Colette Spinetti, dirigente del Colectivo Trans del Uruguay, participó en el programa de esta semana de La Mecha, que se emite todos los lunes de 12 a 13 horas por CX 1330.
El pasado 29 de marzo se conmemoró el Día Internacional de la Visibilidad Trans, y el colectivo elaboró videos “con diferentes personas del colectivo que visibilizan lo que queríamos mostrar, la violencia, el no acceso al trabajo, el trabajo sexual, las niñeces y adolescencias trans, las personas privadas de libertad”, comentó Spinetti, con el objetivo de “rendir homenaje a aquellas personas que nos precedieron, si hoy estamos en el lugar donde estamos, que Uruguay tiene leyes de avanzada es por la lucha de mujeres trans que nos precedieron y pusieron su cuerpo en la calle para reclamar derechos, no hay que olvidar la historia, la historia de la lucha no empieza con cada persona. Mostramos lo que hacemos, en lo que trabajamos, en Montevideo y todo el país”.
Respecto a los avances que hubo desde la aprobación de la ley trans, la dirigente señaló que “una ley siempre impacta positivamente”. Sin embargo, indicó que “si se necesitan leyes para reconocer un derecho es porque hay un país que no reconoce derechos, por lo tanto, hay una sociedad que no está tan bien, pero la ley ha impactado positivamente, antes había personas que no podían hacer el cambio de nombre y género por no tener un abogado. Hoy, al ser un trámite administrativo es mucho más accesible”.
Otro ejemplo son “las pensiones reparatorias, las compañeras trans que vivieron persecución durante la dictadura y los primeros gobiernos democráticos hoy acceden a que el Estado le dé una prestación a modo de reconocer que fueron víctimas de persecución y violencia, muchas compañeras de más de 45 años han podido acceder a esta prestación, que no es mucho, de 13.000 pesos más o menos, es una ayuda para quien no tiene nada”.
A su vez, aseguró que “si bien los cupos laborales no se cumplen en su totalidad tenemos casos de compañeros y compañeras trans que han podido acceder a trabajos en organismos públicos gracias a los cupos laborales que establece la ley”.
Spinetti enfatizó que “falta mucho para el cambio cultural en las prácticas diarias, sigue habiendo gurises trans víctimas de bullying no solo por parte de les compañeres, que muchas veces son quienes más contienen, sino desde el cuerpo docente y directivo, en estos días estamos con una problemática así en un liceo céntrico de Montevideo, imaginen la situación en un centro educativo en una ciudad más chica en el Uruguay profundo”.
“Tiene que ver con el cambio cultural, si soy docente, al pararme frente a una clase tengo que desprenderme de mis ideales políticos, religiosos, y sociales heteronormados, porque se supone que como docente tengo la función de respetar la individualidad en primer lugar y los tránsitos, en segundo lugar formar, educar y transmitir para un cambio social. Si transmito desde una mirada absolutamente heterocisnormada perpetúo el pensamiento social desde ese lugar”, sostuvo.
“Tenemos marcos jurídicos de avanzada pero también una sociedad que todavía no está a la par de ese reconocimiento de derechos, tenemos discursos de actores políticos reflotando toda la cuestión de la familia, al hablar de la familia lo hacen desde el estereotipo, declaran con respecto a los feminicidios que las matan por ‘excesos de amor’, lo que habilita a ciertos sectores de la ciudadanía a la violencia, si desde un discurso político de una persona socialmente poderosa, que utiliza los medios de comunicación se vuelve a lo heteronormado, habilita al público a la violencia, es lo que pasa actualmente”, advirtió.
Se siente que “los derechos adquiridos están en peligro. En este momento, por la coyuntura política que tenemos no es un momento propicio para el reconocimiento de derechos, es un momento de resistencia, resistimos que no vulneren los derechos reconocidos legislativamente, hay varias formas de vulnerar los derechos, por ejemplo, quitando presupuesto, el recorte de presupuesto para la salud, educación y vivienda, implica que no habrá prestaciones en salud para las personas trans, ni atención en las trayectorias educativas, no va a haber planes de vivienda, son otras formas de vulnerar derechos que lleva adelante una economía neo liberal”, afirmó Spinetti.
Asimismo, la dirigente comentó sobre los comienzos del Colectivo Trans del Uruguay.
“En la década de 1990, la primera organización trans que surge en Uruguay es ATRU, en aquel momento, Asociación de Travestis del Uruguay, hoy, Asociación Trans del Uruguay, con compañeras como Gloria Alvez y Selva Enriquez, entre otras compañeras que salieron a la calle en las primeras marchas que se hacían del Obelisco a la UdelaR, sabiendo que cuando terminara las iban a llevar presas, maltratar y violentar”, recordó.
“Luego comienzan a aparecer otras organizaciones que pelean por los derechos de la comunidad LGBT+, venimos con una historia de lucha que en algunos aspectos continúa y en otros plantea reivindicaciones nuevas. A partir de los 2000 comienzan a surgir muchas organizaciones, incluso del interior del país, algo absolutamente valorable, que haya reivindicaciones nacionales y territoriales”, expresó.
“En el futuro está la esperanza de incidir para que el acceso a derechos (salud, educación, trabajo y vivienda) sea tan común y natural como para cualquier persona de este país, en Uruguay tiene que haber un cambio social y cultural, porque si se sale de lo esperado, menos derechos se tiene, abogar para que no solo las personas trans tengan acceso natural a los derechos por el hecho de ser personas, sino que todas las personas, sin importar raza, etnia ni nivel sociocultural, accedan a derechos, a poder profesionalizarse, que se pueda elegir en qué trabajar, que los centros de salud puedan brindar atención para todas las personas y que éstas puedan ir, pasa con las personas con discapacidad, con enfermedades raras, tenemos que lograr entre todes quienes trabajamos en Derechos Humanos para poblaciones específicas, que se transversalicen esos derechos y la posibilidad de acceso”, aseguró.
“Siempre digo a mis alumnes que son la esperanza, la juventud en este país ha quebrado una cantidad de estructuras afianzadas en la sociedad, no se adulticen, no entren en el cuadrado que tenemos los adultos, de culturas fijas. Sigan rompiendo estructuras y creencias, construcciones sociales decadentes y caídas, eso nos da la esperanza de que dentro de unos años aquello por lo que luchamos quede en la historia”, finalizó Spinetti.
Moriana Alberro