Hoy 28 y mañana 29 de octubre se presenta ante la Asamblea General de las Naciones Unidas la resolución Necesidad de poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero de Estados Unidos contra Cuba, respaldada desde 1992 por la mayoría de los países del mundo.
49% más bloqueados
De marzo de 2024 a febrero de 2025 el bloqueo provocó pérdidas materiales estimadas en 7.556,1 millones de dólares, un aumento del 49% respecto al período anterior.
Este incremento se atribuye principalmente a la caída de ingresos por exportaciones y a la persecución financiera que obstaculiza las transacciones internacionales.
Recordemos que Cuba fue incluida nuevamente en la infame lista de Estados supuestamente patrocinadores del terrorismo, que la convierte en país de “riesgo” para cualquier transacción, negocio e inversión.
El bloqueo de Estados Unidos a Cuba consiste en un conjunto de medidas de coacción y agresión económicas que entrañan una conducta genocida, orientadas a provocar asfixia e inmovilidad, por lo que supone un freno para el desarrollo socioeconómico cubano.
Es una política unilateral que transgrede todas las normas del derecho internacional, y que constituye una flagrante violación de los derechos humanos de todos los cubanos.
A precios corrientes, los daños acumulados por el impacto de esta política ascienden a más de 170 677 millones de dólares.
Tomando en consideración el valor del oro en el mercado internacional, para evitar las fluctuaciones del valor del dólar, los perjuicios acumulados superan los 2 000 000 103 897 (más de 2.1 billones) de dólares.
“No es posible expresar en cifras el daño emocional, la angustia, los sufrimientos, las privaciones que el bloqueo genera en la familia cubana. Así ha sido por varias generaciones, pues más del 80% de los cubanos en la Isla nacieron después del comienzo del bloqueo”, dijo el canciller Bruno Rodríguez Parrilla al presentar el informe a la prensa.
“Las consecuencias de esta política se evidencian dramáticamente en las carencias que enfrenta nuestra población. Esta realidad es innegable, tangible”, sostuvo el ministro.
Las 10 mentiras del embajador estadounidense en su discurso
1.“El bloqueo no existe”
La legislación estadounidense que sostiene el bloqueo (Ley Helms-Burton (incluido su Título III), Ley Torricelli, “regla de los 180 días”, listas y sanciones sectoriales y financieras) existe y está vigente.
La resolución de Cuba contra el bloqueo no “inventa” esas normas: las documenta y muestra su aplicación práctica. Además, documentos oficiales de EE.UU., como la reedición del Memorando Presidencial N.º 5 (30/06/2025), confirman la continuidad de la política de “máxima presión” contra Cuba.
- “Las dificultades económicas de Cuba son responsabilidad exclusiva del Gobierno de La Habana”
El objetivo declarado de la política estadounidense es “asfixiar la economía” para provocar un estallido social. Ello incluye perseguir combustible, finanzas, turismo y cooperación médica. Ese cerco incide en precios, inversiones, logística y liquidez y explica buena parte de las tensiones económicas actuales.
3.“La resolución anual en la ONU es propaganda”
La votación expresa una defensa amplia del derecho internacional y la Carta de la ONU. El despliegue inusual de presiones diplomáticas de EE.UU. para alterar votos subraya el aislamiento de esa política y la relevancia del pronunciamiento multilateral.
4.“La escasez de alimentos y medicinas es culpa del gobierno cubano”
Existe una cadena de cuellos de botella provocada por el cerco económico de EEUU: en salud, el cuadro básico de medicamentos (651 renglones) registra una afectación del 69% y 364 fármacos en falta (56%) por trabas de pago, proveedores que se niegan a operar y prohibiciones tecnológicas que bloquean equipos o insumos con ≥10% de componente estadounidense.
Esto impide adquirir o encarece severamente medicamentos avanzados y dispositivos críticos (por ejemplo, prótesis aórticas percutáneas o equipos de diálisis), con impacto directo en la atención y los indicadores sanitarios.
En alimentos, la falta de financiamiento y las negativas bancarias forzaron a dejar de importar ~337 mil t de maíz y ~120,3 mil t de soya (piensos), con incumplimientos en la producción de huevos para la canasta familiar.
Las compras “autorizadas” en EE.UU. se hacen bajo condiciones no normales: licencias específicas, pago en efectivo por adelantado (sin créditos), transporte solo en buques estadounidenses y en viajes unidireccionales, lo que encarece fletes y retrasa entregas.
La falta de mercancías se debe a la falta de financiamiento, acceso limitado a créditos, aumento de precios, fletes altos y retrasos en los arribos, consecuencias directas del bloqueo.
- “El bloqueo permite exportar libremente”
No hay “libertad” comercial. El marco legal de EE.UU. fija una política de denegación para exportaciones/ reexportaciones a Cuba (EAR) y prohíbe a subsidiarias de empresas estadounidenses en terceros países comerciar con Cuba.
Además, rige la “regla de los 180 días”, que disuade a navieras de tocar puertos cubanos. Las ventas agrícolas permitidas exigen pago en efectivo por adelantado, sin financiamiento estadounidense. Todo ello restringe y encarece cualquier operación, tanto para exportar como para importar.
A esto se suma la persecución financiera extraterritorial: multas y amenazas a bancos y proveedores, negativas de abrir o mantener cuentas, y operaciones bloqueadas que cortan flujos de pago y cobranza.
El informe de Cuba recoge casos recientes (multa OFAC a EFG; negativa de abrir cuenta para la EXPO Osaka; cierres de cuentas de embajadas) y cuantifica afectaciones generalizadas a contratos, cartas de crédito y transferencias.
Es decir, lejos de “exportar libremente”, Cuba comercia bajo veto, licencias y miedo regulatorio.
El documento enumera medidas que Washington podría autorizar –biomedicina, minería, turismo, flexibilización de licencias de inversión, elevar el umbral del 10% de componente estadounidense, autorizar corresponsalías bancarias, retirar a Cuba de la lista SSOT y suspender el título III– y que hoy obstaculiza.
- “Cuba tiene libertad plena para comerciar con otros países”
Las medidas secundarias (extraterritoriales) de EE.UU. disuaden y castigan a terceros (bancos, navieras, aseguradoras), elevando costos y riesgos de operar con Cuba, lo que restringe la libertad real de comercio.
7.“El Gobierno cubano trafica con su personal médico”
Cuba sostiene cooperación internacional voluntaria y ampliamente reconocida. La persecución de EE.UU. busca cortar esos ingresos y privar a poblaciones vulnerables de servicios esenciales, ignorando estándares de la ONU y OPS.
- “El Gobierno cubano se beneficia del mercenarismo”
Cuba aplica “tolerancia cero” al mercenarismo y ha procesado penalmente a reclutadores. No respalda ni consiente participación de nacionales en conflictos externos.
9.“Cuba desestabiliza el hemisferio”
Lo desestabilizador es el despliegue militar y el chantaje diplomático de EE.UU. en la región. Cuba y la Celac sostienen el principio de zona de paz.
- “Cuba contribuye a la ‘maquinaria de guerra’ rusa”
Cuba no participa en la guerra en Ucrania ni envía efectivos. Ha desarticulado redes de reclutamiento y sanciona el mercenarismo.
Fuente Cubadebate






















