Hoy, 8 de setiembre, se conmemora en todo el mundo el Día Internacional del Periodista. La fecha fue tomada en homenaje a Julius Fučík, periodista checoeslovaco, asesinado por los nazis el 8 de setiembre de 1943.
Fučík, era comunista, ejercía su oficio de periodista escribiendo en los diarios del Partido Comunista de Checoslovaquia, hizo crónicas, reportajes, varios libros y también crítica teatral. Cuando los nazis ocuparon su país, fue el responsable del Comité Central del Partido Comunista de la prensa clandestina, fundamental para la resistencia contra la ocupación y la libertad posterior. Participó heroicamente de la resistencia de su pueblo contra la ocupación nazi.
Fučík fue detenido por los nazis, brutalmente torturado en la Praga ocupada y luego llevado a Berlín y ahorcado. Murió en nombre de la libertad, su testimonio: “Reportaje al pie del patíbulo”, escrito en la cárcel, sacado a escondidas, recuperado por su compañera luego de la derrota del nazi-fascismo y publicado, es un himno a la dignidad humana y un tributo a la lucha del periodismo de verdad por la libertad.
En este día, y con el ejemplo de Fučík, en un mundo con tantos desafíos, con tantos peligros para la libertad de todas y todos los seres humanos, también la de las y los periodistas, un abrazo enorme a quienes ejercen esta noble profesión, con valentía y dignidad y enfrentan todos los peligros, desde la propia vida, hasta las amenazas y las presiones del poder, de todo tipo. Sigue siendo un desafío enorme decir la verdad y defender a las y los que no tienen voz, a las y los que el poder silencia y excluye. Que su frase, enarbolada mil veces como refugio de resistencia, se lea en cada rincón, para su homenaje y para nuestro compromiso:
“Por la alegría he ido al combate, por la alegría muero, que jamás la tristeza sea asociada a mi nombre”.