La pérdida de fuentes de trabajo y la defensa del sector industrial son la principal preocupación.
La Confederación de Sindicatos Industriales realizó el martes 30 de setiembre un paro parcial de 9 a 13 horas seguido de una movilización en rechazo a la pérdida de puestos laborales y en defensa del fortalecimiento del sector industrial.
– ¿Cuáles fueron los motivos del paro y cómo viene la situación en la industria?
El paro en realidad fue por varios aspectos, uno contra algunos sectores que están bastante intransigentes a nivel de la ronda de Consejo de salarios. El segundo aspecto es algo bien importante como es mejorar las condiciones de ingreso de la mujer a la industria. O sea, a veces se toma como un costo, por ejemplo, mejorar un vestuario o colocar un baño para las compañeras. Por lo tanto, ese planteo sigue vigente.
También se estuvo tocando una cuestión como es la mirada que está teniendo la Presidencia del BPS y el Ministerio de Economía, en cómo utilizar los recursos del Fondo de Insolvencia Patronal. Lo que nos está pasando es lo siguiente: cuando una empresa se presenta a concurso de acreedores, el objetivo de este Fondo es salvar la empresa, no terminar de fundirla ¿Cuál es el problema que estamos teniendo? Bien concreto y con un ejemplo: si mañana una empresa, nos comunica que va a tomar esta iniciativa del concurso de acreedores y dice que puede mantener a 100 trabajadores y el resto está complicado, por lo tanto, toman la definición de despedir a 50 y quedan como parte del concurso de acreedores. Y es así que estos trabajadores no van a cobrar por la empresa porque no hay un mango, pero seguramente cobren hasta un máximo de 650.000 pesos que vienen del Fondo de Insolvencia Patronal.
Ahora ¿qué sucede con los otros cincuenta? dicen, bueno, vamos a trabajar en conjunto con la empresa, con el gobierno de turno, con los ministerios para tratar de que estos 50 sigan teniendo trabajo y capaz que en un futuro los 50 despedidos pueden retomar.
Pero ¿cuál es el problema y la espada de Damocles? que esos 50 que quedan trabajando no están cubiertos por la Ley Insolvencia Patronal. Por lo tanto, aquel que queda poniéndole el hombro al laburo y tratando de salvar la fuente de trabajo y el proyecto productivo, tiene un doble perjuicio, porque no va a cobrar por la empresa y tampoco el Fondo de Insolvencia lo cubre. Esto es un problema bastante importante y tenemos una visión totalmente encontrada con el Ministerio de Economía y con la Presidencia del BPS. También estuvimos en la parte oratoria con los compañeros del gas por cañería con Alejandro Acosta.
Porque todo esto que estamos hablando funciona si tenemos fábricas abiertas, sino en realidad tendríamos que hablar de otra cosa. El índice de personal ocupado del 2000 al 2010 creció 25% en la industria manufacturera, pero, de 2010 al 2025 cayó y fue negativo -27%.
– ¿Qué pasó ahí?
Bueno, varias cuestiones. Esto es multicausal, pero lo que nos preocupa es que no hay unanimidad en el gobierno actual de cambiar la situación. ¿A qué nos referimos? Pues imagínate que, si estamos hablando de 2010 a 2025, hubo gobiernos frenteamplistas ahí más el último gobierno de la derecha. Sin embargo, vamos cayendo, o sea que esto no es solamente un problema de un gobierno u otro. Para nosotros se debe a que no hay una planificación, no hay un plan a donde insertar la producción nacional y la industria nacional, cómo agregarle valor y tecnología, como solventar un colchón social para los cambios, porque, cuando uno agrega tecnología hay gente que queda por el camino, pues nosotros planteamos como Confederación armar un colchón social que le permita a esa compañera o compañero que quedó por el camino solventarse.
Hablamos en un momento de un Fondo Industrial que era apalancado financieramente por el 1% patronal y el 0.5% del trabajador, eso nos permitía alrededor de 25 millones de dólares año para dos o tres cuestiones. La primera, armar un instituto de discusión política industrial, que tuviéramos índices confiables para el sector empresarial y el otro aspecto era complementar el seguro de desempleo para esa barra que queda por el camino, con una contrapartida obligatoria de que esos trabajadores se tenían que formar en la nueva industria. No es para que yo tome mate en mi casa, ni que, si la industria va hacia el sector autopartista, yo me quiera formar para el sector plástico, no. Eso lo hablamos con la Cámara de Industria y no tuvimos mucha chance, veremos si podemos revertir esto, pero es fundamental mejorar la competitividad del país y por lo tanto la productividad. Ahí siempre aclaramos hablamos de productividad, no estamos hablando de destajo.
Entonces, si no logramos parar la sangría estamos complicados. Nos paramos como clase, como dirigentes y militantes sindicales tenemos la primera obligación con nuestras compañeras y compañeros y ahí tenemos una crítica. ¿Con quién? Con el Ministerio de Economía, especialmente.
¿Cuál es el problema? Un ejemplo bien concreto: autopartismo. En el gobierno anterior estuvimos siete meses discutiendo con la patronal y el Ministerio de Industria y al final nos pusimos de acuerdo en algunos planteos y beneficios que eran a cambio de nuevas inversiones y de nuevos proyectos. Eso fue a Economía y Arbeleche (ministra de Economía del gobierno de Lacalle Pou) lo dejó en un cajón. Bueno, viene un cambio de gobierno, el mismo material lo entregamos ahora al Ministerio correspondiente, pero, en la segunda reunión del núcleo no aparece Economía, está bien, seguramente tenga un argumento importante para no estar presente, pero nos preocupa. Nos preocupa porque es un sector que da muchísima mano de obra y hemos perdido miles de puestos de trabajo en ese sector.
Esto es solamente un ejemplo y no es para encarnizarse con una persona, ni con dos, es un tema político y de concepción. Para nosotros el Ministerio de Economía no tiene una mirada desarrollista y eso nos complica porque tenemos sintonía con algunos ministerios: Trabajo, Industria, pero Economía juega como en otra liga y por eso estamos preocupados.
