En defensa de la Universidad

El Mensaje del Poder Ejecutivo de la Rendición de Cuentas no tiene ninguna mención al inciso correspondiente a la Universidad de la República (UDELAR). Nada. Ni un peso. Eso ya sería muy grave, porque desde que gobierna la derecha le habían asignado partidas presupuestales que la dejaban por debajo de los recursos que recibió en 2019, entre los dos años se recortaron los rubros para la UDELAR en 38 millones de dólares. Eso no se recupera. Nada. Pero, además, y para agravar la situación, en la misma Rendición de Cuentas se elimina una parte del Fondo de Solidaridad, por el cual la UDELAR recibe fondos para invertir, por ejemplo, en obras de infraestructura en el interior y becas. Eso implica un recorte adicional de 15 millones de dólares.

La percepción de la gravedad de esta decisión política del Poder Ejecutivo, en particular del presidente de la República Luis Lacalle Pou, se acrecienta cuando se agrega que la UDELAR tiene que dar respuesta a un crecimiento sostenido de la matrícula, en el último año ingresaron 21 mil estudiantes, y no con los mismos recursos, lo que ya sería difícil, con menos.

El gobierno de derecha decide darle cero peso a la UDELAR en el momento que alcanza un récord histórico de estudiantes: 140 mil. Si se vota como viene el Mensaje del Poder Ejecutivo, la UDELAR quedará obligada a responder a ese aumento de la cantidad de estudiantes sin poder incrementar las horas docentes, las becas, ni la infraestructura. Es un verdadero disparate. Atenta contra la posibilidad real de garantizar el acceso a la educación terciaria de miles de jóvenes. Pero, además, la UDELAR es responsable de cerca del 80% de la producción de conocimiento científico en el Uruguay, en algunos rubros del 100%, o sea que este recorte atenta contra el desarrollo de la ciencia y la investigación en nuestro país. También se pone en cuestión la posibilidad de mejorar el nivel de atención, de formación de profesionales de la salud del Hospital de Clínicas y de varios programas cuya implementación depende de que se acceda a recursos, como el tratamiento del cáncer de próstata y la detección temprana de riesgos en embarazos. A eso, como si fuera poco, hay que unir que se enlentece o directamente se paraliza el desarrollo de la UDELAR, tanto en infraestructura como en carreras, en el interior del país. Y adicionalmente se pone en riesgo la inserción de académicos e investigadores jóvenes, tanto en la docencia para la educación terciaria como en la investigación para el sistema científico nacional.

La demostración de que no se trata de un olvido provocado por la incapacidad de gestión pública, que también la hay en el actual gobierno, sino de una decisión política, está en que no hubo un solo contacto del Poder Ejecutivo con la UDELAR previo al envío del mensaje de la Rendición de Cuentas. El presidente Luis Lacalle Pou y sus ministros no consideraron necesario reunirse con la principal institución de educación terciaria y el principal centro de producción de conocimiento científico del Uruguay y escuchar sus necesidades. Ni siquiera eso.

Ese grado de prescindencia, esa decisión premeditada de ignorar a la UDELAR, parecen una provocación política, una venganza. No se le puede llamar de otra manera.

La UDELAR ha demostrado, históricamente, su capacidad de generar saber científico y también compromiso de sus integrantes, estudiantes, académicos, docentes y trabajadores, con la democracia y con la suerte del país. Lo volvió a hacer cuando la pandemia del COVID, la UDELAR no solo mostró un alto grado de capacidad para garantizar la continuidad esencial del proceso educativo para miles de estudiantes de forma virtual, lo que no es poca cosa; sino que siguió investigando y se puso al servicio de la sociedad de múltiples maneras. Desde elaborando kits de prevención, pasando por poner sus laboratorios para el estudio del virus, por colaborar con la estrategia de contención de la pandemia con estudios y propuestas multidisciplinarias, por incrementar las camas de cuidados intensivos en el Hospital de Clínicas, ese Hospital al que ahora le niegan los recursos, hasta el aporte de cuadros científicos al tan propagandeado y luego dejado de lado Grupo de Asesoramiento Científico Honorario, el GACH.

