El portavoz de la presidencia palestina, Nabil Abú Rudeina, calificó como “ataque deliberado” y una acción que “excede todos los límites”, al ataque sionista contra un campo de desplazados en Rafah.
Producto de la incursión militar cerca de 50 personas fueron muertas y decenas sufrieron heridas.
La “atroz masacre por parte de las fuerzas de ocupación es un desafío a todas las resoluciones de legitimidad internacional, particularmente el fallo […] de la Corte Internacional de Justicia que ordena a Israel cesar su ofensiva militar contra Rafah”, consideró el representante del gobierno palestino con sede en Cisjordania.
Los ataques fueron repudiados por el gobierno de la Franja de Gaza, que afirmó que “nunca antes en la historia se había acumulado y utilizado conjuntamente un número tan elevado de instrumentos de matanza masiva”.
La acción militar, de acuerdo al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, fue un “error trágico” y aseguró que se investigaba lo sucedido ya que para su gobierno “cada daño a civiles no involucrados es una tragedia”.
Tras las últimas acciones de bombardeo y de acuerdo a los datos aportados por las autoridades de la Franja de Gaza, el número de muertes sobrepasa las 36.000, en tanto 80.000 han resultado heridos.
Al referirse al bombardeo contra el campo de desplazados, Catherine Russell, jefa de Unicef, denunció que “las imágenes de niños y familias quemados emergiendo de las carpas bombardeadas en Rafah nos golpean a todos. La matanza denunciada de niños refugiados en carpas improvisadas es inadmisible. Durante más de siete meses, hemos sido testigos del desarrollo de esta tragedia, que ha dejado miles de niños muertos o heridos”.
Por su parte, el responsable de asuntos humanitarios de Naciones Unidas, Martin Griffiths, señaló refiriéndose al accionar sionista en la Franja de Gaza, que “esta impunidad no puede continuar” e informó de reportes que denuncian que muchos niños y mujeres murieron “quemados vivos”, víctimas del ataque.
La organización de las Naciones Unidas para los refugiados palestinos (Unrwa) calificó al ataque ataque israelí a carpas de desplazados en Rafah como «horroroso» y señaló que la ofensiva de las fuerzas sionistas, son «una prueba más de que Gaza es un infierno en la tierra”.
“La información que sale de Rafah sobre nuevos ataques a familias que buscan refugio es horrorosa”, se lee en un comunicado emitido por la UNRWA.