El PIT-CNT ha convocado a un Paro Nacional para el 15 de setiembre, la consigna central, que encabeza una amplia plataforma, aún en construcción, es: “Contra el modelo de la desigualdad”.
Tanto la convocatoria, que incluye un paro general de 24 horas, pero es a un Paro Nacional, como la consigna, son elementos relevantes.
Empecemos por la consigna, en editoriales anteriores hemos sostenido que lo principal que produce la restauración conservadora y el brutal ajuste neoliberal, aplicados por el gobierno de la coalición de derecha encabezado por Luis Lacalle Pou, es desigualdad.
En un país cuya economía está creciendo los salarios y las jubilaciones siguen cayendo, hay más pobres y miles de uruguayas y uruguayos enfrentan el hambre.
Hay muchos elementos para fundamentar esta afirmación, “dato mata relato”, como reclamaba eufórico el presidente Lacalle Pou en una de sus tantas pseudo cadenas nacionales.
Empecemos por dos datos muy recientes que contrastados dejan prístinamente claro que lo que aumenta en Uruguay es la desigualdad.
En una nota del economista Bruno Giometti, en nuestra edición anterior (https://elpopular.uy/uruguay-2022-el-malla-oro-y-las-ollas/), se daba cuenta que el último informe de la Comisión Técnica Asesora de AEBU, en base a datos oficiales del Banco Central del Uruguay, estableció que en la plaza financiera local los depósitos totales crecieron 9.978 millones de dólares, entre febrero de 2020 y junio de 2022.
En febrero de 2020 el monto total de los depósitos era de 30.000 millones de dólares y hoy es de 40 mil millones dólares, en términos aproximados.
La inmensa mayoría de ese incremento se dio entre los más ricos, las cuentas de más de 100.000 dólares explican casi el 80% del crecimiento total y, para dar una idea más completa de la concentración de la riqueza, el 62% del aumento se registra en las cuentas de más de 250.000 mil dólares.
Además, los depósitos en el exterior de uruguayos residentes alcanzaron los 9.923 millones de dólares a marzo de 2022; crecieron 3.729 millones de dólares si se compara fines de 2019 con marzo de 2022.
El contraste con estas cifras lo da el informe recientemente presentado por Solidaridad.Uy, que establece que ahora, en 2022, las ollas y los merenderos populares están brindando 1.246.000 porciones de comida por mes. Esto implica, en promedio, 40 mil porciones de comida por día. Todo esto sostenido por el esfuerzo titánico de 2.000 mujeres y hombres que con su solidaridad diaria lo hacen posible.
A ello hay que agregar que las exportaciones alcanzaron, en los últimos 12 meses, un récord histórico de 13 mil millones de dólares. Al mismo tiempo hay 60 mil pobres más, el empleo todavía no llega a los niveles pre pandemia y los salarios, promedialmente, todavía están un 4% por debajo de lo que estaban en 2019.
El gobierno no ha anunciado una sola medida para atender esta situación de creciente desigualdad, por el contrario, tanto en la Rendición de Cuentas, como en su política salarial, como en distintas medidas administrativas, como en su propuesta de Reforma de la Seguridad Social, en realidad la agrava. No es de extrañar, el presidente Lacalle Pou ha dicho públicamente que para su gobierno la prioridad, antes de la pandemia, durante la pandemia y después, eran, son y serán los denominados “malla oro”.
Enfrentado a esta realidad objetiva el PIT-CNT, como ya lo había señalado varias veces, particularmente este 1° de Mayo y durante el paro general parcial de julio, planteó una serie de propuestas. El gobierno no ha respondido y mucho menos atendido ninguna de las propuestas.
Es por eso que el PIT-CNT convoca a este Paro Nacional con una plataforma, que, marcada por el cuestionamiento a la desigualdad, incorpora los reclamos de: frenar la carestía, el aumento descontrolado de los precios, la inflación ronda el 10% y en los alimentos es mayor; atender el incremento de la pobreza y la situación de hambre de decenas de miles de uruguayas y uruguayos; trabajo digno y aumento salarial; defensa de la negociación colectiva; una reforma de la Seguridad Social que incluya espacios reales de diálogo y apunte a una Seguridad Social universal, solidaria, sin lucro y sin AFAP´s; presupuesto para la educación pública, la vivienda y la salud; respuestas a los reclamos del movimiento cooperativo de vivienda; defensa de la empresas públicas; incremento de la inversión pública; medidas para avanzar en Verdad y Justicia y defensa de la Institución Nacional de Derechos Humanos.
La plataforma, muy amplia ya, está en construcción. Esto es así por las características de la convocatoria del paro, que no es cualquier paro. El PIT-CNT se propone que el del 15 de setiembre sea un Paro Nacional, que incorpore las reivindicaciones de todo el movimiento popular y sea convocado por la Intersocial, con una fuerte apuesta a su revitalización y fortalecimiento.
Ya hay reuniones con FUCVAM, la FEUU, ONAJPU, colectivos feministas, gremios estudiantiles y otras organizaciones populares, para retomar con fuerza el trabajo de la Intersocial, que jugó un papel tan relevante durante la pandemia y para la recolección de firmas y el referéndum contra 135 artículos de la LUC. Está previsto un relanzamiento y una convocatoria conjunta al Paro, el próximo 13 de setiembre.
El Paro Nacional del 15 de setiembre será un resumen de todo lo acumulado en las inmensas movilizaciones de junio y julio: la Marcha Nacional Educativa, el paro nacional del SUNCA, la movilización conjunta de la Federación de Funcionarios de Salud Pública y la FUS, la movilización de COFE, de la Mesa Sindical Coordinadora de Entes, la de la Coordinadora de Sindicatos de ANCAP y el gran paro y marcha del PIT-CNT en julio. También de las movilizaciones estudiantiles y docentes en reclamo de presupuesto para la Educación Pública y en contra de la Reforma Educativa que el gobierno busca imponer a marchas forzadas.
El movimiento sindical viene sosteniendo un importante nivel de movilización. Pero pretende ir a más. Busca recrear el nivel de unidad y movilización logrado en la mayor victoria popular de este período: las 800 mil firmas contra la LUC. Apuesta a construir, en la militancia y la lucha común, un nuevo nivel de unidad del campo popular. Y también retomar el diálogo directo con nuestro pueblo en las ciudades, los pueblos, los barrios y las ferias. Miles hablándole a miles.
Esto tiene una importancia enorme para el presente inmediato, para dar respuestas a las necesidades de nuestro pueblo, que son urgentes. Pero también tiene proyecciones estratégicas y se entronca con el desafío de construir una respuesta programática unitaria de todo el campo popular. El programa para un Uruguay para todas y todos, que tendrá en el Congreso del Pueblo un punto central de realización. Concebido este como un proceso de debate, unidad y lucha, que comienza ya y que se construye desde el pie.
Por todo eso es central, para todo el movimiento popular, lograr que el 15 de setiembre se concrete un gran Paro Nacional.
