A ganar el gobierno nacional

Los resultados electorales del domingo 27 de octubre, sus repercusiones políticas, sociales y su expresión en los distintos ámbitos de representación deben ser motivo de un análisis profundo y riguroso, crítico y autocrítico. Pero la elección aún no terminó, el 24 de noviembre se define un aspecto centralísimo, nada más y nada menos que el gobierno nacional.

Estas líneas y el análisis de los resultados que incluye esta edición tienen una doble intención: un primer balance, pero también, y con mucha fuerza extraer conclusiones políticas que nos permitan dar la batalla política que tenemos abierta y que tiene el objetivo claro de que Yamandú Orsi y Carolina Cosse ganen el balotaje y el gobierno nacional sea recuperado para las mayorías nacionales.

Hay un primer aspecto a destacar: el Frente Amplio es, por sexta elección consecutiva, dicho de otra manera, desde la última elección del siglo XX y en todas las del siglo XXI, es decir, desde hace 25 años, la primera fuerza política del Uruguay.

El Frente Amplio logró más de un millón de votos, el 44% de las voluntades ciudadanas, recuperó casi 120 mil votos con respecto a octubre de 2019, tiene asegurada la mayoría del Senado, con 16 senadores y tiene una bancada de 48 diputados. 

El Frente Amplio le sacó 17 puntos de diferencia al Partido Nacional, que salió segundo y supera al Partido Nacional y al Partido Colorado sumados.

El Frente Amplio es la primera fuerza en 12 departamentos, en Durazno y Tacuarembó por primera vez en la historia, logra diputados en los 19 departamentos, gana por primera vez en varias ciudades del interior del país y recupera otras de enorme valor simbólico como Bella Unión. En Montevideo, de acuerdo con análisis primarios, el Frente Amplio es primera fuerza en 59 de los 62 barrios y en 48 barrios logró más de la mitad de los votos.

En contraposición, el Partido Nacional perdió votos con respecto a 2019, lo mismo que toda la coalición de derecha sumada, en este caso en un número cercano a los 150 mil. La derecha es minoría en el Senado, no tiene mayoría propia en Diputados.

Es cierto que las expectativas y la militancia desplegada hacían esperar una votación superior, pero lo que no puede dejar dudas es que el Frente Amplio es el ganador de las elecciones del domingo 27 y eso no lo puede cambiar ninguna operación de marketing o mediática por más bien montada que sea.

Vamos a volver sobre esta conclusión política central para la lucha política por ganar el balotaje.

La papeleta blanca del SI

El domingo también se votaron dos plebiscitos constitucionales, el que promovía la derecha para habilitar el allanamiento nocturno, una propuesta ofrecida como solución mágica para el serio de problema de violencia y seguridad pública que enfrenta nuestro país y de la papeleta blanca del SI por la seguridad social.

Si bien los resultados pueden presentarse como similares, tanto porque no fueron aprobados como en número de votos, sería un grave error equipararlos porque nos son comparables. Y esto es importante tanto para el balance electoral como para el trabajo político de la campaña del balotaje.

La papeleta amarilla fue promovida desde el poder, la blanca desde el movimiento popular contra sectores claves del poder y tuvo que enfrentar una durísima y hostil campaña de miedo en contra.

El objetivo de quienes apoyamos la papeleta blanca era que ganara, no se alcanzó, pero si se logró que casi un millón de uruguayas y uruguayos la apoyaran. Tuvo votos de todos los partidos, con una votación muy importante y ampliamente mayoritaria dentro del Frente Amplio.

Esta votación expresa el altísimo nivel de rechazo que la reforma jubilatoria del gobierno tiene en nuestra población y también la necesidad de dar mensajes claros en la campaña del balotaje de que esta señal política fue recibida y será atendida. 

La votación de la 1001

Antes de ir a las conclusiones finales de este análisis primario y a pocos días de la elección, es imprescindible, tratándose de un editorial de EL POPULAR, hablar de la votación de la 1001.

El balance está en construcción, en los organismos del PCU y la UJC y también con todas y todos los sectores y militantes independientes que participaron en la campaña.

Al igual que con la votación del Frente Amplio y de la papeleta blanca del SI había expectativas que no se cumplieron totalmente. Pero la 1001 es, por segunda elección consecutiva, la segunda lista más votada del Frente Amplio incluso quedó entre las 5 listas más votadas del país, tomando en cuenta todos los partidos políticos. 

