En la primera sesión del Parlamento luego del 8M, en la media hora previa al inicio de las sesiones de ambas cámaras, las senadoras Constanza Moreira y Lilián Abracinskas y la diputada Magela Rinaldi, todas ellas integrantes de la bancada 1001 del Frente Amplio (FA), hicieron referencia a la movilización feminista, realizaron un análisis sobre los avances y asumieron el compromiso de continuar trabajando hacia la paridad.
En sus intervenciones destacaron la necesidad de la movilización organizada para la conquista de derechos, reconocieron el carácter democrático de esta lucha a lo largo del tiempo “contra viejas y nuevas formas de explotación, discriminación y violencia”, cuestionaron la debilidad institucional para abordar las temáticas de género y la baja representación parlamentaria, se reconoció la pluralidad del movimiento feminista así como la necesidad de abrazar las causas compartidas y la necesidad de un nuevo pacto social.
Constanza Moreira
Moreira inició destacando la movilización en la que participaron “generaciones de mujeres luchando todas por el mismo objetivo y manifestando la fuerza que tiene esta causa en el marco de las demandas políticas del Uruguay de nuestros días”.
Resaltó el compromiso asumido por el Ministerio de Desarrollo Social (Mides) y del Instituto Nacional de Mujeres (Inmujeres) que plantean la consigna «Igualdad de género es igual a compromiso de Estado».
Consideró que es posible construir una política de Estado sobre la temática de género y los derechos de las mujeres si se logra construir “una agenda compartida con la sociedad civil sin cuyas luchas no hubiéramos conseguido los logros que tenemos” (…). “La agenda de combate a la desigualdad requiere una perspectiva de género porque la desigualdad de género y la desigualdad de clase se concentran, van juntas. Y el acceso a los bienes públicos básicos, vivienda, salud y educación, también requieren una perspectiva de género, la mayoría de las trabajadoras de la salud y de la educación son mujeres”, dijo.
Si bien destacó que Uruguay tiene políticas de avanzada como la Ley de Violencia hacia la Mujer Basada en Género, la Ley de Salud Sexual y Reproductiva y un Sistema Integral de Cuidados que es ejemplo en el mundo, “tiene una débil institucionalidad de género, tiene una participación, una representación política femenina acá en el Senado y en Diputados que es de las más bajas de América Latina y tiene (…) una de las tasas de feminicidio más altas de América Latina».
Parafraseando a la directora de Inmujeres, Mónica Xavier, Moreira concluyó diciendo “estos avances, estas leyes, no fueron solo el resultado del buen funcionamiento del sistema de partidos uruguayos, sino que son el resultado de la lucha del movimiento social, del movimiento feminista, del movimiento sindical, del movimiento cooperativo, de la sociedad organizada (…). No se conciben los derechos sin la lucha de la sociedad organizada; pero además fueron conquistados contra los movimientos anti género, que son importantes, que generan discursos de odio contra el feminismo, contra las mujeres (…), convocamos a un gran pacto contra la desigualdad de género, por la libertad de las mujeres y por aquello de que la libertad, la fraternidad y la igualdad valgan también para nosotras”.
Lilián Abracinskas
La senadora asumió, en esta sesión, la titularidad de la banca cuyo titular es Oscar Andrade y al respecto dijo: “ser suplente del senador Oscar Andrade es para mí un gran desafío, le agradezco a él, al PCU y el espacio 1001 esta increíble posibilidad de integrarme a este equipo parlamentario y formar parte de la bancada frenteamplista electa en esta legislatura”.
Reivindicando su procedencia del “activismo” en el movimiento feminista, saludó, en primer lugar “a las miles y millones de mujeres que, en en múltiples y diversas identidades y condiciones, este 8 de Marzo, una vez más, mostramos que somos una fuerza imparable dispuesta y en condiciones de construir un mundo mejor”.
Ya entrando en el tema, señaló que “la fuerza de las mujeres ha conquistado cada derecho negado o restringido, una lucha perseverante incansable que se ha recorrido de forma muy democrática. Hemos tenido la paciencia de esperar que, con los votos de la mayoría de hombres, se aprobaran leyes restrictivas sobre nuestros derechos y que han condicionado nuestras vidas. Aún así fuimos avanzando”.
