Hamás aceptó un alto al fuego pero Netanyahu plantea seguir la “guerra”.
Rony Corbo
Más de mil gazatíes murieron en bombardeos israelíes en las últimas 24 horas en Gaza, lo que eleva el total de muertos en la Franja a 27.708, la cifra de heridos en 67.147 y calculan 8.000 cuerpos bajo los escombros, según datos del Ministerio de Sanidad del enclave.
Israel profundiza sus ataques en el oeste de la ciudad de Jan Yunis, al sur de Gaza, y parece prepararse para una ofensiva final en Rafah. La ONU dijo que esto sería un crimen de guerra por ser una zona superpoblada con más de un millón de civiles palestinos. Jens Laerke, portavoz de la Oficina de Coordinación de Ayuda Humanitaria de la ONU, declaró que «según el derecho internacional humanitario, el bombardeo indiscriminado de zonas densamente pobladas puede constituir un crimen de guerra. Para ser claros, la intensificación de las hostilidades en Rafah, en estas circunstancias, podría provocar la pérdida a gran escala de vidas civiles y debemos hacer todo lo que esté en nuestras manos para evitarlo”, declaró el representante de Naciones Unidas.
Estados Unidos, con la intermediación de Egipto y Qatar intentan un “alto al fuego” que contaría con la aprobación de Hamás pero con la negativa de Israel, lo que deja en claro la estrategia israelí de ocupar militarmente Gaza.
Corte Internacional de Justicia (CIJ)
El pasado viernes 26 de enero la Corte Internacional de Justicia (CIJ) dio su primer fallo sobre la demanda de Sudáfrica contra Israel sobre «actos de genocidio en Gaza».
El máximo tribunal de la ONU, la CIJ, ordenó una serie de “medidas provisionales” que Israel debe tomar para impedir la matanza de más civiles en Gaza y prevenir actos de genocidio en ese territorio palestino.
“El tribunal es muy consciente de la magnitud de la tragedia humana que se está desarrollando en la región y está profundamente preocupado por la continua pérdida de vidas y el sufrimiento humano”, dijo la presidenta de la CIJ, Joan E. Donaghue, al presentar la decisión tomada por el panel de 17 jueces.
«El tribunal considera que la población civil de la Franja de Gaza sigue siendo extremadamente vulnerable», afirmó la jueza. “El tribunal considera que la catastrófica situación humanitaria en la Franja de Gaza corre un grave riesgo de deteriorarse aún más antes de que el tribunal dicte su sentencia definitiva”.
Estas son las medidas provisionales que ordenó el tribunal:
– Israel debe tomar todas las medidas necesarias para impedir cualquier acto que pueda considerarse genocida: matar a miembros de un grupo, causar daños corporales, imponer condiciones destinadas a provocar la destrucción de un grupo, impedir nacimientos.
– Israel debe garantizar que su ejército no cometa ningún acto genocida.
– Israel debe prevenir y castigar cualquier comentario público que pueda considerarse incitación a cometer genocidio en Gaza.
-Israel debe tomar medidas para garantizar el acceso humanitario.
-Israel debe impedir cualquier destrucción de pruebas que puedan utilizarse en un caso de genocidio.
-Israel debe presentar un informe al tribunal en el plazo de un mes desde que se dicte esta orden.
Esta resolución es un revés político importante para el gobierno de extrema derecha israelí, liderado por Benjamín Netanyahu.
Los Estados Unidos trabajan en un alto al fuego, que permita reevaluar la situación generada a nivel mundial, de enormes movilizaciones contra Israel y evitar los “daños colaterales” que el genocidio israelí en Gaza está trayendo.
Hamás acepta la tregua, pero Benjamín Netanyahu quiere seguir hasta la victoria obsoluta.
El movimiento islamista Hamás confirmó este martes que dio una respuesta positiva al marco propuesto para un acuerdo de tregua con Israel, que median Qatar, Egipto y EE.UU. para la liberación de rehenes israelíes.
El anuncio fue dado por el ministro de Exteriores de Qatar, Mohamed bin Abderrahman en una rueda de prensa en Doha con el secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken. «Me gustaría informar a los medios de comunicación que recibimos una respuesta de Hamás sobre el marco general del acuerdo en materia de rehenes. La respuesta incluye algunos comentarios, pero en general, es positiva», dijo el ministro qatarí.
Las últimas informaciones filtradas apuntan a la liberación de los 136 rehenes que mantiene el grupo islamista en cautiverio, a cambio de la liberación de más de 100 presos palestinos en Israel.
Hamas exige además un alto al fuego por parte de Israel, Netanyahu; seguir la guerra.
«Seguir con la presión militar es una condición necesaria para liberar a los rehenes, sucumbir a Hamás sólo llevará a otra masacre», afirmó Netanyahu en una rueda de prensa trasmitida por televisión, donde remarcó que la guerra acabará en cuestión de meses, debido a los avances de las tropas israelíes en su ofensiva terrestre sobre Gaza.
Con sus declaraciones, Netanyahu rechazó públicamente las condiciones exigidas por Hamás para liberar al más de centenar de rehenes israelíes que siguen en la Franja y echa por tierra la propuesta de Estados Unidos de un “alto al fuego”.
El anuncio coincide con la visita a Israel del jefe de la diplomacia estadounidense, Antony Blinken, para discutir un acuerdo de tregua. EEUU está preocupado por la creciente perdida de apoyo de la “comunidad internacional” a Israel, que se está aislando a nivel político.
La regionalización del conflicto ya se ha convertido en una realidad. Irán, Siria, Hezbolá, o las milicias iraquíes y yemeníes, entre otros se enfrentan a un dilema vital: si intervienen directamente, se exponen a una respuesta israelí igual o más desproporcionada que la vista en Gaza, pero si optan por no intervenir en este conflicto, serán vistos como traidores a la causa Palestina por sus bases.
En América Latina, Asia y África un mismo discurso gana terreno rápidamente: Israel se comporta como un estado colonial, y no actúa aisladamente, sino con el beneplácito de los imperios coloniales, particularmente EEUU.
Por su parte la Unión Europea, que impuso sanciones sobre Rusia a quien acusó de crímenes de guerra y de respaldar el terrorismo, no puede hacer la vista gorda ante el genocidio israelí en Gaza.
Las últimas declaraciones de Borrel que acusa a Israel de financiar a Hamás, van en ese sentido. A medida que la campaña militar israelí ocasiona más muertes, más heridos y más terror en Palestina, más aislados quedarán políticamente. Es lo que Blinken y el imperialismo norteamericano quieren evitar; su propia derrota.
Foto de portada
Marcha por Palestina en el centro de Montevideo el año pasado. Foto: Javier Calvelo / adhocFOTOS.