EL pasado viernes y por solicitud de Rusia, sesionó una sesión extraordinaria del Consejo de Seguridad de la ONU.
El pedido tenía como objetivo el análisis de la creación de armas biológicas en laboratorios de Ucrania, con asesoramiento y financiamiento de EE. UU.
“Les pedimos que piensen en un peligro biológico muy real para la población de los países europeos, que puede resultar de una propagación incontrolada de agentes biológicos desde Ucrania, que, como hemos visto con la COVID-19, es imposible detener”, advirtió el embajador ruso ante las Naciones Unidas, Vasily Nebenzya, de acuerdo a Euronews.
En la instancia, consigna el diario Granma, “Estados Unidos solo se limitó a acusar a Rusia de difundir información falsa”.
Luego de intensas reuniones sin resultados concluyentes, Rusia que tiene derecho a veto en el Consejo hizo la petición formal de la sesión extraordinaria, que fue respaldada por China que considera verídicas las afirmaciones de Moscú con relación a los laboratorios biológicos estadounidenses en Ucrania.
En su intervención, Zhang Jun, representante chino en la ONU, instó al Consejo a abordar “adecuadamente las preocupaciones de Rusia”, al tiempo que enfatizaba en la inquietud que produce a nivel mundial la existencia de “336 laboratorios biológicos militares de Estados Unidos”.
