La diputada frenteamplista Micaela Melgar del FA preside la Comisión de Defensa de la Cámara de Representantes e integró la delegación que, entre el 11 y el 22 de julio, participó en la visita al contingente uruguayo desplegado en la República del Congo.
En entrevista con EL POPULAR en Radio, Melgar explicó que el motivo de la visita tuvo que ver con las dudas que existen sobre la continuidad de la continuidad de lo que se denomina MONUSCO, es decir, la Misión de Estabilización de las Naciones Unidas (ONU) en la República Democrática del Congo.
La misión intenta “mantener la paz en un territorio que viene de una serie de conflictos que tienen varios orígenes: económicos, étnicos, territoriales. Melgar recordó que fue allí donde ocurrió el genocidio en Ruanda que generó, a su vez, la crisis de desplazados más grandes de la historia. “De hecho el Congo es el país que tiene más desplazados en el mundo”, subrayó.
La última visita a la República del Congo, por parte de una delegación parlamentaria fue en 2018 y ante la insistencia de parlamentarios del FA se logró esta nueva visita. El objetivo, explica Melgar, era conocer el despliegue de Altos del Golán y por otro lado, al Ejército uruguayo “le interesaba, particularmente, que nosotros pudiéramos evaluar la misión de primera mano antes que cerrara, porque, aparentemente, había previsto un cierre”.
La misión uruguaya
“Uruguay está hace más de veinte años en el Congo. Es el contingente de reserva del comandante, eso significa que está a disposición, es la fuerza que puede llamar el comandante para cualquier misión, para desplegarse en cualquier circunstancia y eso es así porque Uruguay, aparte de la cantidad de años que está en el Congo, tiene muy buena valoración dentro de la misión a diferencia de otros países, hay que decirlo, porque lo tiene Uruguay es que no tiene intereses propios en la zona”, señaló.
Por otro lado, Melgar explicó que no todos los contingentes cumplen con la misión de trabajar para la paz, si bien esto no es explícito “en la práctica te das cuenta de que ellos mismos nos contaban en territorio cómo se notaba la diferencia de un país que va a cumplir el mandato y otros que van a cumplir en parte sus intereses. Países como la India, por ejemplo, tienen intereses directos”. Por el contrario, Uruguay “el único mandato que tiene es cumplir el mandato de las Naciones Unidas y por eso es tan valorado y de hecho, por eso también, la población local no resiste tanto la presencia uruguaya como sí resiste la presencia de otros contingentes”, explicó.
Una de las tareas para el establecimiento de la paz es detener el avance de lo que se conoce como “M23”. Un “movimiento guerrillero que tiene mucha cercanía con el gobierno de Ruanda, o eso es lo que se manifiesta, y que lo pretende hacer es ir tomando territorio”.
“Estamos hablando de enfrentamientos armados; la ONU recibe fuego. Una de las bases uruguayas está apostada frente a una línea de avance del M23. De hecho, se los puede ver a simple vista apostados frente a la base”, señaló la Diputada.
Es por esto que existe, en la República del Congo “por lo menos políticamente”, un “sentimiento anti MONUSCO”. El actual presidente, reelecto de ese país, plantea el retiro de la ONU y varias organizaciones sociales apoyan esta postura por entender que la misión del mantenimiento de la paz ha fracasado.
Contradicciones
Si bien está previsto que las misiones de la ONU terminen en 2024, entiende que “no hay condiciones reales” y que el retiro de la ONU significa el aumento del conflicto armado.
Sin embargo, Melgar expresó que entiende “profundamente” el cuestionamiento a la MONUSCO.
“Con la cantidad de recursos que tiene la ONU y la capacidad bélica a veces pareciera que las Naciones Unidas está menos armada que el M23 o que no puede resolver algunas situaciones que deberían poderse resolver. En el campo de refugiados que fuimos eran 600 mil personas y le llegaba comida a 15 mil aproximadamente entonces los cuestionamientos tienen que ver con lo que se logra y con lo que no se logra”.
“En Goma, que es particularmente donde está la base de Uruguay, zona limítrofe con Ruanda, uno de los grandes problemas tiene que ver con los refugiados, la crisis humanitaria en términos generales. Estamos hablando de enfermedades, acceso a la alimentación y situaciones de violencia”.
“Por otro lado es cierto que, desde mi perspectiva, lo que yo vi, la ONU es lo que hay de presencia gubernamental en general, de institucional y también todas las organizaciones de voluntarios que son los que llevan a la educación muy básica, los gurises no van a la escuela, salvo que la pagues, la salud por supuesto son todos organizaciones, ONGs que también están ahí porque tienen el resguardo de la ONU”, agregó.
