Por Mariana Arias
Mientras la Cámara de Senadores sigue estudiando la Ley de Urgente Consideración, la Cámara de Diputados intenta continuar normalmente con su funcionamiento, y está instalando las Comisiones de trabajo que funcionarán durante toda la legislatura, y votando las responsabilidades de cada comisión.
En ese marco, la semana pasada la diputada de Unidad para los Cambios y el Frente Amplio, Verónica Mato, fue electa presidenta de la Comisión de Derechos Humanos y este miércoles fue nombrado presidente de la Comisión de Defensa el diputado de la 1001, Unidad para los Cambios y el Frente Amplio Gerardo Núñez.
EL POPULAR dialogó con Gerardo Núñez sobre lo que implica esta nueva responsabilidad.
-¿Cuáles son tus objetivos en el desarrollo de esta tarea? ¿Y cuáles en el trabajo de la Comisión por los próximos cinco años?
Como objetivo para la Comisión hay que intentar desarrollar una visión lo más amplia posible de lo que es la defensa nacional, romper esa tendencia que se visualiza en muchas oportunidades de entender la defensa nacional solamente como los aspectos vinculados a lo militar, a las fuerzas armadas. Obviamente los incluye y son factores importantes, pero también hay otro componente en la defensa nacional que a nosotros nos interesa resaltar y destacar que tiene que ver con la participación de la sociedad, de la academia, de distintas áreas de conocimiento, justamente para aportar a esa visión de carácter estratégico que el país debe tener en su defensa.
Entendemos la defensa no solamente desde sus aspectos militares, sino desde la soberanía, para nosotros una defensa nacional implica una posición antiimperialista, una posición que defienda el artiguismo, nuestra independencia, la posibilidad de un Uruguay inserto en el mundo, no supeditado a los grandes grupos económicos, sino generando su propio camino. Implica también una defensa del medio ambiente, de nuestros recursos naturales, y más. Para romper esa lógica a veces monopolizada de lo que se entiende por defensa nacional es fundamental la participación de la gente, como bien lo plantea la ley de defensa nacional que hoy está vigente.
En cuanto al relacionamiento con las Fuerzas Armadas, que es un aspecto central de la defensa nacional, no el único, es fundamental reconocer en primer lugar la labor de muchos militares en nuestro país, de muchas personas que con enorme sacrificio integran dignamente las fuerzas armadas. Ahora bien, hay que reconocer también que todavía existen dentro de las fuerzas armadas visiones, doctrinas, muy alejadas de lo que es un pensamiento democrático, hay todavía espinas (como ha llamado históricamente nuestro Partido) dentro de las fuerzas armadas que son netamente conservadoras, y se podría incluso decir que algunas filo fascistas, entonces es necesario democratizar las fuerzas armadas, desde una visión que esté totalmente vinculada a nuestra gente, una visión artiguista, antiimperialista y no en lógicas, disfrazadas de discursos patrióticos, que en realidad se exportan desde otros lugares, como lo fue la doctrina de seguridad nacional.
-En la primera sesión de la Comisión recibieron al Ministro Javier García ¿qué temas se abordaron?
García participó en la comisión para avanzar en la discusión, en el tratamiento de lo que es el control fronterizo por parte de las fuerzas armadas. Hubo una ley que habilitó esto y un decreto posterior del gobierno del Frente Amplio, que fue después modificado por el gobierno actual. Fueron dos horas de intercambio, y quedó bastante acotada la posibilidad de las preguntas porque había sesión de la Cámara, pero pudimos conocer algunos detalles, y extraer algunas conclusiones primarias.
Básicamente en estas tareas de control fronterizo se están utilizando aproximadamente 800 funcionarios militares, esto ha tenido un costo de unos 6 mil dólares diarios desde que se viene desarrollando hace 60 días, así que estamos en unos 360 mil dólares, y desde nuestra posición con resultados muy débiles, si bien se intenta plantear desde los medios de comunicación, y desde otros lugares, que esto ha tenido un retorno impresionante para el Uruguay en el combate contra la delincuencia, en realidad lo que se ha encontrado son cosas de muy bajo porte para todo el despliegue que se realiza.
Por ejemplo se daba como un gran resultado haber interceptado 10 situaciones de abigeato que son situaciones muy pequeñas, de haber incautado unas 10 armas entre las cuales había chumberas, estamos hablando de que es ridículo, no estamos hablando de resultados que le hayan dado un golpe al narcotráfico como se pretendía dar, no parecen existir resultados concretos. Más allá de los aspectos filosóficos de fondo, no comparto que las fuerzas armadas tengan que dedicarse al cuidado o a las tareas de seguridad interna, para eso está la policía, esta tarea que hoy están desarrollando las fuerzas armadas son netamente de seguridad interna y eso no lo compartimos, en su momento nos opusimos a la ley, votamos por disciplina partidaria. Lo cierto es que hay un intento de algunos sectores por legitimar el accionar de las fuerzas armadas, de justificar su existencia a través de las tareas internas. Las fuerzas armadas tienen que seguir existiendo, pero no es necesario adjudicarle tareas que deben ser realizadas por la policía.
Quisimos avanzar en otros temas que lamentablemente no pudimos pero que nos generan muchísima preocupación, por ejemplo el anuncio que hizo el ministro hace unos días diciendo que iban a mandar un proyecto de ley para quitar la exigencia al personal militar retirado del pasaje de revista. Esto es un certificado de existencia que se pide al personal militar retirado que tienen que ir a unas dependencias a básicamente demostrar que están vivos para poder cobrar sus retiros y sus pensiones. Esto plantea un problema y es que hoy hay militares retirados prófugos de la justicia que mediante este mecanismo no cobran la pensión o la jubilación, al quitar esta exigencia puede habilitar a que esas personas generen un mecanismo de cobro del retiro o de la pensión evitando los controles de la justicia.
-Dentro de la LUC hay varias disposiciones en torno a Defensa ¿Qué opinión te merece, particularmente, el tema de la tenencia de armas para militares retirados?
Acá lo que hay es una visión dentro de todo el capítulo de seguridad que es para la tribuna, para intentar generar una sensación de seguridad que no va a resolver el asunto de fondo. Primero porque el personal militar, y sobre todo el retirado, no está entrenado y formado para el combate al delito ni para la seguridad interna desde la lógica que necesita este combate en la actualidad, entonces darle esta posibilidad a un militar retirado solo por el hecho de serlo parece un argumento poco serio y más para la tribuna que otra cosa. Más allá de que cualquier ciudadano hoy, que lo justifique debidamente, puede contar con porte de arma, pero no pasa por ahí el asunto, no pasa por el armado de la sociedad el combate al delito. Ayer todos conocimos una situación que a veces está invisibilizada, que es el delito hacia las mujeres, y fundamentalmente hacia las niñas y adolescentes; personas que no parecían tener ningún tipo de “apariencia delictiva”, seguramente no eran los delincuentes que roban una cartera, pero hacen un daño peor a la sociedad y a las víctimas, y esto no se soluciona con un arma, se soluciona con cambio cultural de fondo en donde el respeto por los derechos de las personas, y fundamentalmente el derecho de las mujeres, de las niñas y adolescentes, sea un elemento central y cardinal de la vida en nuestro país.