Alrededor de 65 políticos proindependentistas de Catalunya, incluyendo a sus abogados y destacados activistas fueron espiados mediante el software israelí “Pegasus”.
La noticia fue dada a conocer por The New Yorker, luego de un trabajo de investigación desarrollado por expertos en ciberseguridad de la Universidad de Toronto para Citizen Lab.
Entre los políticos espiados se encuentra el actual presidente de Cataluña, Pere Aragonès.
La investigación realizada señala que el caso es el más relevante en cuanto a la cantidad de políticos bajo seguimiento informático.
En este caso, señalan los medios de prensa españoles, las 65 personas seguidas por medio de tecnología de punta están vinculados al proceso de independencia de Cataluña.
Con anterioridad, se había comunicado por los especialistas canadienses de Citizen Lab, otros casos de seguimiento, entre los que se destacaban el realizado contra Al Jazeera (con 36 víctimas) y los disidentes en El Salvador, con 35 víctimas).
Además del espionaje a Carles Puigdemont, fue objeto de la misma actividad su entorno e incluyó a su abogado Gonzalo Boye y al cercano colaborador, el empresario Joan Matamala, así como a un asistente suyo en el Europarlamento y a su esposa, Marcela Topor.
El uso de Pegasus, una potente herramienta de espionaje que puede convertir el teléfono móvil en una grabadora de toda su actividad y que se activa remotamente, es propiedad de la empresa israelí NSO Group.
Cuando se produjeron los primeros informes de denuncia el pasado año, la empresa israelí ha insistido en que solamente vende dicho software a gobiernos con la finalidad de que sea usando para el combate al terrorismo y el crimen organizado.
A pesar de estas afirmaciones, investigaciones realizadas confirman su uso para seguimientos políticos y realización de actividades de inteligencia.
En el caso español, la lista de políticos espiados cubre todo el espectro político independentista, abracando “desde Esquerra republicana de Catalunya (ERC), Junts, PDeCAT, CUP y PNC, así como dirigentes de asociaciones civiles como Òmnium y la Assemblea Nacional Catalana”.
Hasta el momento señala el diario The New Yorker, “ninguna autoridad española consultada ha querido responder a las preguntas realizadas” por el medio de prensa “sobre este espionaje”.