Federico Graña durante la ceremonia de asunción de autoridades del Ministerio de Desarrollo Social en la Plaza Huelga General de 1973 en Montevideo. Foto: Javier Calvelo / adhocFOTOS

El Mides apunta al territorio para construir políticas

El subsecretario del Ministerio de Desarrollo Social (Mides), Federico Graña estuvo en El Popular en radio (*) haciendo un primer balance sobre lo que allí encontraron a tres meses de haber asumido luego de cinco años de desidia de la anterior administración.

– ¿Cuáles han sido las primeras acciones que definen o predibujan lo que será el trabajo desde el Ministerio?

Entendiendo que aún falta aprobarse el presupuesto que da al margen sobre el cual desarrollar estas políticas, las primeras acciones fueron tratar de interpretar las prioridades del programa de gobierno, en el reordenamiento del mismo. Obviamente que eso implicó ver la situación del ministerio en cómo estaba a nivel presupuestal, los condicionamientos que tenía este año, la situación de los funcionarios. O sea, cómo era la foto que se había dejado en el 2019 y cuál es la foto de hoy en la estructura ministerial.

Esa es como la primera etapa, hay acciones concretas, hay algunos ejes que son centrales y que van a ser entre los tres y cuatro ejes prioritarios del ministerio: uno, obviamente es el tema de personas en situación de calle, otro es la primera infancia, otro es el cuidado y después también está el tema de violencias en género. Podríamos poner alguno más, pero estos puntos seguros y algo que transversaliza a todo el Ministerio es la presencia y la construcción de las políticas sociales del territorio. 

En ese escenario obviamente que cada política, cada acción tiene perspectivas que hay que mirarlas transversalmente, la de la territorialidad como dije, la de género, la étnico racial, etc. Entonces lo complejiza un poco más porque las estrategias son distintas y eso también fue recuperar algo que había sido abandonado, que era el trabajo en conjunto de las distintas áreas del Estado sobre territorios o sobre políticas que hace tiempo existían en los gobiernos frenteamplistas y las mesas interinstitucionales de las políticas sociales que fueron abandonadas como práctica cotidiana.

El Estado trabajando en un territorio específico o en un tema específico, eso se ha recuperado, ya es la tercera reunión del Consejo Nacional de Políticas Sociales que me toca presidir.

Estamos en la articulación de un montón de espacios que ya existen para tratar de simplificar esos espacios también pensando en el interior del país. Estamos tratando de sistematizar eso y tratar en estos meses de mejorar la burocracia en el buen sentido, en el orden del Estado y los funcionarios del Estado trabajando para cambiar la realidad de la gente.

Ese es uno de los desafíos que tenemos, por ejemplo, la junta Nacional de Drogas, antes la Secretaría Nacional de Drogas no participaba del Consejo Político Social, ahora participa a nivel nacional y es su tercera reunión, me toca ser parte de ella como como subsecretario.

Por ejemplo, la estrategia que presentaremos (en torno al 26 de junio) donde una de las prioridades tiene que ver con las personas en situación de calle, una estrategia de la junta Nacional de Drogas es importantísimo, porque no es un tema solo del Mides y hay que trabajar.

Otro tema que fue prioritario que venimos trabajando es el de la Salud Mental, entonces estamos atacando un tema desde diferentes vertientes, que nos permitan generar políticas que son específicas, por un lado, pero no tanto, porque pegan en la historia de una persona.

-Con respecto a las personas en situación de calle que son muchas, me imagino que para el ministerio debe ser complicado (ante la pérdida de vidas humanas) tema que muchas veces es utilizado, ¿cuáles son las medidas que se han tomado?

Por un lado, se adelantó un poco el invierno y lo que tiene que ver con la cobertura de cupos se ampliaron ya hace casi un mes. Ahora el 15 de junio empieza otro proceso con las nuevas medidas, porque, bueno, tuvimos varias discusiones sobre qué hacer algunas son obviamente ampliar los cupos. En la administración anterior vimos un cambio en la forma de atención del tema, ya que se iba al lugar frente a la solicitud de las personas, eso antes no era así, se hacía una recorrida permanente de los equipos del ministerio, peinando la ciudad para ver qué situaciones hay, hablando con la gente, generando contactos. Estamos hablando de personas que vienen de mucho dolor, con vínculos con familiares quebrados, con pocas redes de contención, sin amistades y bueno, la desconfianza es una de las características que podría decir corta a todas estas personas y por lo tanto es difícil, a veces, que quieran venir a los refugios o pedir ayuda. Por eso, lo que se resolvió es una presencia en la calle mucho más fuerte, a partir del 15 de junio estaremos con más de 50 duplas. O sea que serían unas 100 personas recorriendo distintas partes del país, pero concentradas sobre todo en Montevideo y Canelones, que es donde tenemos más presencia, por lo que será un contacto permanente con las personas en situación de calle, para generar un vínculo que a corto y mediano plazo y en algunos casos hasta largo plazo, permita que esas personas realmente den un paso y pedir ayuda.

