Hoy viernes vence el plazo que dispuso la Intendencia de Río Negro para que los pescadores artesanales se retiren de la zona donde desarrollan su trabajo.
“La Toma” es una playa que no está habilitada para el baño, hasta allí llegaron los pescadores artesanales de Fray Bentos luego de haber sido desplazados por el agronegocio. En ese lugar tienen edificados “ranchitos”, que ofician de galpones donde guardan sus “artes de pesca”, es decir, las redes, el combustible, sus embarcaciones, etc.
El día jueves 22 de septiembre, los pescadores contactaron al Edil del FA por la 1001, Alfredo Gorla, con quien ya tenían un vínculo previo de trabajo en conjunto, trasladando con mucha preocupación la intimación que llegó, sin previo aviso, de que debían levantar el “campamento”, lo que significa, para más de 30 familias, perder el único sustento de subsistencia.
EL POPULAR conversó con el Edil y también con Darío Centurión, uno de los pescadores afectados, para informarnos de esta situación muy compleja que, al profundizar en ella, deja al descubierto el modelo de desigualdad profunda que, para el caso de los pescadores artesanales, trasciende gobiernos y es histórica.
Contexto social y económico
Según los últimos datos disponibles del INE (Instituto Nacional de Estadística), Río Negro se encuentra en el tercer lugar entre los departamentos con más alto nivel de desempleo (9.2 %), detrás de Salto con el 12,3 % y Soriano con el 10.3 %.
Gorla nos comenta que “el puerto está inactivo, es una cosa espantosa. A nivel del agronegocio todo funciona bárbaro, pero a nivel de la población es cada vez más profunda la crisis. Se exporta mucho grano y se produce mucha carne, pero los salarios y el empleo cada vez peor, más precarizado, se gana menos, lo que ya sabemos”.
Por otro lado “la pesca artesanal de río, es, junto a los ladrilleros y los montaraz (*), de los trabajos más desprotegidos, sin asistencia de salud, no se jubilan, no tienen hospital, viven absolutamente de su trabajo. Viven del río, de la pesca y su trabajo está totalmente precarizado”, lamentó Gorla.
El edil comentó que se habían logrado avances “a través del Congreso de Ediles, apoyado por el Congreso de Intendentes, donde intervinieron la DINARA, el Ministerio de Agricultura y Pesca, Medio Ambiente, Prefectura, Ministerio de Trabajo, la Udelar, la Facultad de Veterinaria y una delegación de todo el país de pescadores artesanales. Hubo acuerdo para apoyarlos desde la precariedad para que vayan sacando cabeza. No es decirle «ahora van a pagar para que tenga BPS», no, vamos a buscar la manera en el producto de que haya una cobertura social, o “ahora van a tener que pagar para que tengan cobertura de salud”, no, vamos a buscarles el apoyo o decirles «tengan los ranchos lindos o se los sacamos», explicó.
En ese taller se llegó a un acuerdo con el tema de los permisos, lugares de acampada, los tiempos de habilitación de las embarcaciones “hubo un acuerdo general y nos encontramos con que en Río Negro eso lo plancharon. Salen diciendo que acá no, sin conversar, sin reunión previa con ningún pescador”, aclaró.
Gorla nos explicó que “los pescadores acopian para la industria, puede ser una fileteadora, una exportadora, pero pagan una miseria, esa es la verdad. En el mundo alimentario de recursos de materias primas, lo más caro es la proteína. Y la proteína cuanto más mejor, más vale. De las proteínas animales, sacando el huevo, está la del pescado, es una excelente proteína, bueno, acá la pagan a $20 el kilo, una miseria”.
“Desde que el río es río hay pescadores”, agregó, “se hizo la represa de Salto Grande, y los pescadores bajaron la captura a la mitad; se elige el modelo del agronegocio con fertilizantes hiper solubles que llueven y el fósforo aparece en el agua y se generó mucha mortandad de huevos. La industria que se desarrolla en las ciudades, toman el río como un basurero y baja la cantidad de pescado; la ciudad se beneficia y siempre es el pescador, que está desde antes que todos ellos, al que siempre perjudican y jamás benefician. Son los olvidados”, lamentó el edil.
