Israel se negó a cooperar con la Comisión Especial de Naciones Unidas en la investigación que realiza por los crímenes cometidos por el estado sionista durante la agresión a la franja de Gaza en mayo de 2021.
La postura israelí, señala Prensa Latina (PL) fue comunicada por Meirav Eilon Shahar, embajador israelí ante la ONU y las organizaciones internacionales en Ginebra.
Parte de la misiva, en la que se anuncia la postura israelí, fue publicada por medios de prensa de dicho país.
El embajador Shahar fue crítico con el equipo que dirige la sudafricana Navi Pillay, ex Alta Comisionada para los Derechos Humanos de Naciones Unidas e insistió con la afirmación de que la ONU adopta una posición de parcialidad con relación a lo sucedido.
La agencia de prensa recuerda que “por 29 votos a favor, nueve en contra y 14 abstenciones, el Consejo de Derechos Humanos aprobó investigar los crímenes israelíes en el enclave palestino, donde murieron más de 250 personas durante los 11 días de bombardeos”.
De forma sistemática, las denuncias sobre las limitaciones que sufren los palestinos en el territorio ocupado son objeto de sucesivas denuncias.
Recientemente, recuerda PL, “la ONG B’Tselem denunció que el gobierno israelí dificulta o impide a gran parte de los enfermos que viven en la franja de Gaza viajar fuera de ese territorio para recibir tratamiento médico”.
Los datos existentes sobre las solicitudes de permisos para salir del territorio ocupado, indican que solamente se aprobaron en 2021 el 37% de las mismas en un total de 15 mil 466 solicitudes presentadas.
La política israelí con relación al territorio ocupado se ha mantenido invariable y ha traído como resultado un aumento notorio de la pobreza.
En este sentido se denuncia que “el Monitor Euromediterráneo de Derechos Humanos alertó que más de 1,5 millones de los 2,3 millones de gazatíes viven en la pobreza debido al bloqueo”.