Los supuestos “pacifistas” que convocan a una marcha en Cuba

El pasado viernes, Juan González, principal asesor para Latinoamérica del presidente Joe Biden, declaró que “Estados Unidos responderá, posiblemente con sanciones, si se violan los derechos fundamentales del pueblo cubano, o se procesa a los promotores de la marcha cívica opositora”.

La amenaza desembozada del funcionario estadounidense, resulta una clara expresión y evidencia inapelable, del estímulo y apoyo que el gobierno de Biden brinda a aquellos que intentan desestabilizar el orden en la Isla y avanzar hacia lo que llaman “un golpe blando”.

A la vuelta de la historia el afán anexionista de Estados Unidos se reencuentra con aquellos que, pensando en el dinero, realizan el servil trabajo de la división, el odio y la entrega de la soberanía.

Varios de estos lacayos imperiales, pretenden realizar el próximo 15 de noviembre una “marcha pacífica”, para ello solicitaron a las autoridades de diversos puntos del país “un visto bueno” para sus pretensiones.

Las autoridades cubanas en ejercicio de sus potestades legales, establecidas por la Constitución del país, negaron el “supuesto derecho” al que refieren los “ansiosos marchantes”, el fundamento para la negativa es legal, pero también histórico.

Cuba, ha respondido que no cederá a manipulaciones, chantajes, ni sanciones y que velará, en primer lugar, por el derecho ganado por los cubanos en 1959.

La amenaza de González fue respondida de forma inmediata y contundente por el canciller Bruno Rodríguez Parrilla.

“Además de constituir un acto contrario a la Carta de la ONU, la historia ha demostrado que los cubanos no aceptamos, ni nos dejamos impresionar por amenazas”, afirmó Rodríguez en Twitter.

Con la experiencia acumulada, desde los comienzos mismos de la Revolución, en su lucha por develar las operaciones de diferente nivel y propósito de sucesivas administraciones estadounidenses, el gobierno cubano ha ido presentando, sistemáticamente, contundentes evidencias de la articulación entre los Estados Unidos y aquellos que se denominan “opositores y defensores de derechos civiles”.

Les asiste a los cubanos, sobradas razones para que el verdadero pueblo cubano, declare ilegal la manifestación convocada; lo que se ha puesto en marcha de cara al 15 de noviembre, es una operación dirigida por Estados Unidos y coordinada en territorio cubano por los representantes de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) en la embajada norteamericana.

Para referirse a estos planes y la forma en que se gestan y coordinan, desde Estados Unidos, el jefe del Departamento Ideológico del Partido Comunista de Cuba (PCC), Rogelio Polanco realizó una comparecencia ante representantes de varias organizaciones estudiantiles y juveniles.

En su intervención, Polanco Fuentes recordó el pedido que realizaran un reducido grupo de ciudadanos cubanos en las sedes de varios gobiernos municipales y provinciales de ocho territorios del país.

En esa ocasión, puntualizó Polanco, se “entregaron documentos similares donde anunciaban la decisión de celebrar una marcha, supuestamente pacífica”.

“Esta decisión”, subrayó, “más que una solicitud daba por hecho la realización de la marcha, fue concebida con alcance nacional y en evidente coordinación con sus promotores”.

Las autoridades respondieron con argumentos precisos sobre el carácter ilícito de la acción, en concordancia con lo establecido en los artículos 56, 45 y 4 de la Constitución cubana.

Polanco resaltó que, entre las razones para la negativa se encontraba, además “las proyecciones públicas de los promotores y sus vínculos con organizaciones subversivas o agencias financiadas por el gobierno estadounidense”.

Relaciones y coordinaciones que tienen como fin manifiesto “promover un cambio de sistema político en Cuba”.

La marcha anunciada, afirmó el dirigente partidista cubano, “no es más que una provocación relacionada con esa estrategia, ensayada por Estados Unidos en otros países”.

“Apenas anunciada la marcha”, resalta el diario Granma en su resumen de la intervención de Rogelio Polanco, esta “recibió el apoyo público de legisladores estadounidenses, operadores políticos y medios de comunicación que alientan acciones contra el pueblo cubano, intentan la desestabilización e instan a la intervención militar”.

Para el gobierno cubano, continúa reseñando el medio de prensa, “es evidente que estamos ante un nuevo capítulo de la guerra no convencional, del golpe suave o del manual de lucha no violenta que Estados Unidos ha ejecutado durante la época contemporánea en varios países”.

El miembro del Secretariado del Comité Central del PCC, recordó que de acuerdo a la Circular 18-01 (tc-1801), que constituye “uno de los principales documentos doctrinarios de la Fuerza de Operaciones Especiales del Ejército de Estados Unidos sobre la guerra no convencional”,  de lo que se trata en este tipo de acciones, es “aprovechar las vulnerabilidades del gobierno por derrocar, distanciarlo de la población, desplazar a la ciudadanía que actúa de manera neutral hacia posiciones en su contra, y explotar estos elementos mediante la subversión”.

El dirigente cubano reseñó varios de estos intentos, llevados a cabo especialmente en Venezuela y recordó cómo estos han sido denunciados por el gobierno bolivariano.

“El ejemplo más notable, está en las denominadas guarimbas en Venezuela, acciones violentas de la oposición de ese país que en los años 2013, 2014 y 2017”, quienes intentaban derrocar al gobierno bolivariano y que trajeron como resultado, de acuerdo a datos de un informe de 2020, “que el total de fallecidos debido a las protestas violentas de febrero de 2014 alcanzó el número de 43 personas, y en las originadas desde abril hasta junio de 2017 llegaron a 121 personas muertas y 1 958 lesionados”.