La UDELAR es, con luz, por historia y por presente, la principal institución de formación terciaria del Uruguay, en cantidad, democratizando realmente el acceso a la educación superior, y también en calidad, por el volumen de investigación y por la importancia de sus aportes. Pero, además, es la única institución de educación terciaria autónoma y cogobernada. La única que cumple a cabalidad con las tres funciones que se defienden desde la Reforma de Córdoba: educación, investigación y extensión. En la UDELAR se forman profesionales, pero también ciudadanas y ciudadanos comprometidos con su país y su pueblo. Es, además, con todas las limitaciones a superar, la única institución de educación terciaria que tiene la vocación de vincularse a las necesidades del desarrollo soberano de nuestro país, ha aportado y aporta en ese sentido.

Eso, que es un mérito enorme, pasado y presente, de la UDELAR, quizás sea el motivo principal por el cual el gobierno de la coalición de derecha, y muy particularmente el presidente de la República, Luis Lacalle Pou, la ministra de Economía y Finanzas, Azucena Arbeleche y el ministro de Educación y Cultura, Pablo Da Silveira, tomaron la decisión política de recortarle los recursos.

Lo más insólito es que al mismo tiempo que dicen que la Rendición de Cuentas tiene como una de sus prioridades la educación y la ciencia; a continuación le niegan los recursos a la principal institución de educación terciaria y de producción de conocimiento científico de nuestro país. Hay que agregar que esa afirmación también es falsa para la Educación Pública en general, ya que los supuestos incrementos de esta Rendición de Cuentas no llegan ni a cubrir lo que se recortó en el Presupuesto.

La UDELAR en su propuesta para esta Rendición de Cuentas, esa que el Poder Ejecutivo eligió ni siquiera escuchar, pide 1.500 millones de pesos, una cifra muy cercana a la que se necesita para equiparar al menos los recortes que ya le realizó al presupuesto universitario el gobierno de derecha desde que asumió. A esa cifra hay que agregarle 600 millones más que se le quitarían si prospera el planteo del gobierno de eliminar una parte de lo que se recauda por el Fondo de Solidaridad. Es decir, de mínima, la UDELAR está 2 mil millones de pesos debajo de lo que necesita para afrontar los principales desafíos que el país y su propio crecimiento generan.

El gran desafío es que en la discusión parlamentaria se modifique este atentado contra la UDELAR, aunque sea parcialmente. No se puede incrementar globalmente el monto de la Rendición de Cuentas, eso es potestad exclusiva del Poder Ejecutivo. Lo que sí se puede es trasladar rubros de otros incisos. El Frente Amplio ya se comprometió a pelear por eso. También han expresado su voluntad a colaborar legisladores de los partidos de la coalición de derecha.

Los gremios universitarios han iniciado las movilizaciones, la UDELAR como tal, encabezada por el rector Rodrigo Arim, está planteando su propuesta en el Parlamento. Es imprescindible luchar por que se le asignen a la UDELAR la mayor cantidad posible de recursos. Con fundamentos, movilización y respaldo político, vamos a lograr que, al contrario de que lo que quería el Poder Ejecutivo, esta no sea una Rendición de Cuentas de abandono absoluto para la UDELAR.

Hay una dimensión institucional de esta pelea, en ella la UDELAR actúa de la manera que desde su autonomía y cogobierno entiende mejor.

Pero hay otra dimensión, la política e ideológica, que no puede ser dejada de lado. Pocos días antes de enviar el Mensaje de la Rendición de Cuentas, el presidente de la República, Luis Lacalle Pou, dijo canchereando, como si fuera una gracia, que esta iba a ser: “No gasto cero, pero casi”. Luego Azucena Arbeleche e Isaac Alfie nos quisieron vender el verso de que era una Rendición de “crecimiento”, cuando en realidad lo que se muestra como “incremento del gasto” es inferior al crecimiento del PBI y también a los recortes presupuestales que hicieron en los dos años anteriores. Pero, además, para la Universidad, el “casi” de Lacalle Pou no corrió. Para la UDELAR fue de gasto cero. Nada.

Vamos a pelear para modificar eso, pero el gobierno de derecha; expresión política del poder concentrado, de la fracción más conservadora de las clases dominantes; encabezado por Luis Lacalle Pou, el primer presidente en la historia del Uruguay formado íntegramente en la educación privada e integrado en su núcleo duro por cuadros vinculados, todos ellos y ellas, a las universidades privadas, decidió recortarle recursos a la Universidad de la República.

Las y los universitarios y el pueblo uruguayo no deben olvidar esto. Datos y no relato.

Compartí este artículo
Temas