El gobierno en su laberinto

Astesiano implicado ahora en espionaje, corrupción y tráfico de influencias, el gobierno busca blindar a Lacalle Pou de la investigación judicial.

El mal denominado “caso Astesiano”, en realidad la operativa de una banda criminal, de la que formaba parte el Jefe de Seguridad Presidencial, en la propia Presidencia de la República, ha tomado un giro grave esta semana.

Espionaje, chantaje y tráfico de influencias

El lunes, a través de una publicación en La Diaria, se conocieron varios mensajes de WhatsApp, de los recuperados en el teléfono de Presidencia que utilizaba Alejandro Astesiano, que revelan que este recibió un pedido de una empresa con sede en Miami, EEUU, para configurar fichas de los senadores frenteamplistas Mario Bergara y Charles Carrera. El objetivo de este pedido era, según dicen textualmente los mensajes “para atarlos por la denuncia”, en referencia a la ampliación de denuncia realizada por los dos legisladores del FA sobre irregularidades en el otorgamiento del monopolio de la operativa de contenedores en el Puerto de Montevideo por 60 años.

«A ver, la info que necesito de ellos es todo lo personal. Ya que los quieren atar para que retiren la denuncia”, dice uno de los chats entre el gerente general de la empresa con sede en Miami y oficinas en Uruguay y Astesiano.

El Jefe del Servicio de Seguridad Presidencial, lejos de asombrarse del pedido o rechazarlo por ilegal, inquiere más información y dice “Que denuncia”. “La del puerto”, le responden. “Lujo”, dice Astesiano.

Es decir, quedó meridianamente claro que se pedía una acción ilegal de espionaje para presionar, chantajear o extorsionar a dos senadores para que retiraran una denuncia. El Jefe del Servicio de Seguridad Presidencial recibió el pedido y lo asumió.

La empresa en cuestión es Vertical Skies, y está dedicada a brindar soluciones en seguridad y gestión de riesgo, tiene amplia trayectoria según dice su página web, y tiene incluso a Naciones Unidas entre sus clientes. 

Según información publicada, que nadie tampoco a desmentido, la empresa, fue fundada por militares uruguayos con amplia trayectoria en el Ejército. Actualmente serían cuatro los exmilitares uruguayos que tienen cargos de dirección ejecutiva en Vertical Skies.

Esa misma empresa, a través de uno de los ex militares uruguayos, le solicita a Astesiano información sobre licitaciones, por cifras millonarias en dólares, para la adquisición de Patrulleros Navales para la Armada y aviones para la Fuerza Aérea. Astesiano se las da. Incluso sugiere que transmite las preocupaciones que le señalan al presidente Lacalle Pou.

También le solicitan detalles de una reunión del presidente Luis Lacalle Pou con el chino-canadiense Changpenz Zhao, fundador y CEO de Binance, un sitio de compraventa de criptomonedas. Astesiano se los brinda, incluso con los nombres de quienes estuvieron en la reunión.

Según la misma publicación, el CEO y director Vertical Skies es Mario Panizza, un militar retirado con 27 años en el Ejército uruguayo. Integró las Fuerzas de Paz en Mozambique, Sierra Leona, Congo y Costa de Marfil y fue contratado por ONU para liderar la reforma de la seguridad en Guinea Bissau y Congo. Por su parte, Marcelo Acuña, otro exoficial del Ejército con más de 20 años de experiencia, es el Gerente de Riesgo y representante en Uruguay. Acuña está especializado en las áreas de gestión de riesgos, seguridad y protección. Estuvo en misiones en Colombia, África, Paraguay y México. Acuña es quien mantuvo el diálogo con Astesiano, aunque en más de una ocasión hace referencia a «Mario» (Panizza).

En agosto, Astesiano recibe un mensaje de la jefa de finanzas de Vertical Skies. Según reveló La Diaria, el mensaje dice: «Le solicito que me pase su nombre completo para poder efectuar la transferencia de la comisión acordada por la vía de Western Union». 

Cuatro días más tarde, de ese mensaje, el gerente de Vertical Skies le escribe a Astesiano: «Bueno, me dijo Mario, que recibiste el dinero, tenemos alguna novedad?».

Lo que surge de la lectura de estos mensajes, divulgados por La Diaria, que reiteramos, nadie ha desmentido, es que Astesiano recibió un pedido de espionaje para chantajear a dos legisladores, que brindó información sobre licitaciones para adquisición de materiales militares y reuniones del presidente Lacalle Pou y que le pagaron por lo servicios.

