Un plan de la Dirección General de Inteligencia del Ministerio de Defensa de Ucrania, supervisado por los servicios especiales de la Organización del Tratado del Atlántico Norte y del Reino Unido fue neutralizado por el Servicio de Seguridad de Rusia (FSB).
En un comunicado la agencia de Inteligencia rusa informó que habían neutralizado una operación de Inteligencia que pretendía “el secuestro de aeronaves militares rusas” por parte de agentes de la inteligencia ucraniana.
“Agentes de la inteligencia militar de Ucrania, obrando en nombre de los líderes políticos de este país, intentaron reclutar a pilotos militares rusos, a cambio de una recompensa monetaria y garantías de naturalización en alguna nación de la Unión Europea”, señala el comunicado publicado por la agencia Sputnik y consignado por Prensa Latina (PL).
De acuerdo al FSB fueron identificados tanto los “agentes ucranianos implicados en esa operación como a sus cómplices”.
“La inteligencia enemiga mostraba interés por cazabombarderos Su-34, bombarderos de primera línea Su-24 y hasta lanzamisiles estratégicos Tu-22 М3”, publicó el canal Rossiya 24.
Las investigaciones realizadas por el FSB, a partir de una conversación telefónica entre un oficial ucraniano y un piloto ruso, permitieron conocer que el objetivo de la operación era “desviar aviones hacia el aeródromo de Kanátovo, en la provincia ucraniana de Kirovograd”.
El aeródromo de Kanátovo, fue señalado por el ministerio de Defensa ruso como uno de “los objetivos atacados con misiles navales y aéreos de largo alcance”, en el curso de las últimas 24 horas.
De acuerdo a la información brindada por el FSB a la prensa, se pretendía neutralizar al copiloto del avión “mezclándole en el café un antihipertensivo”, para ello fueron ocultadas en un buque cercano a Volgogrado, “una veintena de ampollas del fármaco que se conoce en Rusia como Clophelin”.
Un agente del servicio de seguridad ruso, afirmó al canal Rossiya 24, que la inteligencia ucraniana no “tendría reparos en tomar como rehenes a familiares del aviador que iba a secuestrar el Su-34”.
Una de las personas involucradas en el operativo del secuestro es un ciudadano búlgaro relacionado “con el grupo de periodismo de investigación Bellingcat”.
Esta persona, se añade, “facilitó un enlace para llevar a Rusia el anticipo de cuatro mil dólares al piloto que iba a desviar el avión a Ucrania”.