejercicio de poder por parte del Frente Amplio.
Por lo tanto este esquema se asemeja más al primer tiempo del Frente Amplio gobernando Montevideo, que en ese momento era solo Montevideo, ahora es Montevideo y Canelones, toda la región metropolitana.
Esto hace que estos dos cargos, las intendencias de Montevideo y Canelones, tienen una importancia diferente a todo lo que hubo hasta ahora.
Porque tienen la importancia de ver las figuras que en materia de poder se contraponen al poder del presidente de la República, sobre todo en el plano político-simbólico.
Lo cual le da a Carolina Cosse y a Yamandú Orsi un papel político muy fuerte en relación a la ciudadanía.

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