En las dos últimas semanas un total de 810 mil palestinos han sido desplazados forzosamente de la ciudad de Rafah, tras el comienzo de la ofensiva sionista.
Los datos fueron proporcionados por la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo (UNRWA) que, a través de su comisionado general, Philippe Lazzarini, informó que cerca de la mitad de la población de Rafah se ha visto obligada ha abandonar sus hogares.
El funcionario de Naciones Unidas señaló que ya “no existen áreas seguras en Gaza y que nadie está a salvo dentro del enclave palestino”, informó el diario El Universal.
Al describir la situación Lazzarini detalló el estado actual de las organizaciones humanitarias, sobre las que alertó “se encuentran sin suministros, incluyendo alimentos y productos básicos, para asistir a los habitantes de la región”.
En ese sentido, reiteró enfáticamente, “la urgencia de acordar un alto el fuego para evitar más sufrimiento entre los civiles”.
De acuerdo a un comunicado del ministerio de Salud de Gaza “en las últimas 24 horas, Israel ha perpetrado ataques contra familias en Gaza”, arrojando como resultado un total de 106 muertos y 176 heridos.
“Muchos cuerpos”, denunció el ministerio palestino, “aún permanecen bajo los escombros y en las calles” que son “inaccesibles para los equipos de ambulancia y defensa civil”.