El Ejército de Liberación Nacional (ELN) de Colombia anunció, mediante un comunicado en su página web la decisión de la organización de reanudar los diálogos de paz con el recién electo mandatario Gustavo Petro.
“Ayer Gustavo Petro fue electo Presidente, este Gobierno debe encarar los cambios para una Colombia en paz, entre los más urgentes están la inclusión política y económica, una economía soberana sin depredación, y una nueva Doctrina de Seguridad y Derechos Humanos”, comienza afirmando el comunicado del Comando Central.
El comunicado, titulado “Vamos con los cambios y la paz”, afirma que el gobierno de Gustavo Petro deberá «encarar los cambios para una Colombia en paz» y para ello es urgente que se desarrolle «la inclusión política y económica, una economía soberana sin depredación, y una nueva Doctrina de Seguridad y Derechos Humanos».
Para la organización guerrillera, en el país las dos causas que impiden superar el conflicto armado y la violencia política son «la Doctrina de Seguridad Nacional, que define a los opositores como enemigo interno, que prioriza el uso de la fuerza y desecha el diálogo para encarar los problemas»; así como, «el añejo régimen clientelar violento, mutado hoy en un sistema corrupto y mafioso».
Para el ELN, Colombia podrá tener un gobierno con amplio respaldo popular, si Petro desarrolla una política que transforme al país y elimine «el clientelismo”, así como “la violencia de la política”.
“Si el Presidente elegido se posesiona el 7 de agosto para hacer los cambios que nos encaminen a superar el clientelismo y sacar la violencia de la política, avanzar en planes de inclusión social que contemplen empleo y emprendimientos para las mayorías, un plan de Reforma Agraria, un nuevo modelo de lucha contra las drogas y le da continuidad al Proceso de paz, Colombia tendrá un Gobierno respaldado por el movimiento popular, pero si se instala para hacer ‘más de lo mismo’ tendrá al pueblo en las calles reclamando cambios con más vehemencia que en 2019 y 2021”, expresa el comunicado que finaliza afirmando que la organización mantendrá “activo su sistema de lucha y resistencia política y militar, pero también su plena disposición para avanzar en un Proceso de Paz que dé continuidad a la Mesa de Conversaciones iniciada en Quito en febrero de 2017”.