Denuncia Cuba maniobras estadounidenses para excluirla de la Cumbre de las Américas

“Debo denunciar que el Gobierno de EE. UU. ha decidido excluir a la República de Cuba de los preparativos de la 9na. Cumbre de las Américas que se producirá en Los Ángeles, del 8 al 10 de junio; y que ejerce en estos momentos presiones extremas sobre numerosos gobiernos de la región que se oponen, de manera privada y respetuosa, a dicha exclusión”, comenzó afirmado Bruno Rodríguez, Canciller de la República de Cuba en conferencia de prensa realizada este lunes ante la prensa nacional y extranjera en la isla.

El ministro de Relaciones Exteriores denunció que “el Gobierno de Estados Unidos engaña a la opinión pública y a los gobiernos del hemisferio diciendo que aún no ha decidido sobre las invitaciones”, por lo que invitaba “respetuosamente al secretario de Estado (Antony) Blinken a que diga de manera honesta si Cuba será invitada o no a la 9na. Cumbre de las Américas”.

Durante su intervención el funcionario cubano explicó que uno de los ejes de la llamada Cumbre de las Américas tendría como referencia temas relacionados con la salud, en este sentido el Canciller denunció que las negociaciones en estos temas “se sostienen, de manera oscura, con la exclusión de Cuba y de otros Estados miembros de la Organización Panamericana de la Salud, que participan en estos procesos, en contravención a sus propios mandatos”.

Rodríguez dedicó varios minutos de su intervención para recordar cómo ha sido la actuación de su país en estos temas de salud, no solo en el enfrentamiento a la pandemia y la colaboración médica ofrecida por Cuba, sino en otros momentos donde la presencia médica cubana ha sido una constante.

“Las vacunas latinoamericanas contra la COVID-19 son cubanas. Las brigadas médicas que atendieron la emergencia de la COVID en la región, en el hemisferio en más de 50 países del planeta, han sido cubanas.

La presencia médica cubana ante desastres naturales y epidemias anteriores, la disposición de decenas de miles de becas de Medicina para jóvenes de bajos ingresos, latinoamericanos, caribeños y estadounidenses, la existencia de la Escuela Latinoamericana de Medicina en La Habana, la Operación Milagro que devolvió la vista a millones de personas de bajos ingresos, la capacidad de Cuba de establecer cooperación, transferir tecnología de punta, aportar productos farmacéuticos, vacunas y tratamientos novedosos, la capacidad de compartir protocolos y medicamentos avanzados en el ámbito de salud, harían conveniente, redundarían en beneficio de nuestros pueblos, que fueran tomados en cuenta en este proceso”, resaltó el diplomático cubano, quien tuvo palabras a modo de recordatorio de colaboraciones específicas en este campo, por parte de Cuba, con el propio gobierno estadounidense.

“Ofrecimos y establecimos cooperación de salud con EE. UU. en Liberia, durante la epidemia de ébola, y con otros países en África Occidental. Cuando los terribles sucesos del 11 de septiembre de 2001, la República de Cuba ofreció inmediatamente cooperación médica, ofrecimos plasma para los heridos, ofrecimos antibióticos ante las amenazas de ántrax. Suministramos antibióticos a la entonces Sección de Intereses de los EE. UU. en La Habana. Ofrecimos equipamiento y personal para utilizar el Sistema Ultra Micro Analítico, tecnología desarrollada por Cuba, para realizar pesquisajes masivos ante también el brote de ántrax.

Cuando se produjo el devastador huracán Katrina, que asoló Nueva Orleans, Cuba ofreció también personal médico y bautizó a su contingente que hoy es conocido a nivel mundial con el nombre del joven luchador estadounidense por la independencia de Cuba, Henry Reeve”.

En contrapartida, aclaró, “Cuba no recibió nunca ningún ofrecimiento del Gobierno de EE. UU. en relación con la pandemia. No sorprende, porque ha sido la aplicación despiadada y cruel del bloqueo en el ámbito de la salud uno de los elementos más cuestionables y notorios del bloqueo contra Cuba”.

