Este domingo, en Honduras fue arrestado el exgeneral Romeo Vázquez Velásquez, quien encabezó el golpe de Estado en 2009 contra el expresidente Manuel Zelaya.
Junto al exgeneral, consignó TeleSur, fueron detenidos otros dos exoficiales. Las detenciones de dichos militares se producen tras considerarlos responsable del asesinato del joven Obed Murillo durante las manifestaciones de 2009 contra el golpe de Estado que depuso al expresidente Manuel Zelaya.
El exgeneral, detalló la agencia de noticias, “comandaba por entonces el Estado Mayor Conjunto”, razón por la que también se “capturó al subjefe del Estado Mayor Conjunto, Venancio Cervantes, y el excomandante del Comando Conjunto de Operaciones, Carlos Puerto”.
Todos ellos han sido señalados por el ministerio Público de la nación centroamericana “por los delitos de homicidio y lesiones graves, así como por su responsabilidad en el ataque armado que se perpetró contra seguidores de Zelaya el 5 de julio de 2009, en los alrededores del aeropuerto Toncontín, en Tegucigalpa”.
Ese día fue “asesinado de un disparo en la cabeza Isis Obed Murillo, ejecutado con un arma de reglamento (fusil M16) mientras manifestantes pacíficos aguardaban el regreso de Zelaya desde Nicaragua”, detalla la agencia de prensa.
El padre del joven asesinado, David Murillo, celebró que se haga justicia. Acusó a Vázquez Velásquez de haber ordenado la agresión y rechazó que el exoficial quiera presentarse como víctima de persecución política. Contó que lo tuvieron preso durante 37 días solo por ser el padre de Isis Obed Murillo.
La detención de los golpistas recibió el respaldo del presidente del Congreso, Luis Redondo, quien vía X afirmó que en su país y con el actual gobierno, “la impunidad tiene un límite”.
“Ya no habrá refugio para los corruptos ni para los criminales que han robado los sueños y el futuro de nuestro pueblo. Estamos decididos a poner fin a esta era de desgracias y a garantizar que todos los responsables enfrenten la justicia. La cárcel y el resarcimiento de los daños al pueblo no son ni serán negociables”, posteó el alto funcionario hondureño.