El asalto por parte de residentes de la ciudad rusa de Majachkalá a la pista de aterrizaje del aeropuerto luego del arribo de un avión procedente de Israel, ha sido calificado como una operación orquestada desde el exterior.
La acción de los residentes fue neutralizada de forma inmediata y dio lugar al rechazo de la autoridad musulmana de la región rusa que calificó lo sucedido como un «error los actos contra los judíos”.
El orden fue rápidamente restablecido por las fuerzas policiales e inicialmente se determinó su cierre hasta temporal hasta el 31 de octubre.
La medida de cierre temporal fue suspendida este lunes por la agencia federal del transporte aéreo Rosaviatsia, quien de acuerdo a Sputnik, informó que el aeropuerto de Majachkalá ya había reanudado las “operaciones suspendidas por disturbios”.
«El aeropuerto de Majachkalá-Uytash reanudó la recepción y envío de naves aéreas a partir de las 14.00 hora de Moscú [GMT+3] del lunes 30 de octubre», anunció Rosaviatsia en su canal de Telegram.
Para las autoridades locales los responsables e instigadores de los disturbios en el aeropuerto de la ciudad se encuentran en territorio ucraniano.
La afirmación fue realizada por el jefe de la república rusa de Daguestán, Serguéi Mélikov, quien calificó el incidente como «un cuchillo en la espalda a los militares de las FFAA de Rusia que participan en la operación militar en Ucrania”.
«Creo que los instigadores de esta acción son sin duda nuestros enemigos, sin duda los que manejaron estos acontecimientos están en el territorio de Ucrania», dijo Mélikov.
El apoyo adicional que recibieron los iniciadores de estas provocaciones, añadió, “fue proporcionado por los que rechazan las transformaciones socioeconómicas que se realizan en la república rusa de Daguestán. Mélikov”.
Dichos cambios, explicó Mélikov, «les privan de las ganancias ilegales de las que se beneficiaron durante años”.
Para el presidente de la República Rusa de Daguestán lo acontecido en el aeropuerto es «traición» y «cinismo» y denunció que quienes asistieron a “la llamada acción de protesta favorecían con estos actos al enemigo».
Al referirse a lo sucedido, el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, ratificó “que lo ocurrido ha sido un resultado de las acciones desde fuera, incluida la influencia informacional”.
Peskov anunció que el presidente ruso, Vladímir Putin, tendrá una reunión en la que se discutirán “los intentos de Occidente de utilizar los eventos que están transcurriendo en Oriente Medio para crear escollos en la sociedad”.
Como resultado de los incidentes y luego de lograr la identificación de más de 150 personas, un total de 60 participantes fueron detenidos por las fuerzas de seguridad.
