Por Rony Corbo
Ante la pérdida acelerada de su hegemonía mundial con China, el imperialismo norteamericano retoma con fuerza la “Doctrina Monroe” de “América para los americanos” dirigida en su momento contra potencias europeas, posteriormente contra la URSS y hoy contra China.
Muchos “progresistas latinoamericanos” consideraban que, con la llegada de los demócratas a la Casa Blanca, Joseph Biden iba a cambia aspectos sustanciales de la política de su antecesor Donald Trump para América Latina y el Caribe. Se olvidaron de la lógica interna del propio funcionamiento sistémico, es decir los núcleos económicos y militares de los EEUU, que siguen determinando las acciones del imperialismo norteamericano.
En los últimos días hemos visto como en Perú no se proclama a Pedro Castillo, ganador en las urnas, intentando llegar al 28 de julio y que sea el Parlamento peruano el encargado de elegir el presidente, golpeando una vez más la democracia en Latinoamérica.
También asistimos al asesinato de Jovenel Moise, presidente de Haití, con el tradicional “modus operandi” de la CIA y el ataque a Venezuela de paramilitares colombianos, quienes equipados con armas de guerra agredieron a la población civil cerca de Caracas.
El domingo le tocó a Cuba, donde se incentivaron movilizaciones que comenzaron en San Antonio de los Baños, cerca de La Habana, repicadas rápidamente por las redes sociales, por jóvenes rentados desde ONGs, con los 20 millones de dólares al año de fondos federales estadounidenses para la «promoción de la democracia en Cuba”. En La Habana estas “movilizaciones” pasaron a disturbios, con saqueos de oficinas y comercios lo que fue contenido por el propio pueblo cubano organizado en los Comité de Defensa de la Revolución (CDR) al llamado de su presidente Miguel Díaz Canel.
La profundización del bloqueo para “matar de hambre a los cubanos”
El bloqueo económico, comercial y financiero de EEUU contra Cuba, desde hace seis décadas, es el principal responsable de las carencias y limitaciones del diario vivir de los cubanos y es lo que los medios de comunicación no dicen.
La campaña de «máxima presión» del gobierno de Donald Trump contra Cuba, incentivada incluso con el surgimiento de la COVID, redujo las entradas de divisas a la isla. Se prohibieron casi totalmente los vuelos, se prohibieron los cruceros, se canceló la posibilidad de recibir las remesas y se permitió a las empresas estadounidenses demandar a las multinacionales que invierten en Cuba. Como bien manifestó Mike Pompeo, el Secretario de Estado de Trump, el objetivo era «matar de hambre» a los cubanos.
La administración Trump golpeó a la isla con más de 200 nuevas medidas destinadas a hundir la economía y provocar el descontento, medidas que hasta ahora no han sido tocadas por la administración Biden.
La pandemia también liquidó los ingresos por turismo, el principal rubro de obtención de divisas de Cuba, generando un retroceso en el mejoramiento del nivel de vida de los cubanos, que se venía experimentando desde hacía dos décadas, cuando se salió del llamado “periodo especial”. Volvieron así las largas colas para comprar productos como arroz, pollo, café y demás insumos básicos de la canasta familiar.
Este año en la ONU, por 29 ocasión consecutiva, la inmensa mayoría de los países del mundo votaron contra el bloqueo económico de Estados Unidos a Cuba exigiendo que se ponga fin a esas medidas coercitivas unilaterales. La resolución de rechazo al embargo a Cuba obtuvo esta vez 184 votos a favor, dos en contra (Estados Unidos e Israel) y tres abstenciones (Colombia, Brasil y Ucrania).
Diaz Canel en Mesa Redonda
El presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, participó este jueves en el programa Mesa Redonda donde reconoció, “desde el punto de vista de emociones y convicciones”, la difícil situación actual del país, la cual calificó de compleja y retadora. También enfatizó que “queremos un país más próspero y que tenemos insatisfacciones de no haberlo alcanzado. Sabemos que, si nos dejan tranquilos, si nos dejan actuar con nuestras propias fuerzas y talento, si no nos dificultan, ponen trabas, obstáculos, nosotros podemos lograrlo. Si alcanzamos esa oportunidad económica podremos multiplicar la inmensa obra social que la Revolución ha gestado, que nadie podrá mover”.
Sobre las manifestaciones dijo que son disturbios causados por “grupos anexionistas, personas que responden a un plan extranjero, opuestas a la revolución cubana, que no piensan como cubanos, piensan bajo los designios del imperio. Cuando protagonizan una acción no acuden a una bandera cubana, sino a una norteamericana”.
Sobre el saldo de los disturbios Díaz Canel afirmó “ que hay un fallecido y que este martes se informó de decenas de heridos, una parte de ellos de la parte del pueblo que trató de evitar esos hechos vandálicos y fue a defender el orden, la tranquilidad y seguridad ciudadana, que enfrentaron bandas armadas, que actuaron con vandalismo, vociferando y anunciando muertes y hostigamiento a personas revolucionarios y comunistas; planeando asaltar lugares públicos, rompiendo cristales, robando, agrediendo, lanzando piedras”.
El presidente cubano lamentó “que esos jóvenes, que han tenido todas las posibilidades de instrucción, de educación y superación, se comporten de esa manera”.
“Hay que decir también que se cometieron hechos que atentan contra la Constitución, refrendada por más del 86% de la población, una mayoría, que tiene que ser respetada”, indicó.
El presidente cubano se refirió a la manipulación que ha existido sobre su llamado a que los revolucionarios tomaran las calles. “En un momento como este, los revolucionarios, con todos los que se incluyan, tienen el deber de proteger lo que es patrimonio de todos, los derechos constitucionales que aprobamos la mayoría”, señaló.
Para terminar el presidente cubano indicó que “el otro saldo que nos deja esto, es que nos provoca perfeccionamiento, profundidad, sentido crítico. La revolución se hizo para dar horizontes de superación a todos”.
Fuerte apoyo internacional a Cuba
El vocero de la cancillería china, Zhao Lijian, señaló el martes en conferencia de prensa que “China se opone firmemente a la interferencia extranjera en los asuntos internos de Cuba y apoya los esfuerzos de las autoridades para combatir la pandemia del nuevo coronavirus, mejorar las condiciones de vida de su población y explorar un camino de desarrollo acorde con sus propias condiciones nacionales”. Asimismo, llamó a Estados Unidos a levantar por completo el bloqueo contra Cuba. Por último, ratificó el apoyo de China a la construcción del socialismo en Cuba y su disposición a reforzar las relaciones amistosas entre ambos países.
El portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia también advirtió contra la «interferencia externa» que buscaba «alentar la desestabilización en Cuba» y se solidarizó con el gobierno cubano.
Andrés Manuel López Obrador, presidente de México, dijo que esperaba que se pudiera llegar a una resolución pacífica “sin uso de la fuerza, sin confrontación y sin violencia”. “Los cubanos deben decidir [la solución] porque Cuba es una nación libre, independiente y soberana, no debe haber intervencionismo”, agregó López Obrador. El mandatario mexicano llamó a EEUU que “si quiere ayudar a Cuba levante el bloqueo”. En el mismo sentido se pronunciaron el presidente argentino, Alberto Fernández y el presidente boliviano Luis Arce.
Rumbo a un nuevo 26 de julio, día del Moncada, los revolucionarios latinoamericanos y los uruguayos estaremos, reafirmando la solidaridad con Cuba y celebraremos muy especialmente lo que Fidel definía como “la chispa que encendió el motor de la revolución” porque “siempre es 26”.
