¿Defender derechos o privilegios?

El miércoles 28 de agosto un grupo de economistas, entre los que se encuentran dirigentes de algunos sectores del Frente Amplio (FA), presentaron un “movimiento” que se propone militar en contra del plebiscito sobre algunos aspectos de la seguridad social que impulsa el PIT CNT junto a otras organizaciones sociales, nucleados en la comisión nacional “Afirmá tus derechos”. 

El documento, que acompaña esta iniciativa contraria a la aprobación del plebiscito, plantea una serie de argumentos sobre los que se expresó Sergio Sommaruga, dirigente de SINTEP, integrante de la Mesa Representativa y el Secretariado del PIT CNT, en entrevista en el programa “EL POPULAR en Radio”. 

No hay contraposición 

El movimiento sindical ha dicho que no contrapone, que no hay contradicción, entre Plebiscito y Diálogo Social. ¿Por qué decimos eso? Porque la reforma que propugnamos los trabajadores y trabajadoras, el movimiento social y popular uruguayo, es una reforma para incorporar en la Constitución la seguridad social como un derecho humano fundamental con tres derechos cautelares que sostienen ese derecho humano fundamental. 

¿Es una reforma integral, moderna, humanista y eficiente de la seguridad social? No. Reformar la seguridad social en términos integrales, democráticos y profundos requiere un diálogo social con un escenario de piso que es el que establece la papeleta. Muchas de las cosas que están planteadas (en el documento de los economistas) y otras que no están planteadas ahí pero que son imprescindibles: cómo mejorar la atención de la salud mental, cómo mejorar el Sistema Nacional de Cuidados, cómo generar la incorporación activa de las personas con discapacidad a la vida social promoviendo más todavía la incorporación plena de las personas a la vida social activa. Eso hay que discutirlo.

¿Qué va a pasar con el futuro del trabajo y la seguridad social ¿hasta cuándo va a ser sostenible la seguridad social solo con el aporte contributivo? ¿no habrá que modernizar y pensar el sistema jubilatorio del futuro en términos de Renta Básica Universal? 

Bueno, todas estas cosas tienen que nacer del diálogo social, no de una papeleta. La papeleta tiene un objetivo puntual y concreto: derecho humano fundamental y tres derechos cautelares. 

Se plantean que la promesa del plebiscito de jubilarse a los 60 años no se cumple para la mayoría de los que trabajan, que a esa edad no se consigue el mínimo de 30 años de aporte que exige la Ley para jubilarse y que es un problema que afecta a la mitad de los que hoy trabajan, sobre todo a los de peores condiciones laborales, especialmente a las mujeres y que, de alguna manera, esta reforma que plantea el PIT CNT no atiende a esta población. Planteando esta dicotomía entre trabajadores formales e informales

Muchos de los firmantes ocuparon, en gobiernos progresistas, que fueron muy buenos en una cantidad de aspectos para el pueblo uruguayo, pero muchos de los firmantes integraron cargos ejecutivos de primera línea: Isabella, Bergara, Álvaro García; Ministerio de Economía, OPP, primera línea de la conducción económica del país. Estos problemas que están mencionando, es decir que el 50% de los trabajadores con 60 años de trabajo no tiene 30 de trabajo acumulado, pasaba cuando ellos estaban en el gobierno ¿por qué tuvieron que esperar ahora para darse cuenta del problema? ¿para cuestionar al movimiento sindical y su propuesta democrática de transformar el artículo 77 de la Constitución para garantizar estos tres derechos para la familia trabajadora? 

¿Recién ahora? ¿Qué pasó? ¿Tuvieron amnesia en su momento cuando estaban en la primera línea? Entonces, esa debería ser nuestra autocrítica, dos puntos y después seguir. 

Otro elemento que plantean es que no logra cumplir con la promesa de mejorar, a futuro las pasividades mínimas ya que el Salario Mínimo Nacional (SMN) es un variable cuyo valor es fijado discrecionalmente por el gobierno de turno por lo que no implica ninguna garantía de que las pasividades mínimas aumenten su poder de compra, ni siquiera que lo mantengan y ponen como ejemplo lo que pasó hasta el año 2004 cuando se castigaba el SMN para frenar el gasto en jubilaciones y pensiones. Así, este punto de la papeleta, dicen, supone un riesgo cierto de que algún gobierno futuro limite el aumento SMN perjudicando a los trabajadores de, otra vez, menores ingresos.

Tres comentarios. Primero: a partir del año 1989 se incorpora en la Constitución, con más de un 80% de aprobación popular, una enmienda para establecer el criterio de ajuste de las jubilaciones y pasividades en nuestro país. ¿Cuál es ese criterio? El Índice Medio de Salarios (IMS). O sea ¿cómo van a evolucionar las jubilaciones luego que se equiparen al valor del salario mínimo? Según el IMS. 

Si un gobierno tira para abajo el salario mínimo ¿va a afectar la evolución del valor de las jubilaciones y las pensiones? No. ¿Por qué? Porque la jubilación, cómo aumenta según el promedio de aumento salariales que consiguen los trabajadores en su lucha en los Consejos de salarios. No por el SMN. O sea, no se está diciendo la verdad ahí. 

Segundo elemento: en Uruguay, los trabajadores y las trabajadoras que estamos en la actividad formal, con derechos laborales, condiciones de trabajo, por más de que tengamos 550 mil uruguayos y uruguayas, trabajadores y trabajadoras que ganan 25 mil pesos por mes, trabajando ¿cómo regulan su aumento de salario? Por los Consejos de Salarios y las luchas de los trabajadores y trabajadoras en sus sindicatos. Todos tienen un laudo, un salario mínimo por categoría. Ese salario mínimo por categoría es superior al valor del SMN o sea que para los trabajadores que están en la actividad formal, el salario mínimo no tiene impacto real, porque lo que tiene impacto real son las luchas de los sindicatos en los consejos de salarios para fijar los laudos por categoría. Segunda mentira. 

