El pasado martes, Jen Psaki, portavoz de la Casa Blanca dio un nuevo giro a lo que se ha dado en llamar la disputa sobre qué animal representa mejor a Estados Unidos y a Rusia.
La funcionaria estadounidense cuestionó, durante sus valoraciones sobre un posible ataque ruso a Ucrania, que Moscú no da garantías que ello no suceda, «cuando un zorro grita desde el techo del gallinero que tiene miedo a las gallinas, que es básicamente lo que están haciendo, ese miedo no se reporta como constatación de hechos», apuntó Psaki quien agregó “ver al presidente Putin gritar sobre el miedo a Ucrania y a los ucranianos, es algo que no debería reportarse como constatación de hechos».
Al ser consultado por la imagen del zorro usada por la portavoz de la administración Biden, su par ruso, Dmitri Peskov, respondió “que las comparaciones figurativas no forman parte de sus facultades”.
«Tradicionalmente se compara a Rusia con un oso. Que no sería capaz de subir por encima de un gallinero, por mucho que quisiera. Es demasiado grande y pesado para hacerlo», añadió el funcionario ruso, de acuerdo a información aportada por Rusia Today (RT).
Ante las sistemáticas afirmaciones sobre una posible invasión rusa a Ucrania, Peskov, enfatizó que el objetivo de tales señalamientos era “retratar a Moscú como una parte que amenaza la resolución del conflicto en la región ucraniana de Donbass”, al tiempo que alertó que esta maniobra “podrían ser un camuflaje para potenciales planes agresivos de Kiev, dirigidos a solventar la situación por la fuerza”.
La firme posición rusa de no aceptar una expansión de la presencia de la OTAN en Europa, así como, las informaciones que suponen un inminente ataque ruso a Ucrania, han llevado a que el presidente ucraniano, Vladímir Zelenski, afirmara “que en Occidente se está creando la impresión de que «mañana» se desatará una guerra en su país”, algo que, a pesar del pánico que genera y las afectaciones a la economía del país, descartó que vaya a pasar.
