EL POPULAR transcribe íntegramente el poema en prosa compuesto especialmente para los 50 años de la 20 por Mario Carrero, que fue leído durante la actuación en que con Eduardo Larbanois cerraron el acto.
“Han pasado ya, 50 años, fue en esta misma esquina, bajo este mismo cielo, salían de este mismo local, desarmados y con las manos en alto, nueve obreros, nueve trabajadores uruguayos, fueron baleados furiosamente, fusilados sin piedad, abatidos a mansalva.
En un heroico y aparatoso operativo de guerra, comandos y agentes de civil, militares y policías armados hasta los dientes, acataron las órdenes impartidas desde los altos mandos y dando muestras de «inquebrantable arrojo y valentía», dispararon impunemente sobre nueve trabajadores indefensos.
Descargaron su odio fascista sobre nueve obreros de su propio pueblo, de ese mismo pueblo que les paga el sueldo, que les da de comer todos los días, ese mismo pueblo que les ha otorgado, vía constitucional, el privilegio de portar las armas de la patria.
Luis Alberto Mendiola, Raúl Gancio, Elman Fernández, Justo Sena, Ricardo González, José Abreu y Ruben López murieron aquí, en el acto, sin que les fuera prestada atención alguna.
Héctor Cervelli, mortalmente herido, fallece días después en el Hospital Militar. José Antonio Machado, con gravísimas heridas en la cabeza, logra a duras penas, sobrevivir.
¿Cuál fue el motivo para justificar tamaña infamia? eran solo nueve militantes comunistas, nada más, nada menos, ¿qué hacían entonces? eran peligrosos, porque pensaban, porque hablaban con sus compañeros y compañeras, porque formaban sindicatos, eran una amenaza porque soñaban en clave de solidaridad, de nosotros, porque salían a soñar y a trabajar todos los días por una sociedad distinta.
Ha pasado ya medio siglo, pero todavía siguen sus sueños allí, y están aquí, también, entre nosotros, todavía perdura aquí, su carne lastimada, sus puños en alto, sus corazones latiendo fuerte, en esta misma esquina, sobre esta misma vereda, como una marca indeleble, todavía sigue húmeda su entrañable sangre derramada y como una luz puntual, la irrenunciable idea, esa que todavía mueve nuestros corazones, con impotencia, con dolor, con rabia, con la claridad y la fuerza de una consigna, esa que cada día, cada año que pasa, seguimos reafirmando con razón y corazón, para que se sepa que no habrá olvido ni perdón para los asesinos. Esa que para que se escuche bien, para que quede claro y ningún nostálgico se haga el sordo, volvemos a repetir hoy, 50 años después, en esta misma esquina, bajo este mismo cielo, para que el mundo sepa que sus muertes no han sido en vano, que el fascismo no pasará, que nunca más habrá dictadura, que nunca más habrá terrorismo de estado, porque está escrito con sangre, bajo este mismo cielo, sobre esta misma vereda.
Mario Carrero, 23 de abril del 2022”