Sin previo aviso
Darío es uno de los pescadores afectados, en diálogo con EL POPULAR relató que “es un tema muy complicado, que nos tomó de sorpresa porque fue de un momento a otro, no hubo ninguna reunión, no hubo absolutamente nada. De un momento a otro llegó una notificación que decía que en 10 días había que desalojar y nos asustamos. ¿Para dónde vamos a ir? Las empresas compraron muchos campos en la costa del río y de todos lados nos quieren correr, entonces no sabemos para donde disparar”.
“En esa zona hace muchos años que hay pescadores y como ese lugar es una playa no habilitada se empezaron a juntar los pescadores, porque los corren de todos lados. Van comprando campos y la gente, los privados, no quieren que haya gente en la costa y te van corriendo y así se llegó a este lugar”, explicó.
Cuando se le consulta por alternativas, Darío traslada la incertidumbre “nosotros le hemos dado mil vueltas y no sabemos lo que vamos a hacer, porque no hay otro lugar, solamente que la intendencia nos digan «vayan para allá». Ponéle una suposición, pero la cuestión es que ese lugar que tenemos ahí ya lo tenemos adaptado al trabajo y los ranchitos que están, están adaptados a las crecidas del río, no es que va a venir una creciente y te va a sacar el agua y te va a inundar todo, está adaptado a las crecientes”.
A los pescadores no se les dio ninguna razón que justifique el desalojo “para mí como que no tiene explicación, la playa está limpita, los compañeros se encargan de eso, de que esté limpita. Vos vas y no hay papeles, nylon, bolsas, nada. Hay un veterano que está en la costa que es el que se encarga de limpiar todo y hay una señora que vive en otro ranchito que es la que limpia los baños públicos, si entrás están mejor que los de la rambla”, aclaró Darío.
Organización y lucha
El 21 de setiembre pasado el presidente de la República, Luis Lacalle Pou fue de visita a Río Negro y hasta allí se arrimaron, los pescadores artesanales junto a los trabajadores del puerto, reclamando el cese del desalojo.
En relación a ese encuentro, Centurión manifestó que “ahí se habló, se desmintieron algunas cosas como que nos habían invitado a nosotros a una junta que se hizo con autoridades de acá de la ciudad y no es cierto y que no sabía nada el Intendente, de que eso pasó por sobre él. Yo no sé si eso fue así o no, porque alguien dio la orden para que ese papel llegara allá. Un empleado municipal no va a ir a llevarlo porque quiera”.
De todas formas no tienen muchas expectativas “frente de nosotros siguen afirmando que no nos van a sacar pero lo que pasa que nosotros estamos entre la espada y la pared porque el viernes (30 de septiembre) se vence el plazo que nos puso la intendencia en la notificación. Para mí, para que algo se cumpla tiene que haber un papel de por medio que diga que se va a cumplir porque de palabra, de la boca para afuera todos decimos muchas cosas”, aclaró.
Esta situación generó la conciencia de que es necesario unirse organizadamente para acceder a derechos y defender su fuente de trabajo “estamos por armar una Asociación de Pescadores Artesanales de Fray Bentos y para mi algo así estaría muy bueno, tiene que haber apoyo entre nosotros, porque siempre quieren pasarnos por arriba, no es el primer problema que hemos tenido, tuvimos problema con Prefectura con el tema de los despachos, el año pasado”, comentó.
Por parte de los pescadores hay voluntad de acordar, están dispuestos a trabajar en conjunto con la Intendencia para buscar soluciones, si bien no entienden para qué quieren esa playa puesto que “es puro barro eso, es horrible, nadie, ni nosotros nos bañamos ahí” y no se entiende el fin de correrlos “para hacer no sé qué cosa porque es puro barro, barro, barro”.
Resta ver si existe voluntad de la Intendencia, si están dispuestos a honrar lo que les aseguraron de palabra y, sobre todo, si en algún momento aparecerán políticas reales para atender a estos trabajadores y trabajadoras históricamente relegados.
(*) Montaraz: persona que vive en el monte de forma precaria
Paola Beltrán
Foto de portada:
Protesta de los pescadores artesanales durante la visita de Luis Lacalle Pou a Río Negro hace una semana.