La manifestación llevada adelante por jubilados argentinos en protesta por el eventual veto presidencial a la ley de movilidad jubilatoria, fue brutalmente reprimida por las fuerzas policiales.
El uso de las violentas acciones policiales fue justificado por el gobierno que reiteró “que seguirá reprimiendo a cualquiera, sin importar su condición».
De acuerdo a la crónica de los hechos realizada por Página 12, “la Policía Federal desalojó con gases lacrimógenos y palazos la protesta de un grupo de jubilados que este miércoles volvieron a manifestarse porque no les alcanza para vivir y en rechazo al inminente veto de Javier Milei a la ley de movilidad”.
En declaraciones al medio de prensa, uno de los manifestantes detalló el accionar policial “nos cagaron a palos. Nos tiraron gases lacrimógenos en la cara, fue una locura”.
La represión se desató, según el medio de prensa cuando parte de los manifestantes “intentaron armar una fila frente al Congreso con sus carteles y banderas que denunciaban el desguace del sistema previsional”.
El accionar represivo, afirmaron los manifestantes, fu desatado por los propios efectivos que actuaron, “como si estuvieran buscando la foto de los golpes”, como forma de “decir a la sociedad que nadie puede protestar, no importa ni siquiera que seas un jubilado de la mínima”.
Más allá del accionar represivo que sufrieron, las organizaciones convocantes de la marcha es mantener la convocatoria a nuevas movilizaciones, ya que los jubilados “no pueden ser la variable de ajuste de la política económica del gobierno”.
Al referirse a la represión policial, Marcos Wolman, vicepresidente de la Mesa Coordinadora Nacional de Organizaciones de Jubilados y Pensionados de la República Argentina, declaró al medio argentino que no hubo “ningún motivo para reprimir”, y que “la decisión de hacerlo es parte del ataque contra los movimientos sociales y las organizaciones populares”.
“Estábamos hablando representantes de todas las organizaciones como hacemos todos los miércoles. Fue una provocación de la policía”, subrayó.
La brutal represión fue rechazada por representantes de la oposición que manifestaron que “de pegarle a un jubilado no se vuelve”, calificando la jornada como un “día lamentable en el Congreso”.
En ese sentido, el titular del bloque de UxP, Germán Martínez recalcó que “hubo una organización más grande de la habitual y hubo una clara decisión de la policía de tomar una actitud distinta a la que tiene todos los miércoles”.