La primera repito, la papeleta dice «aumentar las jubilaciones mínimas al valor del SMN», esto es de 18.800 a 22.300 pesos nominales, un salario que no da para tirar manteca al techo, pero son tres mil quinientos pesos para los veteranos y la gente más jodida de nuestro pueblo donde siempre ha estado el movimiento sindical, con los de abajo, con los pobres, con los laburantes, con las grandes mayorías.

¿Cómo va a evolucionar después esa jubilación de 22.300 pesos, según el IMS, no según el salario mínimo? El salario mínimo es para equiparar, después camina solo eso. 

Y lo otro que no es cierto de lo que dice ahí es que si un gobierno congela el salario mínimo le va a afectar a los trabajadores. Lo que le va a afectar a los trabajadores es, como este gobierno intentó paralizar, congelar la negociación colectiva. 

Y por último, tercer comentario: si un gobierno baja deliberadamente el SMN ese gobierno solo puede ser un gobierno de ultraderecha. ¿Qué tipo de gobierno haría lo que dicen algunos economistas progresistas?

Sobre el efecto que tendría la eliminación del régimen de ahorro individual de las AFAP señalan, el documento, que esto conlleva al traspaso de 23 mil millones de dólares de las AFAP al BPS, organismo que quedará obligado a pagar pasividades mayores que las que se hubieran pagado por el sistema actual. Y señala, el documento, que el BPS recibirá menos dinero del monto al que quedará obligado con los futuros jubilados por lo que aumentará aún más su déficit previsional actual. Se estima que estos 23 mil millones de dólares se agotarán en menos de quince años y desde entonces cada año se necesitarán más aportes del estado para cubrir el déficit del sistema previsional. 

Eso da cuenta de lo ineficiente que es para los trabajadores, para la gente que vive de su trabajo el sistema AFAP; porque lo que están admitiendo ahí, que el BPS paga mejores jubilaciones que el sistema mixto y que si la gente se jubila, como planteamos nosotros en la reforma constitucional, solo por el BPS va a cobrar más de lo que cobra con el sistema mixto. 

Entonces dicen «pero va a salir más caro eso», ¿para quién? ¿Y en beneficio de quién? Esa es la pregunta que nos tenemos que hacer. La gente que nos está escuchando ¿quién va a salir beneficiado con esto? El laburante, vos, tu hermano, tu vecina, tu compañero de laburo, tu compañera, tu hijo, tu hija, ese es el pueblo, la gente que es para lo que tiene que estar un país, para el servicio de su gente. 

Esos son los que salen beneficiados ¿por qué? Porque efectivamente van a cobrar una mejor jubilación ¿y eso qué significa? Reactivar el mercado interno ¿por qué? Porque la abuela, la mamá, el hermano, el vecino, el compañero de laburo cuando se jubila ¿dónde gasta la jubilación? ¿en las islas Maldivas? ¿lo gasta en el casino? No, lo gasta en la feria, lo gasta en la carnicería, lo gasta en el barrio y entonces ¿qué hace eso? reactiva el mercado interno, mueve la economía, genera trabajo. Entonces ¿a quién beneficia? Al pueblo laburante. 

Ahora dicen «sale más plata esto». Si, tienen razón, sale más plata. Y esa es la única discusión seria y de verdad que tenemos que dar en la perspectiva estratégica. Por eso el movimiento sindical, mientras está planteando esta papeleta, y es importante que los compañeros y las compañeras estén al tanto de estas discusiones; el movimiento sindical está dando tres discusiones al mismo tiempo: plebiscito, reducción de la jornada laboral y estrategia de desarrollo nacional. 

Mirando el futuro. Estrategia de desarrollo nacional ¿qué hay ahí adentro? Matriz productiva, modernización de la estructura tributaria, ciencia, innovación y tecnología, empresas públicas, transición energética; o sea, los grandes temas del país del futuro, el movimiento sindical los está discutiendo a través de una comisión que creó por unanimidad la Mesa Representativa Nacional Ampliada de agosto. 

Entonces, obvio que va a salir más plata, pero ¿cuál es el problema central que tiene Uruguay? La desigualdad. Y es lo que tenemos que discutir en el marco de esa estrategia nacional de desarrollo. El 1% más rico del Uruguay ¿saben cuántas personas son? 25 mil. Esas 25 mil personas, si tomamos a todo el Uruguay, tres millones y medio, 25 mil personas tienen la misma cantidad de ingreso que la mitad del Uruguay.  El 1% más rico del Uruguay concentra la mitad de los ingresos totales del país. 

Otro dato, mucho peor todavía, el 1% más rico, concentra el 80% de la riqueza financiera. Vos agarrás toda la plata que está en el banco y cada 100 pesos que están en el banco, 80 pesos pertenecen a esas 25 mil personas. Entonces ¿qué estamos diciendo? Hay que democratizar el esquema tributario uruguayo para que esté al servicio de la gente y no de los privilegios. 

Por eso, cuando entregamos las papeletas el 27 de abril dijimos que, en el fondo, esta reforma constitucional es una lucha entre derechos de la gente y privilegios de una minoría. 

Fotos

Sergio Sommaruga durante la concentración y acto del PIT CNT en paro general y durante la votación de la Ley de Reforma de la Seguridad Social en la Cámara de Diputados del Palacio Legislativo en Montevideo. Foto: Javier Calvelo / adhocFOTOS.

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