El pasado domingo el Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz (Indepaz) de Colombia denunció nuevos asesinatos de líderes sociales y políticos.
Las nuevas muertes se suman a las 134 que ya se acumulan sólo en 2022.
Al informar sobre los nuevos asesinatos la organización detalló el caso de Natanael Díaz Iriarte, quien fuera asesinado el pasado sábado en el municipio de Magangué, perteneciente al departamento de Bolívar, luego que “dos hombres armados (…) lo interceptaron cuando se desplazaba en su motocicleta”.
La organización destacó el papel que había jugado Díaz Iriarte, quien fue “un reconocido líder social y político, aspirante al Concejo de Magangué por el Partido ADA en las pasadas elecciones locales”.
Otra muerte reportada el mismo día por Indepaz es la de Enrique Antonio García Vargas, asesinado en el municipio de Puerto Wilches, enclavado en el departamento de Santander, en la zona norte central del país.
García Vargas, recordó la organización, era “el enlace de las asociaciones de trabajadores con las empresas contratistas petroleras que se ubican en la zona del Magdalena Medio”.
Previamente a su asesinato el nombre de García Vargas “había aparecido en un panfleto de las AGC (Clan del Golfo) que circuló el pasado 14 de septiembre”, el líder social colombiano había sido objeto de un atentado el anterior fin de semana, donde resultó herido.