A pocos días de la histórica movilización de la Marcha del Silencio, conversamos con el compañero Javier Tassino, integrante de «Madres y Familiares de detenidos desaparecidos», quién compartió sus primeras impresiones y el proceso de acumulación y lucha en torno a la búsqueda de verdad, justicia, memoria y nunca más terrorismo de Estado.
El día frío y lluvioso no impidió que Javier se acercara a Radio Fénix. En torno a la mesa redonda del estudio comenzamos la charla repasando las sensaciones que se vivieron el 20 de mayo «cuando empezamos a ver la gente fue impresionante, fue muy emocionante, porque aparte habíamos vivido todo el trabajo del mes también, desde el 2 de mayo.
No todo el mundo participa en las marchas, por muchas razones, ni siquiera la ve. La innovación de esta marcha es que TV Ciudad realizó la transmisión.»
En los dos años de pandemia, 2020 y 2021, Familiares decidió no hacer la marcha presencial y pasar a un modo «virtual», la consecuencia de esta definición superó todas las expectativas «hizo que la gente se organizara, que viera qué podía hacer e hizo cosas maravillosas en plena pandemia. El acompañamiento, la aprobación y sobre todo, el hecho de hacer; cuando vos construís algo siempre lo querés más porque participás, porque lo hacés, porque sos parte»
La consigna de estos años fue «¿Dónde están? La verdad sigue secuestrada», al respecto, Tassino señaló que «no se hizo nada en 20 años y eso perjudicó el tema de la búsqueda y la información, y no solo no se hizo nada, sino que los presidentes de turno [Sanguinetti y Lacalle], en ese momento, ninguneaban la desaparición, lo hicieron públicamente, más allá que ahora dicen que se hizo todo lo que se podía hacer: nada. Todo lo que pudieron hacer fue nada. También, me acuerdo siempre, del militar Silva del Centro Militar que dijo «bueno, si hay desaparecidos que lo demuestren», bueno, ya estaba demostrado en ese momento, ya la impunidad estaba pendiente de cómo respaldar, cómo cuidar a los represores de la dictadura y el ningunear es, ni más ni menos, que desconocer y tapar a alguien en algo evidente para el que lo vivió»
El golpe de Estado de 1973 fue un golpe cívico militar, sin embargo, también muchos civiles permanecen impunes «a veces aparece alguna lista de civiles que participaron, pero hay civiles que planificaron esto con el objetivo de acumular riqueza para un lado y pobreza para el otro y en el medio de eso una gran represión»
La Marcha del Silencio, que vivimos el viernes pasado, histórica por su enormidad, pero también por su reclamo más que vigente, es parte de una acumulación histórica de lucha y resistencia de todo el movimiento popular y así lo explica Tassino mientras sigue sus apuntes en una agenda abarrotada de notas «yo trabaje en una fábrica y terminábamos siempre en los mismo en las asambleas: hay golpe de Estado, hay Huelga General.
Hemos escuchado que fue una cosa instantánea, no fue instantánea la Huelga General, se trabajó, por eso, tempranito a las 6 de la mañana, cuando ya se vislumbraba el golpe de Estado estaban las fábricas ocupadas. Había ahí una serie de confusiones en torno a si se revertía o no la situación, cosa que no se revirtió, por eso la Huelga terminó a los 15 días y luego a prepararse para la resistencia durante 12 años»
La experiencia de la lucha del pueblo
«Hubo una resistencia esos 15 días y una maravillosa experiencia en la Huelga que vivimos; eso es acumulación de fuerza, acumulación, sobre todo, de conciencia de la gente, de saber que hay que resistir»
Ese hilo de hitos continúa: la resistencia a la dictadura durante 12 años, la movilización conocida por su convocatoria «A las cinco en punto», el plebiscito del 80′ que logró decirle NO a la Constitución de los militares, la recuperación de la democracia y la lucha por el «Voto verde» fueron también «experiencias de la gente, más allá que perdimos [el «voto verde] esa acumulación y esa instancia que tuvo la gente fue importante como ha sido muy importante, en esta etapa, el referéndum por el SÍ; recuperar la memoria, la esperanza, el tratar de que no se aprobara esos 135 artículos que iban a ser embromados para la gente»
Este proceso de acumulación también se fue gestando en lo que tiene que ver la búsqueda de Verdad y Justicia y así nos los cuenta Tassino: «la lucha por recuperar la verdad, por los desaparecidos se inició con alguna instancia en el 84, clandestina, después las madres iban a la Plaza Libertad con sus carteles, reclamando la aparición de sus hijos, eran pocas con una gran dignidad, valentía y con un gran sentimiento, sobre todo.
Después se da que empieza la Marcha el 20 de mayo [en 1996], fecha del asesinato de Zelmar y Gutierrez Ruiz; sus familiares decidieron hacer una marcha, nos invitaron y desde ahí seguimos, también hay mucha agua bajo el puente, mucha gente que ha ayudado, esto no es mérito solo de quienes estamos hoy. Ahí también se hizo experiencia de muchas formas, la gente se fue sumando a través de los años»
Desde aquel 1996 hasta hoy, la Marcha fue mucho más allá y este presente emociona a Javier que nos cuenta con los ojos húmedos que «hasta ahora tenemos información de 50 lugares del interior, seguimos recopilando, el deporte se incorporó y cómo no se va a incorporar el deporte que lo hacen seres humanos que tienen cabeza, que piensan, que tiene desconocimiento a su vez, sobre muchas cosas. Esa interrelación que se da entre los jóvenes y los viejos es natural, porque las personas de más edad pueden compartir su experiencia, contar cosas que los jóvenes por su edad no vivieron [porque] los jóvenes tienen derecho a saber la verdad y los medios y la forma de difusión la tienen que escribir los pueblos»
La disputa por la verdad histórica
En relación a la disputa de la derecha por la verdad histórica del pasado reciente y de ese modo pretender perpetuar la impunidad, Tassino es claro «no puede solo el Estado o solo el Ejército hacer el relato. El 18 de mayo, el día del soldado, ta bien, que sea el día del soldado, no hay por qué cargarle al ejército actual y los soldados actuales lo que hicieron en la dictadura, esa mochila se la tienen que sacar y al mismo tiempo presentar lo que hicieron los represores. Nosotros lo hacemos [la búsqueda] desde una acción pacífica, acusamos a los represores y queremos saber la verdad para reforzar la democracia y lo hacemos con total paz, no tenemos odio, no hacemos las cosas por revancha, lo hacemos por el bien de la sociedad»
Paola Beltrán