La ola de violencia en Puerto Príncipe, Haití, desatada por pandillas armadas, obligó a Estados Unidos a que evacuara parte del personal de su embajada y al reforzamiento de su seguridad.
La pasada jornada fueron reportados en la capital haitiana ataques a hospitales, así como el bloqueo de infraestructuras, lo que derivó en un agravamiento de la situación humanitaria que se tornó cada vez más precaria.
Ante ello, el presidente de El Salvador, Nayib Bukele, se “brindó” para “arreglar” la crisis de inseguridad que se vive en el país, aunque no detalló cómo lo haría.
De acuerdo a varios medios de prensa, en este fin de semana hubo “nuevos enfrentamientos entre la policía y las bandas criminales”.
Al comentar la situación de violencia armada que se vive en el país, algunos de los representantes militares estadounidenses informaron que habían llevado adelante “una operación para aumentar la seguridad de la Embajada de Estados Unidos en Puerto Príncipe”.
Una decisión que, aclararon en un posteo realizado en la red social X constituye una reacción ante “el aumento de la violencia de las pandillas en las proximidades de la embajada y del aeropuerto”, que determinó que el Departamento de Estado hiciera los arreglos necesarios “para permitir la salida de personal adicional”.