Respecto a los otros temas que serán objeto de la Cumbre, Rodríguez se refirió a la cuestión migratoria.

“De la Cumbre que se pretende excluir a Cuba se plantea, como otro eje principal, el de la emigración. También se negocia a espaldas de la opinión pública internacional, estadounidense, latinoamericana y canadiense, un documento de título largo: Carta de Entendimiento sobre Gestión Migratoria y Protección a Migrantes. Es un código que pretende obligar a los Estados latinoamericanos y caribeños a reprimir la migración, a absorber los migrantes que EE. UU. decide procesar fuera de su territorio, que incorpora elementos de la visión estadounidense racista, xenófoba y expoliadora de nuestros migrantes, que no atiende en modo alguno las causas reales de la migración, pero que sí, sin embargo, ofrece paliativos, estímulos, financiamientos e incentivos económicos a los países emisores de migrantes a Estados Unidos y más cercanos a sus fronteras para atenuar este proceso”.

En este tema la posición de las administraciones estadounidenses, subrayó ha sido otra, “su receta es el recrudecimiento extremo del bloqueo, el provocar privaciones a las familias cubanas, la aplicación del memorando descarnado del subsecretario Mallory: «deprimir los salarios, provocar hambre, desesperación y el derrocamiento del Gobierno», es la receta estadounidense en relación con Cuba”.

La ocasión fue propicia para que el Canciller cubano actualizara los datos relacionados con los efectos negativos del bloqueo a la Isla por parte de Estados Unidos y su uso en temas migratorios.

“Doy ahora a conocer un nuevo dato con los cálculos hasta el primer semestre del año 2021, de los daños del bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por el Gobierno de EE. UU. contra Cuba. Los daños acumulados a precios corrientes totalizan 150 410 millones de dólares. Tomando en cuenta la depreciación del oro en el mercado internacional, estos perjuicios cuantifican un billón 326 432 millones de dólares. Un millón de millones, más 326 432 millones de dólares para una economía pequeña y subdesarrollada como la cubana.

Más de 12 millones de dólares diarios, más de 365 millones de dólares mensuales es el impacto del bloqueo, y claro que esta realidad se refleja también en la vida cotidiana de todas nuestras familias, y claro que es también una de las causas de la emigración desde Cuba, que como en todas partes, es fundamentalmente económica. Pero frente a este hecho, paradójicamente, y con hondo cinismo, la conducta en materia migratoria del Gobierno de EE. UU. ha sido cortar los canales regulares de migración de los cubanos a ese país. Cortar los canales regulares, cortar los canales seguros e impedir la migración y los viajes de los cubanos hacia EE. UU. Es una política distinta a la que sigue con cualquier otro país del planeta. Es selectiva y es discriminatoria”.

En este sentido el Canciller cubano ratificó y describió cómo Estados Unidos incumple los acuerdos migratorios entre ambos países.

“El Gobierno de EE. UU. incumple su obligación legal, según los acuerdos migratorios firmados y vigentes de otorgar un mínimo de 20 000 visas anuales de migrantes. Con pretextos increíbles, cerró los servicios consulares en La Habana. Obliga a los cubanos a viajar a Guyana, para obtener visas de migrantes, con precios exorbitantes que impone ese viaje y los requisitos que allí demanda, además de una larga estancia. Ha cortado también los canales de viaje hacia y desde terceros países, sigue una política de imposición a países de tránsito, de imposición de obstáculos, de reducción de visados a ciudadanos cubanos. El Gobierno de EE. UU. ha restringido también, severamente, los vuelos a Cuba, en particular fuera de La Habana, reducido los plazos de los visados, y sigue una política de denegación de visas para viajeros cubanos. Lo nuevo es que ha impuesto en los últimos meses, a terceros países, la imposición de visas de tránsito discriminatorias contra viajeros cubanos, y los obliga a reducir las cifras de estas”.

