Un día como hoy hace 108 años (1916), República Dominicana sufrió la primera invasión militar por parte de Estados Unidos.
La invasión, daba cuenta de la política injerencista estadounidense, basada desde la propia fundación de la nación del norte en las “doctrinas expansionistas como la de James Monroe”, con “su lema “América para los americanos”, la del supuesto Destino Manifiesto”, que sirvió “para argumentar que Dios quería que Estados Unidos guiara los designios del continente, o la del “Big Stick” (Gran Garrote) con la que Theodore Roosvelt decía “Habla suave, pero enseña el garrote”.
Fruto de gobiernos irresponsables, República Dominicana, fue acumulando deudas contraídas a partir de los emprestitos que se tomaban por iniciativa de sus gobernantes a empresas norteamericanas.
“En mayo de 1916”, recuerda la agencia teleSUR, “el Gobierno estadounidense decidió que era el momento de intervenir” en República Dominicana, “para cobrarse la deuda, y de paso organizar la producción de las materias primas que comenzaban a escasear en Europa desde el estallido de la I Guerra Mundial, dos años atrás”.
El desembarco estadounidense ocurrió “en dos lugares: Montecristi (…) y “por el Puerto de Haina en el sur, cercano a Santo Domingo, capital de la nación”.
Al producirse la invasión, el presidente dominicano Francisco Henríquez y Carvajal, manifestó su indignación al presidente estadounidense Woodrow Wilson, pero la protesta no tuvo mayores consecuencias.
“La resistencia del pueblo dominicano, en desigual fuerza”, rememoró el medio de prensa, “solo se manifestó en una batalla en La Barranquita, cerca de Santiago, que duró algunas horas, y en ciertas acciones de grupos campesinos en el este del país que llamaron “Gavilleros” increpando con algunas intervenciones por sorpresa a las tropas norteamericanas”.
Uno de los dominicanos más recordados en las acciones de resistencia fue Gregorio Urbano Gilbert, considerado como el que encarnó la resistencia, el otro nombre destacado fue “Américo Lugo quien como intelectual” produjo varios “textos denunciando la intervención”.
La ocupación estadounidense se mantuvo hasta la finalización de la I Guerra Mundial, momento en que se fue negociando la salida de las tropas militares norteamericanas de República Dominicana.
Tras varias propuestas, “los dominicanos terminaron firmando el acuerdo “Hugs-Peinado” para la salida de las tropas estadounidenses del país, no sin antes reconocer la nueva deuda por la modernización de la nación, consentir una dependencia política y aceptar unas relaciones comerciales ventajosas para los que iban a desocupar el territorio dominicano”.
Previo a la invasión al territorio dominicano, Estados Unidos ya había “invadido a Colombia en 1903, Nicaragua en 1909, México en 1914, Haití en 1915 y mucho más atrás, a Cuba y Puerto Rico en 1898”, siendo convertido este último en colonia gringa.
“Estos hechos”, resalta teleSUR, demuestran “al mundo la estrategia injerencista de Estados Unidos con Latinoamérica y el Caribe” una estrategia “que aún continúa”.