Empate técnico entre la derecha neoliberal y Revolución Ciudadana.
Rony Corbo
Las elecciones presidenciales del domingo 9 de febrero han arrojado un empate técnico que lleva al país a una segunda vuelta para definir quién dirigirá el Ejecutivo, el próximo 13 de abril, entre el presidente Daniel Noboa y la representante de Revolución Ciudadana, Luisa González.
De acuerdo al escrutinio de las actas validadas por el Consejo Nacional Electoral de Ecuador (CNE), Luisa González, candidata de izquierda, consiguió el 44.83% y Daniel Noboa, presidente y candidato de Acción Democrática Nacional (ADN), obtuvo el 44.31%.
En Ecuador, de acuerdo con el artículo 161 de la Ley Orgánica Electoral y de Organizaciones Políticas o Código de la Democracia, para ganar en primera vuelta, el binomio presidencial debe obtener la mayoría absoluta de los votos válidos emitidos; es decir, la mitad más un voto, excluyendo los sufragios nulos y blancos. La otra opción es conseguir al menos el 40 % de los sufragios válidos y una diferencia mayor a 10 puntos porcentuales sobre el segundo lugar.
Además de Noboa y González, participaron 14 binomios presidenciales, que en su mayoría no llegaron ni siquiera al 1% de los votos cada uno, a excepción del candidato el Movimiento Indígena Pachakutik Leonidas Iza, quien logró el 5,26% de los votos.
Buena votación de Revolución Ciudadana
Los votos que obtuvo Luisa González el domingo son el mejor resultado en una primera vuelta para Revolución Ciudadana, desde que su líder, Rafael Correa, salió del gobierno en 2017.
«Hemos roto la votación histórica de la Revolución Ciudadana de los últimos diez años. Gracias a los ecuatorianos, a mi pueblo, a mi patria. Porque este triunfo es de ustedes (…) Daniel Noboa representa el miedo, y nosotros representamos la esperanza», dijo González luego de que el CNE anunciara que el país iba a un balotaje.
Asamblea Nacional dividida en dos bloques
Aparte de presidente y vice, los ecuatorianos eligieron los 151 miembros de la Asamblea Nacional y los cinco representantes del Parlamento Andino. Hasta ahora, se ha configurado una legislatura con dos bloques predominantes en el Parlamento: Revolución Ciudadana con 67 escaños; mientras que el movimiento ADN, del presidente Noboa sumó 66 escaños en la Asamblea Nacional. Para obtener mayorías simple, se necesitan 77 votos. Por lo que los 9 votos obtenidos por el movimiento indígena Pachakutik, serán determinantes.
Hacia la segunda vuelta
Todas las fuerzas liberales de derecha y neoliberales se van a unificar en Ecuador rumbo al balotaje, al igual que en las elecciones anteriores.
La embajada de Estados Unidos también juega un papel clave en la política ecuatoriana. Es la embajada la que se encarga de alinear a la derecha y unificar sus posturas en apoyo a Noboa, por lo que es de esperar que incrementen su accionar rumbo a la segunda vuelta del 14 de abril.
Laura Richardson visitó varias veces Ecuador y consiguió instalar una base estadounidense en las islas Galápagos (declarada Patrimonio Mundial de la Humanidad) y actualmente las tropas yanquis ya pueden circular libremente por el territorio ecuatoriano.
No es solo Estados Unidos, también está el sionismo israelí influyendo en la política ecuatoriana, sobre todo disponiendo qué medidas se toma en relación a la política internacional, donde el lobby israelí tiene un peso enorme en las decisiones de Noboa.
Revolución Ciudadana intentará atraer los votantes del movimiento Pachakutik y el resto de la izquierda que no acompañó en primera vuelta su candidatura. La tarea no será sencilla, conocidas son las diferencias del movimiento indígena ecuatoriano con la política aplicada por Revolución Ciudadana, sobre todo en los gobiernos de Rafael Correa.
Desigualdad entre los candidatos e incidencia externa
Noboa no ha renunciado a la presidencia, y desde esta posición está en campaña electoral permanente, mientras Luisa González tiene que respetar la veda electoral, hasta el inicio de la campaña de la segunda vuelta. Esto da una ventaja extra al actual presidente, aparte de la que ya tiene en los medios de comunicación que hegemónicamente apoyan su candidatura.
Luisa González expresó su preocupación de cara a la segunda vuelta, con el papel de las Fuerzas Armadas. “Tenemos un aparato judicial secuestrado por la embajada americana, que persigue a opositores mientras los grandes mafiosos siguen libres”, denunció González.
El papel del narcotráfico también es determinante en la política ecuatoriana. El portal especializado InsightCrime, define a Ecuador como una “autopista de la cocaína hacia Estados Unidos y Europa”, y señala que ya no es un país “de tránsito de la droga, sino uno en el que se la almacena, se la exporta e incluso se procesa cocaína”. El informe añade que “el poder de negociación de la cocaína se encuentra sobre todo en la comercialización y el lavado de activos y que las mafias extranjeras que operan en el país han hecho alianzas o han sometido a las empresas agroexportadoras más grandes y con mayor experiencia. Insinúa que la Corporación Noboa controla el 75 % de las exportaciones de banano y es la única empresa que deja sus productos en los puertos más grandes del mundo, con su propia flota naviera”.
Todos estos intereses descritos se unirán, apoyando al banquero Noboa en la segunda vuelta de las elecciones en Ecuador. El desafío para el campo popular es encontrar puntos de acuerdo que permitan derrotar al bloque dominante aliado al imperialismo norteamericano, en una elección clave a nivel continental, con dos bloques enfrentados, lo cual es la característica actual en las elecciones latinoamericanas, incluido Uruguay.