A pesar de su carácter violento, dijo, el entonces secretario de Estado, John Kerry, las calificó, en un comunicado oficial como “pacíficas”, al tiempo que acusaba “al gobierno venezolano de enfrentar a los manifestantes con la fuerza”.

En su exposición, Polanco describió el modo en que se financian estas acciones.

Para ello presentó el esquema de financiamiento sostenido por un “entramado de instituciones y fondos multimillonarios creados con ese propósito; entre ellas, la Fundación Nacional para la Democracia (NED, por su sigla en inglés) y la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID)”.

Además de producir financiaciones directas, estas organizaciones promueven “eventos y cursos”, a los que invitan a aquellos que luego serán presentados como “opositores pacíficos”.

En nuestro continente, resaltó Polanco, una de las organizaciones más activas en estos propósitos es el Centro para la apertura democrática en América Latina (CADAL), que “integra la amplia red de organizaciones no gubernamentales (Ongs) de las que Estados Unidos dispone para canalizar financiamiento y formación a sus operadores políticos”.

En el caso específico de CADAL, esta organización recibió de la NED 107 000 dólares en 2017 y 100 000 dólares en 2021.

Estos “fondos”, estaban “destinados al proyecto Un enfoque regional para promover los valores democráticos en Cuba”.

“Dos ciudadanos cubanos, Manuel Cuesta Morúa y Yunior García Aguilera, firmantes de las cartas que anuncian la pretensión de hacer las marchas el próximo mes, viajaron en 2018 a Argentina para participar en un evento de CADAL, coordinado por el proyecto Tiempos de cambios y el nuevo rol de las Fuerzas Armadas de Cuba”, detalló el funcionario cubano, quien alertó sobre la creciente actividad de CADAL y su director, Gabriel Salvia, “en estos días, apoyando la provocación del próximo mes en Cuba”.

Con relación a los “promotores” cubanos elegidos por CADAL, detalló que, en 2019, continuaron “su preparación en un taller auspiciado por la Universidad San Luis Campus Madrid, donde recibieron lecciones de Richard Youngs, experto en protestas públicas como método de cambio político”.

Todo el entramado financiero descrito por el dirigente cubano incluye, además, el desembolso de 6.669 000 dólares que la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) otorgó, a finales de septiembre, para proyectos subversivos en Cuba.

El presupuesto de la USAID, para estos “menesteres” hasta el 2023, asciende a 18 millones de dólares.

Los principales “beneficiarios” de esta “bondad imperial”, han sido “los medios de comunicación ADN digital, que recibió 2 031 200 dólares, y Cubanet, que recibió 708 003 dólares, además de una organización llamada Directorio Democrático Cubano, a la cual le dieron 617 500 dólares. Esta última está dirigida por Orlando Gutiérrez Boronat, quien ha llamado una y otra vez a una intervención militar en Cuba, y ahora apoya públicamente también las marchas”, denunció Polanco.

Durante la pasada administración norteamericana se destinaron más de 70 millones los dólares con el objetivo de financiar acciones subversivas en la Isla, todo ello sin considerar “los más de cien millones de dólares a la Oficina de Transmisiones para Cuba, con su Radio y tv Martí”.

A todo ello hay que sumarle, “las millonarias cifras que la comunidad de inteligencia y el aparato militar estadounidense dedican cada año contra Cuba”.

“El gobierno estadounidense es el verdadero organizador de la provocación montada para noviembre. Los hechos y declaraciones lo demuestran. Altos funcionarios gubernamentales participan directamente en su promoción. El gobierno de Estados Unidos amenazó con nuevas medidas contra Cuba si no se permite que sus operadores locales actúen impunemente. Cuba no acepta amenazas, ni se deja intimidar, nuestra historia de resistencia y dignidad lo confirma. Guárdense sus amenazas, que el miedo no come aquí”, enfatizó el jefe del Departamento Ideológico del PCC.

Finalmente, Polanco detalló “el apoyo de organizaciones de la mafia anticubana y del núcleo mediático generador de odio en Miami, como se ha visto en tuits, publicaciones, asambleas de resistencias, como si la marcha fuera a realizarse en esa ciudad”.

Entre estos “entusiastas” radicados en Miami se destaca, “la Fundación Nacional Cubano Americana, que se ha desplegado con orientaciones sobre cómo acudir y qué hacer en la marcha, supuestamente pacífica e independiente; al tiempo que una de las promotoras de la manifestación, Saily González Velázquez, reconoció el respaldo de la fundación a través de su director de Derechos Humanos, Omar López Montenegro”.

Los “pacíficos opositores” han recibido el respaldo del terrorista Ramón Saúl Sánchez, quien se ha dedicado a estimular la marcha, agregó Polanco Fuentes, que “mostró evidencias de su vínculo con uno de los principales actores de las acciones previstas para noviembre”.

Ramón Saul Sánchez, presenta un historial de tanta violencia que ni siquiera ha podido recibir el asilo oficial en Estados Unidos, aunque nunca ha dejado de contar con la protección de sus autoridades.

Dentro de sus “méritos” se destaca haber sido segundo jefe del CORU, organización que realizó más de 90 ataques terroristas contra instalaciones cubanas en varios países, incluso dentro del territorio continental de Estados Unidos, siendo la más connotada la voladura del avión de Cubana de Aviación sobre Barbados, donde murieron 73 personas.

“La provocación para el 15 de noviembre está condenada al fracaso, nunca fue auténtica. Su intento de arroparse con alguna legalidad es una manipulación perversa. Los promotores siguen el libreto yanqui, cumplen sus órdenes y se rodean de violentos y terroristas; y sueñan con ejecutar sus acciones con impunidad”, finalizó enfatizando Polanco.

Rolando Arbesún

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