20200714 /URUGUAY / MONTEVIDEO / El Instituto del Niño y Adolescente del Uruguay (INAU) y UNICEF, lanzaron la campaña “No hay excusas” contra la explotación sexual de niños y adolescentes. La actividad se realizó en la sede de INAU. En la foto: Natalia Argenzio durante el lanzamiento de la campaña “No hay excusas” contra la explotación sexual de niños y adolescentes, en la sede de INAU. Foto: Santiago Mazzarovich / adhocFOTOS

Emergencia nacional: La explotación sexual infantil

Natalia Argenzio, representante del Frente Amplio en el directorio del INAU dialogó con “A la izquierda late el corazón” sobre la situación de emergencia nacional que viven las políticas de protección de las infancias. Tema que se hizo más evidente luego del terrible caso de la niña que falleció dando a luz mientras estaba bajo la “protección” del Estado.

“Este caso es un ejemplo terrible de la gravedad de las situaciones de desprotección que tienen las niñas, niños y adolescentes hoy en el sistema de protección. Es un caso que se hizo público porque se constituyó la primera causa de muerte materna en Uruguay y además tiene dos componentes que son los que a nivel de desarrollo del país afecta que es una muerte materna y un embarazo adolescente”, afirmó Argenzio.

“Y nosotros le agregamos la gravedad de que estaba bajo la protección del Estado, entonces esto es gravísimo, es la expresión de la desprotección del Estado, donde esta adolescente tuvo una trayectoria de vida muy compleja donde hoy estamos lamentando el fallecimiento, pero así hay muchísimas otras miles de situaciones que hoy están en el sistema de protección y que están transitando por situaciones de explotación dentro del sistema de protección, están transitando por situaciones de no atención de salud mental, con múltiples intentos de autoeliminación, estoy hablando de Niños, Niñas y Adolescentes (NNA) que manifiestan querer morirse estando dentro del sistema de protección”, denunció la directora del INAU.

Un Estado que no protege

“Esto es una evidencia contundente de un sistema de protección que no protege y  sobre las declaraciones públicas del director departamental en este caso u otras declaraciones que ha hecho el presidente del INAU también, son declaraciones que van, por un lado, de la naturalización de la desprotección de las infancias y adolescencias y, por otro lado, de la naturalización de la vulneración de derechos o la estigmatización de las adolescencias, declaraciones que terminan responsabilizando a la víctima”, advirtió Argenzio.

“Tenemos que dejar en claro que acá no hay un sistema de protección sino una Inter institucionalidad que trabaja en forma aislada con compartimentos estancos, donde frente a una situación de protección está ASSE, pero con una intervención escasa, porque no hay acceso a la salud mental y eso es fundamental. Cualquier situación de violencia genera un impacto en la alteración del desarrollo de los NNA que si no es atendida por equipos técnicos, si no se genera el acceso a psicoterapia, a psicomotricistas, psicopedagogos, no funciona, o sea hay que atender las situaciones de las alteraciones del desarrollo antes que se instalen”, dijo la especialista.

“El encierro como medida de protección no sirve, está comprobado que cada cinco meses de internación se retrocede un mes en el desarrollo de un niño, niña y adolescente. El INAU tiene un promedio de internación de 52 meses, sin acceso a psicoterapia, ni a especialidades que trabajan para evitar las alteraciones en el desarrollo o para proceder a un trabajo de reparación del daño integral, sobre qué pasa con el desarrollo intelectual y emocional de estos niños. No sucede, se va apagando y luego de largas permanencias el  INAU a los 18 años termina egresándolos de este sistema que no los protegió”, contó.

El costo de no atender

“En los egresos tenemos coeficientes intelectuales de 40, gurisas que fueron abusadas que fueron explotadas sexualmente, que no aprenden y los informes dicen no adhieren a ningún tratamiento porque agregan consumo problemático. No quiere ir más al liceo, no aprende, no tiene lectoescritura, porque no tiene posibilidades de aprender porque no se protegió su desarrollo ni estimulo”, añadió.

“Cuando hablamos de la vulneración de derechos son muchos temas y ahí es cuando entramos a ver los temas y entramos a ver la especificidad que se tiene. El no atender tiene un costo, para la vida de las gurisas y gurises ya sabemos y lo estamos viendo, terrible, estamos hablando de una muerte, ese es el costo de no atender”, agregó.

“Hay modelos diseñados de cómo atender, pero no hubo la voluntad política de hacerlo, porque todo es decisión política, el hacer y el no hacer. Hoy la modalidad de atención del sistema de protección es el siguiente: una niña, niño o adolescente ingresa al sistema de protección por una disposición judicial por una vulneración de derechos, por ejemplo, el articulo 117 del CNA que dice vulneración de derechos y se solicita la protección a través del INAU. Cuando ingresa al sistema de protección ¿qué tiene? modalidades hogares, ¿qué lo que significa esto? no tenemos el equipo técnico necesario ni la especificidad ni las competencias, podemos tener gente con mucho compromiso, pero a compromiso solo no se saca adelante la restitución de derechos que necesitan estos gurises”, advirtió. 

