Este miércoles 29 de octubre el PIT-CNT realizó su anunciado paro parcial con movilización en todo el país. Lo primero a destacar es la participación de miles de trabajadoras y trabajadores en las movilizaciones, en todo el país, a pesar de la intensa lluvia antes y durante el horario del paro. Lo segundo son los reclamos, propuestas y definiciones realizadas por la central obrera.
Antes de desarrollar estos aspectos es importante reivindicar la movilización popular en general y la de las y los trabajadores en particular como un elemento central de cualquier proceso transformador. El protagonista de los procesos de cambio social, de emancipación social, es el pueblo organizado y movilizado. Por lo tanto, es entendible que cualquier movilización del movimiento sindical moleste a las clases dominantes y a la derecha, es lógico, va contra sus intereses, no solo por la perspectiva y las propuestas que plantea, por el sólo hecho de realizarse. Para el proyecto de país de las clases dominantes, para la utopía conservadora, es conveniente un movimiento popular dividido y adormecido, sin capacidad de propuesta, sin independencia y subordinado al poder. Por eso ante cada movilización, ante cada reclamo, salen, una y otra vez, los mismos cuestionamientos y críticas: que la lucha de clases ya fue, que es un discurso arcaico, que no representa a todos los trabajadores, que se olvida de los más humildes, que los paros ya no tienen sentido, que son corporativos.
Esa es la retahíla, con más o menos variantes, más o menos fineza argumental, pero idéntica en el fondo, que cada día repiten y repiten, machacan y machacan. Es cierto que logran penetrar a sectores de nuestra sociedad, pero también lo es que repetir mil veces una falacia no la transforma en verdad, al menos no debería.
Entonces, ante las críticas y cuestionamientos cada vez que hay una movilización popular, muy particularmente cuando quienes se movilizan son las y los trabajadores organizados, reafirmamos el valor de la movilización, de la organización y de la lucha de todo el pueblo y, especialmente, del pueblo trabajador, tanto desde el punto de vista democrático, como desde la perspectiva de clase y de la emancipación social.
El protagonismo popular organizado fortalece a la democracia y le da materialidad a la perspectiva transformadora. Hay que saludarla y defenderla, aunque exprese contradicciones, aunque no se comparta toda la visión expresada. Y si, además, se trató de una movilización bajo lluvia, donde miles marcharon varias cuadras empapados sin perder la combatividad, mucho más.
En la movilización del PIT-CNT se abrazaron las luchas populares y se expresó solidaridad con ellas. Estuvieron encabezando la marcha la Universidad y los gremios estudiantiles, movilizados en reclamo de mayor presupuesto para la Educación Pública. También los sindicatos de Pedidos Ya y Abitab, que luchan por su reconocimiento por la patronal y en defensa de la negociación colectiva.
La central sindical insistió en una perspectiva: la necesidad de discutir y construir una Estrategia Nacional de Desarrollo, para superar la dependencia y construir un camino de soberanía y justicia social.
Reclamó la creación de fuentes de trabajo, pero con trabajo de calidad, con derechos. En este punto insistió con mucha fuerza en la necesidad de discutir la reducción de la jornada laboral sin pérdida de salario, como un elemento de dignificación del trabajo y de mejora de la calidad de vida.
Alertó sobre las dificultades para destrabar las negociaciones en los Consejos de Salarios, que involucran a cientos de miles de trabajadoras y trabajadores y definen los salarios y aspectos sustantivos de las condiciones de trabajo. En cuanto al salario hubo un reclamo de priorizar fuertemente los salarios más sumergidos, los de las y los 600 mil uruguayos que ganan 25 mil pesos o menos. Pero también de lograr que aumente el peso del ingreso de los trabajadores en el PBI, es decir que se reparta mejor la riqueza.
También reiteró su postura crítica sobre el Presupuesto planteado por el Poder Ejecutivo, al que calificó de insuficiente para las necesidades urgentes de nuestro pueblo y también para un desarrollo real con justicia social. Se reiteró el reclamo de que se destine el 6% del PBI para la Educación Pública, más el 1% para investigación. En un sentido similar se cuestionó que no se incrementaran en la medida requerida los recursos para vivienda, salud y para el desarrollo de las empresas públicas.
Hubo un planteo específico sobre la urgencia en dar respuesta a la pobreza infantil, que sufren un tercio de nuestras niñas y niños. Se consideró insuficientes los recursos planteados a nivel presupuestal para esta emergencia social. Se insistió en la propuesta, ya realizada en el acto del 1º de Mayo, de gravar con un 1% de impuesto al 1% más rico de la población, para captar el volumen de recursos necesarios para dar una respuesta con la fuerza requerida al drama de la pobreza infantil.
Para todo ello, desde la tribuna del PIT-CNT, se reivindicó la importancia de la unidad, de la organización, destacando la puesta en marcha de una campaña nacional de afiliación a los sindicatos.
En la parte final de su discurso, pronunciado bajo una lluvia torrencial y muy aplaudido, la vicepresidenta del PIT-CNT, Carolina Spilman, afirmó: ““No venimos a pedir privilegios: venimos a exigir lo que por derecho corresponde al pueblo que produce y sostiene la vida nacional. No aceptamos que se nos diga que esperemos mientras se protege a los poderosos. No aceptamos que se pongan los intereses del capital por encima de la dignidad humana. La vida del pueblo trabajador debe estar primero en todas las decisiones del país. Con la fuerza de nuestra unidad, con la legitimidad de nuestra historia y con la convicción de que estamos defendiendo la pública felicidad, afirmamos: El pueblo primero, es tiempo de cumplir”.
De eso se trata, que perspectiva prima en la escena nacional. La de las y los trabajadores organizados, una vez más, mostró su capacidad de movilización y de propuesta.
