Con la esperanza como rasgo predominante, inició el gobierno de la izquierda en Chile.
El viernes 10 de marzo Gabriel Boric asumió la presidencia de Chile, en medio de una gran movilización popular. En su discurso en Santiago se refirió especialmente a Salvador Allende y reivindicó que “se abrieron las grandes alamedas”.
Fue un día de muchas emociones, de alegría popular, luego de los actos protocolares y de haber jurado en Valparaíso, a pocos quilómetros de Santiago, donde tiene su sede el Parlamento, desde el mismo balcón en el que Salvador Allende le hablo por última vez al pueblo de Chile, Gabriel Boric se dirigió a su pueblo, movilizado, en la plaza de la Constitución, esperanzado en su joven presidente y en su equipo.
Boric empezó su saludo diciendo: «no hemos llegado para llenar cargos y solazarnos entre nosotros, para generar distancias inalcanzables. Si no que hemos llegado aquí para entregarnos en cuerpo y alma para hacer mejor la vida en nuestra patria”.
“El pueblo de Chile es protagonista en este proceso. No estaríamos aquí sin las movilizaciones de ustedes y vienen a mi mente y a mi corazón cuando marchábamos juntos por un futuro digno. Este gobierno no va ser el fin de es marcha, porque vamos a seguir marchando”, agregó.
“Quiero decirles, compatriotas, que viendo sus caras, recorriendo nuestro país, las de las personas mayores cuya pensión no las alcanza para vivir, porque algunos decidieron hacer de la previsión un negocio; las de quienes se enferman y sus familias no puede costear sus tratamientos; las de los estudiantes endeudados; las de los campesinos y campesinas sin agua, por sequía y por saqueo; las de las mujeres que cuidan a sus niños con TEA; las de las familias que siguen buscando a sus detenidos desaparecidos, que no dejaremos de buscar; las de las disidencias y diversidades de género que han sido discriminadas por tanto tiempo; las de los artistas que no pueden vivir de su trabajo porque la cultura no es lo suficientemente valorada en nuestro país; las de las dirigentes sociales que luchan por una vivienda digna en las poblaciones de Chile; las de los pueblos originarios despojados de su tierra pero nunca de su historia; las de la clase media acogotada; las de las niños y niñas del Sename, nunca más, ¡nunca más!; las caras de la zonas más aisladas del país, como Magallanes de donde vengo; las que viven en la pobreza olvidada. Con ustedes es nuestro compromiso”, enfatizó.
Asimismo, Boric recordó que viene del movimiento estudiantil que planteó una nueva Constitución, “por lo mismo que vamos a apoyar decididamente el trabajo de la Convención Constituyente, por la que tanto hemos luchado, para que el plebiscito de salida sea de unión y no división entre los chilenos”.
“Necesitamos una Constitución que nos una y sintamos como propia. Que sea para el presente y para el futuro, y no para unos pocos. Una Constitución democrática, paritaria y con participación de todos nuestros pueblos”, definió.
En la parte final de su discurso, se remitió a la figura del Presidente Salvador Allende al expresar: “Y como pronosticara hace casi 50 años Salvador Allende, estamos de nuevo abriendo las grandes alamedas por donde pase el hombre libre, por donde pasen el hombre y la mujer libre, para construir una sociedad mejor. Seguimos. ¡Viva Chile!”.
Cumplimiento del programa y movilización popular
El programa de Gobierno, con el que Boric se comprometió, es explícito y positivo en cuanto a esas y otras materias, para avanzar en transformaciones que signifiquen cambios en beneficio de las grandes mayorías. Las líneas programáticas son de cambios estructurales en lo tributario como pensiones, salarios, en vivienda, seguridad ciudadana, acceso a salud y educación, empleo, derechos humanos, migración, cultura y uso de recursos naturales en beneficio del pueblo de Chile.
Para avanzar en ello habrá que trabajar con una fuerte movilización social para revertir marcos no del todo favorables, como la correlación de fuerzas que existe en el Parlamento, sobre todo en el Senado.
Como bien define nuestro semanario hermano El Siglo, en su editorial: “Chile entra a un ciclo transformador, de cambios profundos, donde se jugarán derechos del pueblo y posibilidades reales de desarrollo del país. Se abre una fuerte disputa del proyecto de país entre las clases dominantes y el pueblo chileno, y ese es el primer hito histórico de esta etapa”.
Apruebo Dignidad y el Partido Comunista
Boric asumió el gobierno con el respaldo de la coalición Apruebo Dignidad. El Partido Comunista de Chile (PCCH) es la principal fuerza de la coalición de Gobierno. El PCCH tiene la responsabilidad de tres ministerios, seis viceministerios; en el Parlamento tiene la bancada más grande de la izquierda, con dos bancas en el Senado (Claudia Pascual y Daniel Núñez), 12 diputadas y diputados (9 de ellas mujeres). A ello hay que agregar más de 300 responsabilidades en tareas de gobierno, desempeñadas, en su gran mayoría por mujeres menores de 40 años, el PCCH se revoluciona internamente para transformarse en factor fundamental de los cambios estructurales que Chile necesita.
A ello se suman: la Alcaldía de Santiago, con Iracci Hassler, una joven de treinta años; el Alcalde de Recoleta, con el pre candidato presidencial, Daniel Jadue y la alcaldía de El Espejo, (una de las comunas más pobres de Santiago) con Javiera Reyes.
EL POPULAR y el PCU en Santiago
Tuve la alegría y la responsabilidad de participar en la asunción de Gabriel Boric, en nombre del PCU y con tareas para EL POPULAR.
El día antes de la asunción, y como lo habíamos anunciado en la edición anterior, participando en el foro convocado por el Alcalde de Recoleta, Jadue, bajo el título: “Construir alternativas al neoliberalismo con la unidad e integración latinoamericana y caribeña de los pueblos”.
En los días posteriores sosteniendo reuniones con Guillermo Tellier, presidente del PCCH; Lautaro Carmona, secretario general; con las y los ministros y viceministros de gobierno, con las bancadas, del Senado y de Diputados; también con las alcaldesas comunistas.
También concurriendo al memorial de Gladys Marín, heroína de la lucha del pueblo chileno por la libertad y ex secretaria general del PCCH, a colocar una flor roja.
Rony Corbo