Hoy 25 de abril, hace 49 años, en el año de 1974, el pueblo de Portugal se levantaba y derrocaba la brutal dictadura fascista que la asoló por décadas, encabezada en su mayor parte por António de Oliveira Salazar.
En el levantamiento popular jugaron un gran rol militares, oficiales y soldados, muchos organizados en sus sindicatos, pero también la clase obrera y las y los estudiantes y tuvo un papel heroico el Partido Comunista de Portugal, luchando desde la clandestinidad y desde el primer día, pagando un alto costo con miles de presos y asesinados.
Al levantamiento popular que puso fin a décadas de fascismo se la conoce como la Revolución de los Claveles, porque ese día en Lisboa y otras ciudades el pueblo salió a la calle a respaldar a los insurrectos y les puso claveles rojos en los cañones de los fusiles y los tanques. Esa madrugada cuando tomaron las radios, la señal de la sublevación fue emitir «Grandola, Vila Morena», este himno a la libertad y la dignidad de José Afonso. Que ya se ha transformado en un himno de toda la humanidad digna y de la libertad.
La Revolución de los Claveles significó la conquista de la democracia para Portugal, la liberación y la independencia de sus colonias, como Angola y Mozambique, tras la heroica lucha de sus pueblos con el MPLA y el Frelimo a la cabeza y una luz de esperanza para América del Sur que sufría las dictaduras fascistas impuestas por las oligarquías y el imperialismo yanqui.
La libertad la defienden los pueblos, en unidad. Viva la Revolución de los Claveles, hoy más que siempre, en con el recuerdo de la Revolución de los Claveles, decimos: Fascismo nunca más.