El Senado encabezado por Oscar Andrade obtuvo 126 mil votos, logró 2 bancas en el Senado y 5 bancas en Diputados, lo que la transforma también en la segunda bancada del Frente Amplio.

En términos de representación parlamentaria mantuvo las dos bancas en el Senado y las 5 titulares que tenía en Diputados, aunque cambió la composición de estas, en el 2019 se obtuvieron 4 en Montevideo y 1 en Canelones, ahora son 3 en Montevideo, 1 en Canelones y 1 en Durazno.

En cuanto a la votación global es una comparación compleja de hacer ya que varió la presentación electoral con respecto a 2019, tanto en cuanto a las listas que apoyaban el Senado, fueron menos en esta oportunidad, como en los acuerdos departamentales para las diputaciones. Por lo tanto, no se puede hacer una resta simple para evaluar el desempeño. Lo que si se puede decir es que se mantiene la representación parlamentaria y luego el análisis requiere de más precisión y una mirada lugar por lugar.

Habrá tiempo y espacio para un balance más a fondo, de todo, pero ahora se trata de poner todo ese acumulado político en la cancha para contribuir, con todas las fuerzas, a ganar el balotaje.

A ganar

El Parlamento quedó conformado con la votación del 27 de octubre. El 24 de noviembre se decide quien ejercerá el gobierno y tendrá el Poder Ejecutivo. 

La única opción que abre el camino para que se fortalezca la perspectiva popular y que se produzca un cambio de gobierno a favor de las grandes mayorías nacionales es votar por Yamandú Orsi y Carolina Cosse.

El Frente Amplio está delineando la campaña. Pero hay cosas que están claras, al igual que en 2019 con el voto a voto, donde dimos vuelta más de 100 mil votos en menos de un mes, el despliegue de la militancia y el diálogo directo con nuestro pueblo serán fundamentales, es lo que puede decidir la elección.

Yamandú y Carolina son la única fórmula que tiene un Programa de Gobierno, un compromiso con la ciudadanía, con propuestas concretas para dar respuestas a los problemas de nuestro pueblo y de nuestra sociedad.

Hay que presentar, con claridad y siendo muy concretos, esas propuestas, en el diálogo mano a mano en todo el país.

No da lo mismo quien gané el 24 de noviembre. No da lo mismo para dar respuesta a la pobreza y la pobreza infantil. No da lo mismo para el trabajo y el salario. No da lo mismo para el costo de vida. No da lo mismo para la vivienda. No da lo mismo para la salud. No da lo mismo para la educación. No da lo mismo para las jubilaciones y las pensiones, la seguridad social y su necesaria transformación. No da lo mismo para la soberanía. No da lo mismo para terminar con la corrupción. No da lo mismo para superar las políticas que fracasaron en enfrentar la violencia y el deterioro de la seguridad pública. No da la mismo.

Solo por colocar un dato, cerca de 100 mil uruguayas y uruguayos votaron la papeleta blanca del SI y no lo hicieron por el Frente Amplio, ni por los partidos de la coalición de derecha. O votaron solo la papeleta del SI y en blanco en cuanto a partidos políticos o votaron a Identidad Soberana, a Unidad Popular y al PERI. No se trata de lograr que los dirigentes de esos sectores se pronuncien por Yamandú y Carolina, se trata de hablar con esas uruguayas y uruguayos y convencerlos que no da lo mismo. Hay sectores populares que votaron al Partido Nacional, el Partido Colorado, Cabildo Abierto y el Partido Independiente que son posibles de convencer para que no voten la fórmula de la desigualdad y los privilegios en noviembre.

Yamandú y Carolina son quienes están mejor posicionados para el balotaje, tienen el respaldo de la principal fuerza política del país, tienen mayoría asegurada en el Senado y tienen el único Programa de gobierno que plantea compromisos ante los principales problemas de la sociedad.

Históricamente en todos los balotajes los candidatos de la derecha pierden votos y los candidatos del Frente Amplio crecen con respecto a octubre.

Todo eso es así, pero lo que hará que esas mejores potencialidades se concreten en un resultado favorable a nuestro pueblo será la militancia, día a día, en todo el país, dialogando y convenciendo.

Hay que aprovechar cada minuto y salir a la calle a ganar. Con Yamandú y Carolina, el Frente Amplio y nuestro pueblo, sabremos cumplir.

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