Ante la divulgación de estos hechos el Frente Amplio reunió de urgencia su Secretariado el martes, realizó una conferencia de prensa denunciando los mismos y solicitó, a través de la coordinadora de la bancada de Senadores, Lilian Kechichián, la realización de una Sesión especial de la Cámara Alta por una “cuestión de fueros”, buscando una condena a estas prácticas.

«Hubo espionaje sobre dos senadores, y no cualquier espionaje, la intención era extorsionarlos. No es que las carpetas se construyan en las librerías, las construyen las inteligencias de los países. Ahí hay que poner un foco ya», dijo el presidente del Frente Amplio, Fernando Pereira.

El secretario general de la presidencia, Alvaro Delgado, que fue a declarar ante la Fiscalía, por la investigación del caso, dijo que lo que se había revelado: “No es grave, es gravísimo”.

Los senadores Gustavo Penadés y Jorge Gandini, se solidarizaron con sus pares frenteamplistas. Gandini afirmó, en una entrevista con Emiliano Cotelo, que estas revelaciones marcaban “un antes y un después”.

Transparencia, pero sin exagerar

En medio de la repercusión enorme que estaba teniendo en la opinión pública lo del espionaje. Ocurrieron cosas, muchas cosas, que fueron entreverando aún más la situación.

Por un lado, insólitamente, Alejandro Astesiano dio entrevistas desde la cárcel al diario El País y a Radio Universal, afirmando que no hubo espionaje y que el cobro que había hecho de Vertical Skies era la devolución de un préstamo que él había hecho a uno de sus directivos (Sic).

Casi al mismo tiempo la fiscal del caso, Gabriela Fossati, reveló que no se había accedido a toda la información que tenía el celular de Presidencia que usaba Astesiano. Presidencia antes de entregarle el celular había puesto la condición de que no se accediera a los mensajes “personales” entre Astesiano y el presidente Lacalle Pou.

La fiscal dijo que le había parecido bien porque se trataba de proteger la intimidad del presidente Lacalle Pou y aspectos de la vida de su familia.

Presidencia de la República y luego el ministro del Interior Luis Alberto Heber negaron que hubieran puesto alguna condición y afirmaron que solo pidieron que se preservara la intimidad del presidente. La fiscal insistió que si fue una condición. Es decir, alguien miente. Lo concreto es que los mensajes entre Astesiano y Lacalle Pou quedaron al margen de la investigación judicial, lo que se puede calificar, por lo menos, de extraño.

Luis Alberto Heber vuelva a quedar expuesto

El miércoles, el ministro del Interior Luis Alberto Heber, en la víspera de que se realizara la sesión especial del Senado, en una entrevista con Canal 4, anunció que había finalizado una investigación de Urgencia, para comprobar si había existido espionaje.

Según Heber, la investigación concluyó que no hubo espionaje. Que nadie había ingresado a la ficha de Mario Bergara en el Sistema de Gestión de Seguridad Pública (SGSP) y que si se había ingresado a la de Charles Carrera, pero los ingresos estaban justificados, salvo uno, de una funcionaria de Aceguá, a la que es iba a iniciar un sumario.

A lo obvio de que, en caso de ser cierto que nadie ingresó al SGPS a buscar información sobre Bergara y Carrera, eso no prueba que no haya habido espionaje, se le agregaron más complicaciones al ministro Heber.

Resulta que, el comisario general Fagúndez, de Sistemas de Información del Ministerio del interior, al que Heber encomendó la investigación, también se chateaba con Astesiano. 

De los mensajes revelados entre ambos surge que Astesiano le pidió a Fagúndez acceso al SGPS, para una averiguación sobre una investigación periodística. Fagúndez le pidió los datos a Astesiano y le habilitó el acceso. Incluso le habla de la práctica de compartir usuario para no quedar registrado en el sistema. En el último mensaje, Fagúndez le dice a Astesiano: “A la orden”.

Esto inhabilita completamente la investigación y sus conclusiones y vuelve a dejar muy mal parado al ministro Heber.

Y para colmo el presidente Luis Lacalle Pou, en lugar de asumir la gravedad de los hechos, salió a recriminar al Frente Amplio por dar “manija” y acusar “falsamente” que una banda criminar operó en Presidencia. ¿Y qué fue lo que funcionó en Presidencia entonces?

Foto de portada:

Tweet publicado por Lacalle Pou en 2015 cuando era candidato presidencial, hoy pidió reserva sobre sus mensajes con Astesiano.

Compartí este artículo
Temas