Más allá de las optimistas evaluaciones realizadas por el ministro de Turismo, Tabaré Viera, sobre el inicio de la temporada estival, la Asociación de Hoteles y Restaurantes del Uruguay (ARHU) observa la situación con “expectativa” pero también “con dudas”.
En declaraciones a la diaria, el presidente de la gremial y vicepresidente de la Cámara de Turismo, Jorge Rodríguez, afirmó que aún no se habían analizado “los números en bruto”.
De acuerdo a Rodríguez “la primera semana ha sido buena, sobre todo en la parte inmobiliaria”, aunque señaló la presencia de “algunas dificultades” respecto a la competencia de particulares que alquilan sus viviendas “con motivos turísticos”.
El dirigente recordó que en el sector hotelero aún se espera se apruebe un proyecto que regule los alquileres turísticos, una iniciativa que, según consignó el medio de prensa, aún está sin aprobación en el Senado.
Para el presidente de la AHRU la primera quincena del año es la “la etapa fuerte”, y consideró que si no se alcanzaba “una ocupación superior al 90% durante este tiempo será muy difícil sostener la temporada”.
Al evaluar cómo se prevé el resto de la temporada, Rodríguez fue cauteloso, “hay mucha expectativa y muchas dudas”.
En sus declaraciones al medio de prensa Rodríguez detalló que “tradicionalmente es en la segunda quincena que el sector espera el arribo de la clase media argentina al país”, que consideró es actualmente “la más afectada por la situación coyuntural”.
Además de la diferencia cambiaria entre Uruguay y Argentina, detalló, existen otros “factores político-económicos que pueden incidir en los costos y resultados”.
Consultado por el medio de prensa, el presidente del Sindicato Único Gastronómico y Hotelero del Uruguay (Sughu), Jorge González, se alejó de las evaluaciones de Rodríguez y consideró que se estaba ante una temporada de “medio pelo”.
“La temporada no va a ser lo esperado”, sentenció y auguró “que la oferta laboral en el sector se va a achicar a los fines de semana una vez finalizada la primera quincena”.
De acuerdo a González, esta situación se explica “tanto a la competitividad de precios como a la diferencia cambiaria con Argentina”, además de que “la gente en nuestro país tiene poca plata para gastar, lo que le lleva a restringir sus períodos de actividad fuera del hogar”.
“La gente no tiene para gastar porque está caro todo, sube todo”, subrayó.
Para el dirigente sindical, las evaluaciones del ministro de Turismo sobre la variedad de precios son “erradas” y agregó que era necesaria la implementación de “una política de turismo interno destinada a la clase trabajadora”, así como “implementar un plan integral y sostenido que apunte a ella”.
En ese sentido, González “lamentó que para los laburantes comunes no hay algo apuntando a eso”.