Sobre los refugios creo en la descentralización que es correcta con los puntos de entrada al sistema de refugios, pero esto genera mucha gente esperando en las puertas de entrada para ver si hay un cupo libre. Esto ha generado problemas de convivencia sobre todo en Montevideo. Muchos vecinos se preocupan por algunas situaciones complejas de convivencia que se dan en la atención de una persona que está esperando un cupo.

Para este tema vamos a abrir unos dispositivos nuevos que le pusimos el nombre de “Puertas Abiertas”, donde la idea es que a partir del horario que normalmente la gente empieza a ver si hay cupos, entre las 17.00 y las 18.00 horas, hasta las 22.00 horas, estén esos espacios donde las personas esperen ahí el cupo y no tengan que estar en la calle en la puerta de los refugios.

En esos lugares habrá distintas actividades mientras eso sucede.

– Otra cosa que fue interesante y que logró este Ministerio tiene que ver con el vínculo con el sindicato. Lograron un acuerdo que había sido algo que los trabajadores y las trabajadoras venían reclamando de la dirección anterior, no solo en relación a esto que lograron acordar, sino también en el vínculo, ¿cómo lo están llevando?

Se cambió rotundamente el vínculo, tenemos reuniones constantes y periódicas. Tenemos una visión donde los trabajadores son una figura esencial en el proceso de la aplicación de las políticas públicas. Sin trabajadores comprometidos en este proceso lo más probable es que las políticas públicas fallen.

Entonces, en ese escenario, desde ahí partimos y por otro lado, hay una cantidad de conocimiento acumulado de muy buenas experiencias y de trabajadores y trabajadoras excelentes en el Ministerio, que, en este proceso, uno podría decir que fueron dejados de lado y, bueno, la idea es recomponer, en las distintas áreas del Ministerio ese vínculo y eso no significa cogobernar. Escuchar al otro, qué opina sobre un tema para implementar la política pública no es cogobernar, porque la definición última es de quienes tenemos la legitimidad para hacerla, las personas designadas por el gobierno. En ese escenario tuvimos una larga negociación de dos meses y medio. Fue la primera reunión que tuvimos con el ministro con el sindicato, bueno, no, la primera fue con las ollas y la segunda fue con el sindicato. Ese fue el proceso de nuestras primeras reuniones ya en diciembre pasado y desde ahí armamos un equipo de negociación que me toca junto a la Directora General liderar la cotidiana, por decirlo de alguna manera, la reunión más cotidiana.

Con el ministro fuimos generando las instancias para reparar una cosa que era terrible, lo explico así, había trabajadores que trabajaban seis horas hasta el 2023 y a partir del 2023, había gente haciendo la misma tarea con más horas y menos salario, lo que había era una rebaja salarial concreta y clara, más allá de todas las interpretaciones que el exministro quiere hacer.

Aquí hay que ver si era un tema de legalidad o de castigo hacia los trabajadores del Mides como forma ejemplarizante. Claramente, hubo un ensañamiento. 

-Cuál sería aquel tema para el Ministerio de Desarrollo que es como fundamental resolver, o sea no nos queremos ir sin poder dejar esto encaminado, bien armado o resuelto ¿Cuál sería?

Es difícil, porque ahí tenés ejes que son de los problemas y otro sobre la instrumentación para solucionar esos problemas. Las dos son importantes, tanto del contenido como reducir la línea pobreza infantil es algo que tenemos que hacer. El tratar de generar una línea de salida definitiva que cambie un poco la tendencia de la gente en situación de calle y evitar que más personas se sumen a esta esta cosa tan terrible que es estar en la calle en el Uruguay y eso tiene que ser un trabajo con sobre todo con las instituciones totales y ahí tenemos al sistema penitenciario, los sistemas vinculados a la Salud Mental, una política preventiva muy fuerte en lo que tiene que ver con el uso problemático de drogas, que la gente está informada. Después reflotar el sistema de cuidados para nosotros es central: hay 7.000 personas esperando desde el 2022 un asistente personal.

-Todo eso depende mucho del presupuesto…

Sí, hay cosas que sí van a depender de la discusión presupuestal y después la otra sería cambiar la dinámica de organización del Estado. Una discusión que tenemos nosotros con un modelo de gestión territorial, en diálogo permanente con la sociedad civil organizada en todas sus expresiones, cuando digo todas sus expresiones no solo con las ONGs que prestan servicios, sino con las comisiones barriales con las ollas populares, con todas esas expresiones que hay del territorio que sostienen y garantizan derechos que debería garantizar el Estado, pero una cantidad de gente organizada lo hace y esa experiencia hay que tomarla, no suplantarla. Capaz que hay que cambiar el sentido en el que se está trabajando, pero que es solidaridad organizada que surgió en un momento y desarrolló capacidades, lo que pensamos es mucha sociedad civil organizada para sostener un proyecto. Entonces, en ese sentido este modelo de gestión es fundamental, con cada vez más espacios del Estado en territorio en el que estén todas las instituciones juntas trabajando.

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