«No sólo no lo dejaron ingresar a un refugio cuando nos encontrábamos ante una alerta naranja, sino que muere en la esquina entre nylons y trapos, con la cabeza rota, con la derrota de que a nadie le importo su vida. Seguramente muere de frío, de desidia, de odio por el pobre», afirmaron desde el movimiento sindical en un comunicado.
«Para Gustavo, de 31 años, el Estado no llegó tarde, le cerró la puerta. La situación de quienes están viviendo en la calle tiene muchos aspectos que atender, pero el Estado tiene la responsabilidad de cuidar y velar por la vida que es el bien supremo», dice el comunicado firmado por el Secretariado Ejecutivo del PIT-CNT en el día de hoy.
Gustavo Fabián Castro Mercadal de 31 años concurrió en la noche del martes a un refugio del MIDES, ubicado en la calle Paysandú para poder dormir allí pero le dijeron que no había cupos. El hombre quiso quedarse por la fuerza pero fue retirado del lugar por la policía que se lo llevó detenido, luego la Justicia decidió su libertad lo cual significó volver a la calle en una noche gélida, con una sensación térmica menor a tres grados centígrados.
Según relató Telemundo, Castro caminó hasta que a la medianoche se ubicó debajo de un alero de un comercio en Paysandú y Yi, y se tapó con lo que pudo. Más tarde al llegar el dueño de la panadería avisó a la policía que había una persona allí. El informe primario de la Policía Forense determinó que falleció por hipotermia, o sea de frío.
Se trata de la segunda muerte por hipotermia en quince días, la última ocurrió en la zona del Prado, también en Montevideo.
En este marco el ministro de Desarrollo Social, Pablo Bartol, no ha salido a dar declaraciones al respecto.
