DECLARACIÓN:
«El militar retirado Alberto Loitey, candidato por Cabildo Abierto a la Intendencia de Soriano, agravió a las y los uruguayos y a la democracia entera afirmando en declaraciones de prensa que el médico comunista Vladimir Roslik no murió asesinado en la tortura sino de un paro cardíaco.
Vladimir Roslik murió asesinado en la tortura el 16 de abril de 1984 en el Batallón de Infantería N°9, en Fray Bentos. Loitey, como el mismo lo reconoce, cumplía tareas en ese Batallón. En realidad eso es lo más relevante de lo que declara: reconoce que estaba en el cuartel cuando el asesinato de Roslik.
Roslik fue el último asesinado por la dictadura, ya se habían realizado las elecciones internas de los partidos autorizados, excluido el Frente Amplio, en 1982; ya se había realizado el enorme 1° de Mayo de 1983; la semana del estudiante y la marcha al Franzini de setiembre de 1983; el gigantesco acto del Obelisco en noviembre de 1983; faltaban pocos meses para las elecciones de noviembre de 1984 y la dictadura seguía reprimiendo.
La versión de la dictadura, señalando que Roslik murió de un ataque cardíaco, es una más de las mentiras sobre la muerte o desaparición de cientos de compañeras y compañeras, todas se han comprobado falsas, absolutamente todas. En el caso de Roslik, hace 36 años que se sabe que lo que hoy repite Loitey es mentira. La propia justicia militar descartó esa versión en 1984. También comprobó que era mentira una investigación del semanario Jaque, que dirigía Manuel Flores Mora. Lo mismo hicieron las denuncias de la familia de Roslik, las organizaciones de DDHH, el Frente Amplio aún proscripto y el PCU y la UJC, también proscriptos.
Estas declaraciones de prensa, amparadas en la impunidad de estos 36 años, siguen repitiendo la mentira, vuelven a enarbolar la teoría de los dos demonios, hablan de un enfrentamiento armado y atribuyen a los golpistas el rol de salvadores de la patria. Esa versión es mentira siempre, pero lo es mucho más en 1984, cuando fue asesinado Vladimir Roslik.
Lo que hubo en Uruguay, durante 11 años y también en 1984, fue una dictadura fascista, fue Terrorismo de Estado, fue persecución, secuestros, tortura, cárcel, asesinatos y desapariciones. Lo que hacen Loitey y su partido, Cabildo Abierto, es seguir defendiendo la impunidad de los peores crímenes de la historia nacional.
La defensa de la impunidad y los impunes por parte de Cabildo Abierto no tiene límites. Estas declaraciones se inscriben en la campaña de Cabildo Abierto que incluye ataques a las y los jueces, a la Fiscalía; su proyecto de ley para restaurar la impunidad a los crímenes de lesa humanidad y su planteo de atacar, también, a la Comisión Interamericana de DDHH.
El PCU rechaza y repudia las declaraciones de Loitey, que es rechazar a la impunidad y a la mentira, y reafirma su compromiso con la búsqueda de verdad y justicia, para Vladimir Roslik y todas y todos los compañeros torturados, asesinados y desaparecidos.
El PCU reafirma su compromiso con la defensa de la libertad y la democracia, incompatibles con la mentira y la impunidad.
Montevideo 17 de agosto de 2020
Comité Ejecutivo Nacional
Partido Comunista de Uruguay»