“Nosotros fuimos a un campo de desplazados donde había 600 mil personas viviendo en carpas. Es muy difícil de incorporar. La foto que vos ves está ahí en la vida material de las personas del día a día, la foto del gurí con hambre, cargando otro chiquilín y viviendo solo, resolviendo su situación. Eso multiplicado por miles y miles de niños; recorríamos kilómetros y kilómetros y es una ciudad de niños”, explicó.
“Son niños que están solos y en una situación de vulneración extrema y ahí una reflexión es la guerra es terrible porque ves la violencia, es horrible todo el contexto, vivís entre trincheras, alambrados, pero no es tan terrible como la situación de los niños porque los niños no se pueden manejar”, lamentó.
Esta complejidad, planteó Melgar, requiere “pensar hacia adelante cuando discutamos sobre las misiones de paz, los resultados y también, una vez que ingresó una misión de paz, cómo se va y qué queda”.
Paralelamente cuestionó que a pesar de que Uruguay está presente hace veinte años en la República Democrática del Congo no tiene embajada, ni tampoco se trabajó para tenerla “no hay un trabajo de relaciones exteriores de Cancillería en el marco de la misión, no, todo lo que se hace lo hace el Ejército”.
El aporte
“Para el Ejército uruguayo es una oportunidad de formación muy importante y del despliegue de las capacidades, no hay otro lugar que no sean las misiones donde se despliegue operativamente las capacidades y es una posibilidad de acceder a medios, porque una vez que se terminan las misiones nos podemos traer medios que son importantes para nosotros”, señaló.
“Para los soldados, los combatientes, significa un ingreso muy importante porque se cobra el sueldo, un sobre sueldo y un viático de la ONU y la verdad es que las circunstancias de vida de un montón de personas es un antes y un después”.
“Compartí con soldados que tenían cuatro, cinco misiones y también con soldados que me dijeron que no iban a volver porque es muy difícil. En Goma hay toque de queda, no podés salir de la base si no es con seguridad, nosotros para ir al supermercado teníamos que ir en convoy, con seguridad armada, o sea, las circunstancias de vida es quedarte adentro de la Base y hacer las actividades”, explicó.
“Para nosotros era fundamental ver de primera mano la realidad y entender y comprender la profundidad de las críticas; la verdad que entiendo el rol que cumple Uruguay, lo bien valorado que está, pero también entiendo las consecuencias de haber tenido tantos años una misión y que los resultados para el país sean los que son hoy”, subrayó.
Ya cerrando la entrevista, Melgar mencionó que estar en el lugar “te cambia la perspectiva”, que le llamó la atención que ven muchas imágenes del Che en la calle y el testimonio de una voluntaria argentina que fue por un período y decidió quedarse porque “la necesidad de estar ahí y de ponerte a hacer cosas te invade, entonces entiendo ese concepto de que no puedo volver. ¿A hacer qué en mi casa?”, reflexionó.
La libertad que falta
“La República del Congo ha sido proclamada y nuestro amado país está ahora en manos de sus propios hijos. Juntos, hermanos míos, comenzaremos otra lucha, una lucha sublime, que llevará a nuestro país a la paz, a la prosperidad y la grandeza.
Juntos estableceremos la justicia social y aseguraremos a cada hombre la justa remuneración por su trabajo. Enseñaremos al mundo lo que el negro puede hacer cuando trabaja en libertad, y convertiremos al Congo el centro de África.
Vigilaremos que las tierras de nuestra nación beneficien realmente a los hijos de nuestra nación. Reexaminaremos las leyes anteriores, y haremos otras, justas y nobles. Terminaremos con la supresión del libre pensamiento, y haremos que todos los ciudadanos puedan disfrutar totalmente de las libertades fundamentales establecidas en la Declaración de los Derechos del Hombre”
Estas palabras expresaba Patrice Lumumba con motivo de la proclamación de la Independencia del Congo el 30 de junio de 1960. Fue el primero en ocupar el cargo de primer ministro de la República Democrática del Congo entre junio y septiembre de 1960. Fue derrocado ese mismo año y asesinado en 1961.
Foto
Durante la despedida de efectivos del Contingente Nacional del Ejército desplegado en la República Democrática del Congo en enero pasado. Foto: Javier Calvelo / adhocFOTOS.