Para Argenzio la modalidad debería ser de centro de acogimiento y fortalecimiento de la familia, (CAF) y eso parte de la evidencia a nivel mundial, “con el apoyo de organizaciones que fueron estudiando la realidad de las NNA en el mundo y como el encierro daña. Cuáles son los abordajes de atención y eso habla de metodología, de detener las ratios establecidas, una psicóloga no puede ir una vez por semana a un centro y atender a cincuenta gurises y gurisas y el rol de la psicóloga en el centro no es el rol de la psicoterapia, entonces, eso lo tenemos definido. Un centro de breve estadía para adolescentes, centros modelos que implican que cada 30 adolescentes, por ejemplo, necesitas un equipo de psicólogos, trabajadores sociales y educadores sociales. necesitas 30 educadores porque hay que cubrir las 24 horas del día, los siete días de la semana, los 365 días del año y además con las competencias y los perfiles que tienen que tener cada uno de estos profesionales que integran el equipo”, explicó.  “Fundamental la presencia del abogado o abogada en este equipo porque estamos hablando que la explotación sexual es un delito, entonces después como queda el tema del acceso a la justicia”, agregó.

“Dentro de esta modalidad de atención está el hogar con NNA viviendo dentro de la residencia, pero también ese mismo equipo del hogar trabaja con los NNA y los empieza a vincular nuevamente con su familia de origen y eso se llama trabaja en contexto. Esto se informa al juez, de un padrón que es el listado de niños vinculados a un centro, como en este caso el padrón del centro de 24 horas de Rivera, del caso que estamos hablando con un padrón que supera las 40 adolescentes vinculadas, para poner un ejemplo concreto. De este padrón están viviendo en el centro 22 y las otras 20 están en contexto familiar, ¿Es responsabilidad del INAU la protección de esas NNA que están en contexto familiar? sí, claro y es el mismo equipo del centro que tiene que hacer el seguimiento en contexto y ¿qué implica eso? el juez lo pone en el decreto cuando se revincula con su familia de origen y queda bajo la modalidad del contexto tiene que seguir con la protección del INAU, donde este tiene que garantizar el acceso a la salud, las visitas para ver cómo se está dando esa revinculación con la familia, para detectar que no haya una vulneración de derechos y para seguir trabajando en lo que sería el proceso de atención individual de ese adolescente”, explicó. 

Un directorio que no gestiona

“Todo ese seguimiento luego se tiene que informar al juez, pero ¿qué pasa? En este centro de Rivera tenes dos o tres educadores por turno, hay una cocinera para dos hogares, entonces la coordinadora hace de cocinera, en Rivera no se contrata acompañante de hospital, así que la educadora tiene que ir a acompañar a las adolescentes que estén internadas. en un hospital. Son diferentes escenarios que nos dan cuenta de la desprotección que hay, porque el modelo de protección de corta estadía está pronto desde el 2022, pero el directorio oficialista del INAU no lo quiso aprobar. Lo puse en la mesa más de cuatro veces”, advirtió Argenzio.

“Estamos hablando de cosas que no se hicieron, cosas que estuvieron sobre la mesa desde el primer día porque el plan estratégico del INAU lo trabajamos fuertemente con mi equipo. Fuimos impulsoras de este plan estratégico pero también tomando la continuidad de gestión, lo primero era la transformación de los hogares a CAF y ¿qué paso? no se hizo”, denunció.

Números que no coinciden y duelen

La senadora del Frente Amplio Silvia Nane hablo en el Parlamento sobre las situaciones de explotación sexual infantil y los problemas que hay. “El Sipiav registró 4911 situaciones en 2020; 7035 en 2021; 7473 en 2022, y 8157 en 2023, número máximo desde que se ha hecho la instrumentación de dicho sistema. En cada uno de los informes el Sipiav hace una discriminación del tipo de situaciones por violencia, por edad, por género y caracteriza a los victimarios. El pasado viernes 5 de julio, a partir de un pedido de acceso a la información pública que hizo al Conapees –Comité Nacional para la Erradicación de la Explotación Sexual Comercial y No Comercial de la Niñez y la Adolescencia–, la periodista Camila Ghemi, de Brecha, detectó una diferencia en las cifras de registro que es realmente significativa”, advirtió.

“En el 2019, el Sipiav reconoce 7 situaciones en tanto el Conapees registra 240. Ahí hay una diferencia de 233 casos. En 2020, el Sipiav registra 98 casos y el Conapees, 410; en 2021, el Sipiav registra 140 casos y el Conapees, 494; en 2022 el Sipiav registra 224 casos y el Conapees, 529, y en 2023 el Sipiav registra 163 casos y el Conapees, 346. Si sumamos la diferencia en la cantidad de registros entre el Sipiav y el Conapees de todos estos años, desde 2019 a 2023, veremos que hay 1387 casos de diferencia. ¡Es un disparate! ¿Por qué me quiero detener en esto ahora, en esta parte de los números? Definitivamente, creo que vamos a tener que abordar este tema en forma seria en lo que nos queda de tiempo. Cuando miro esos datos me planteo dos conclusiones primarias. 

Lo primero es que –como dice la nota de prensa– hay un desorden institucional serio en el registro de las situaciones y eso hace que sea muy difícil tener una magnitud clara del problema en términos cuantitativos. La segunda conclusión que puedo esbozar es que, en ese registro, muchas veces las situaciones dependen del control adulto, que es quien denuncia. O sea, esos niños, niñas y adolescentes víctimas de esas situaciones requieren de la intermediación de un adulto para que las denuncias se hagan efectivas. Evidentemente, ahí tampoco estamos pudiendo garantizar a los niños, niñas y adolescentes el derecho a poder denunciar las situaciones de las cuales son víctimas. Es decir que tenemos problemas y habrá que ver claramente dónde están”, afirmó la senadora. 

Foto

Natalia Argenzio durante el lanzamiento de la campaña “No hay excusas” contra la explotación sexual de niños y adolescentes, en la sede de INAU en el año 2020. Foto: Santiago Mazzarovich / adhocFOTOS.

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