“Las diferencias convertidas en desigualdades son demostrables como lo indican los datos generados desde distintas instituciones oficiales y de referencia (…) Así también lo reclaman las proclamas y plataformas reivindicativas de los distintos movimientos sociales, porque están formados por quienes viven la dolorosa realidad que está detrás de los datos”, dijo.
“Tenemos credenciales suficientes para estar en la primera línea de cada equipo que decida los destinos y el futuro de nuestro país. Tenemos, además, la imperiosa necesidad de atender la situación de quienes están en los grupos y sectores más golpeados por la pobreza, el hambre, el desempleo, el racismo, la xenofobia, la trata y el tráfico y las distintas y nuevas y viejas formas de explotación, discriminación y violencia. En muchas de estas poblaciones violentadas en sus derechos, somos mayoría”, reflexionó.
“Revisar la implementación y pertinencia de las legislaciones promulgadas, modificar aquellas que deben dar mejores respuestas a los problemas abordados, legislar en base a avances registrados en la región y en el mundo para que la igualdad de oportunidades y la pública felicidad sean con perspectiva de género y prioricen en quienes han estado más desprotegidas por el Estado, es de los compromisos que venimos a tratar de cumplir desde esta banca en esta bancada”, aseguró.
“Este Poder Legislativo tiene un 70% de varones en sus bancas y tienen, creo yo, la enorme responsabilidad de saber que están legislando y sus decisiones impactan sobre la realidad y cotidianidad de miles y miles de mujeres a las que exhorto, también, a representar en sus decisiones”, concluyó.
Magela Rinaldi
Rinaldi inició destacando el carácter internacionalista de la consigna “ante el avance de los discursos de odio y las prácticas políticas que han ido en contra de lo conquistado en materia de derechos”.
Visibilizó la acumulación y forma de la lucha de “todas las generaciones de mujeres que lucharon como nosotras y fueron sembrando este camino. Porque fueron muchas las agendas que se alzaron contra la despatriarcalización y porque unificarlas es darle sentido a nuestro mundo; porque reconociendo la pluralidad del feminismo es necesario abrazarnos en causas compartidas. Nuestra realidad es diversa y cada mujer sufre opresiones y discriminaciones diferentes dependiendo de su género, clase social, discapacidad, sexualidad etc. Para nosotras, los cambios estructurales, sólo son posibles en el marco de acciones colectivas, a través de la organización, sin perder el foco de los problemas particulares e individuales. Por eso, para poder romper estas opresiones, marchamos juntas”.
Señaló la necesidad de tomar conciencia sobre el “trabajo de las mujeres, el que se paga y el que no se paga, el constante, el invisible, el precario y el mal pago».
Reclamó la necesidad de un Estado presente que implemente “políticas transversales interseccionales, con un presupuesto acorde para llevarlas adelante. Leyes que nos protejan contra toda injusticia, derechos que puedan ser ejercidos y exigidos por todas, en cada lugar de este país”.
Sobre la paridad política dijo que “el Parlamento tiene el 30% de las bancas ocupadas por mujeres, en total 39 legisladoras ocupan las bancas. Ocho senadoras, más la Presidenta, de 31 y 30 diputadas entre 99. Se ha incrementado la presencia, desde el retorno de la democracia, pero aún se sigue estando muy lejos de la paridad. Es necesaria la Ley de paridad”.
Reclamó una economía con perspectiva feminista que “reconozca, analice y proponga cómo modificar la desigualdad de género como elemento necesario para lograr la equidad socioeconómica y que la educación tenga “programas no sexistas, programas que no sesgue el desarrollo del potencial de las personas de acuerdo al sexo”.
“Es responsabilidad y obligación del Estado, garantizar los derechos, sabemos que este gobierno asume la igualdad de género como un compromiso de Estado incluyendo, en su proyecto país, acciones políticas para que Uruguay sea un país que debe crecer, cuidar y garantizar seguridad y derechos”, dijo finalizando su intervención.