Se trata, afirmó, de una política que engaña a los cubanos que desean emigrar por canales legales y seguros:

“Con esta política, el Gobierno de EE. UU. engaña a los cubanos que desean emigrar. No son los países de tránsito, es el Gobierno de EE. UU. el que ha impuesto las dificultades que padecen nuestros viajeros y migrantes, incluso, para arribar o hacer tránsito de manera regular a terceros países”.

La postura de Estados Unidos en este tema fue calificada por Rodríguez como “paradójica”, ya que, “acabamos de tener conversaciones migratorias oficiales que son, sin lugar a dudas, un signo positivo”

Sin embargo, agregó, “esta política es incoherente, contradictoria, al apretar el bloqueo y querer restringir la migración, de pretender la discusión hemisférica de estos temas y excluir a Cuba, que mucho tendría que decir sobre ello. Y por eso pregunto al Gobierno de EE. UU.: ¿cuándo cumplirán la obligación de las 20 000 visas? ¿Cuántas visas para migrantes cubanos se otorgarán en el año 2022? ¿Por qué la gran mayoría de ellos tendrá que seguir viajando a Guyana? ¿Hasta cuándo habrá que viajar a un tercer país para obtener visas de migrantes o viajeros? ¿Qué ocurrirá con la reunificación familiar?”.

Finalmente, el Canciller cubano explicó otro eje del encuentro del cual se pretende excluir a Cuba, el eje de los derechos humanos y democracia.

“En las negociaciones turbias que ocurren hoy, se pretende imponer que la Organización de Estados Americanos certifique todas las elecciones de la región”, se trata añadió, de “la misma OEA del golpe en Bolivia, y es la intención de EE. UU., históricamente responsable de golpes de Estado en nuestra región, y responsable también de los golpes de décadas recientes contra gobiernos progresistas”.

“¿Cómo puede producirse una Cumbre, centrada en la democracia, habiendo excluido, por capricho arbitrario del anfitrión, a determinados países de América Latina y el Caribe? ¿Algo más antidemocrático puede ocurrírsele a alguien?”, preguntó Rodríguez quien no dudó en calificar al bloqueo a Cuba como “una violación masiva, flagrante y sistemática de los derechos humanos de los cubanos, de las familias cubanas en EE. UU. y también de los estadounidenses”.

Para Cuba, “EE. UU. no tiene autoridad moral alguna para erigirse en modelo en esta materia ni para criticar a otros”.

“Cuba”, ratificó el Canciller, “respalda los esfuerzos genuinos por fomentar el diálogo, los vínculos y la cooperación entre Nuestra América, la América bolivariana y martiana, y EE. UU., entre la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños y el Gobierno de EE. UU”.

Pero, “la exclusión de Cuba que se avizora constituiría un grave retroceso histórico en relación con las dos cumbres anteriores, en las que Cuba participó en pie de igualdad, con su voz firme, veraz, pero siempre serena, respetuosa y constructiva. Fue invitada, como resultado del firme reclamo que plantean hoy numerosos gobiernos de la América Latina y el Caribe al Gobierno de EE. UU., para que no se produzca la exclusión que denuncio”.

“Nos oponemos a la exclusión de cualquier país o a la participación de representantes ilegítimos y espurios, impuestos por el Gobierno de EE. UU. Debiera comprender el Gobierno de EE. UU., que la región de América Latina y el Caribe ha cambiado para siempre, y que no hay cabida para reinstaurar la Doctrina Monroe y la visión panamericanista contra la que luchó José Martí, y contra la que seguiremos luchando, con firmeza y lealtad.

Cuba, que defiende con firmeza la unidad dentro de la diversidad de Nuestra América, agradece hoy profundamente a los pueblos y gobiernos que mantienen una posición valiente, digna y solidaria, reclamando al Gobierno de EE. UU. que Cuba no sea excluida de la 9na. Cumbre de las Américas”, concluyó reafirmando.

Compartí este artículo
Temas